ALICANTE. La crisis económica derivada de la covid-19 ha obligado a las administraciones públicas a redistribuir -y ampliar- el presupuesto, haciendo trasvase de dinero de unas partidas a otras, de las que no pueden ser ejecutadas por la actual situación pandémica a las que precisan de inyección para reactivar la economía y la sociedad. Pero, en concreto, ¿en qué invierten los ayuntamientos de L'Alacantí las partidas que no pueden gastar total o parcialmente, como fiestas, protocolo o eventos deportivos y culturales?
En su presupuesto para 2021, el Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig ha disminuido la partida de fiestas en 136.000 euros, cantidad que ha ido destinada, directamente, a la compra de viviendas sociales. En total, la cifra alcanza los 150.000 euros y está previsto que continúe aumentando cuando se apruebe la incorporación de remanentes. Además, 7.000 euros provenientes de "otros gastos superfluos, como puedan ser la atención de protocolos, se han transformado en ayudas al conservatorio municipal y subvenciones a emprendedores", ha informado el edil de Hacienda, Guillermo García.
Por su parte, El Campello anunció en el pleno de febrero que no contaría con nuevos presupuestos para el año en curso, sino que trabajaría con las cuentas de 2020 prorrogadas. Ligado a ello, el Consistorio ha planteado que todo el dinero que no se haya invertido en fiestas, eventos culturales o deportivos se deposita "al servicio de contingencias", según han declarado desde la Concejalía de Comercio y Fomento Económico. Imprevistos como la modificación de crédito que aprobó el Pleno a principios de marzo para disponer de los 202.387,35 euros de aportación municipal dentro del Plan Resistir.
Por lo que respecta a Mutxamel, la responsable del Área Financiera y Presupuestaria, Lara Llorca (PP), ha declarado que las ayudas al comercio han experimentado un crecimiento del 225%, así como un 27% la partida de educación para hacer frente a la adquisición de material. Los apartados que no se han podido gastar también se han destinado a la compra de mascarillas para la ciudadanía -igual que se hizo durante el año pasado-, así como a la inversión tecnológica e informática para adaptar la administración al trabajo telemático: "Tuvimos que comprar más licencias y ordenadores", ha manifestado. También ha querido destacar que en 2020 el Ayuntamiento destinó parte de la reinversión financiera en hacer seguros los puestos de trabajo del personal funcionariado, con pantallas, protección colectiva y equipos de protección individual (EPI).
En el caso de Sant Joan, los presupuestos que se están elaborando para 2021 y que deberán ser aprobados en pleno prevén un aumento considerable en el gasto de Servicios Sociales, según ha adelantado la Concejalía de Hacienda. Una partida que el Ayuntamiento de Xixona también ha considerado potenciar, así como las ayudas y subvenciones destinadas a pymes y personas autónomas del municipio que se han visto afectadas por las restricciones de la covid-19, según ha comunicado la alcaldesa, Isabel López (PSOE). Y es que el Consistorio jijonenco ya anunció que sus cuentas para este 2021 estarían centradas en apoyar a la economía local.