el sur del sur / OPINIÓN

Los trenes de la costa

8/09/2019 - 

 A los políticos, a todos, hay que exigirles siempre responsabilidad, y a ser posible que digan la verdad. No suele cundir el ejemplo. La política es, muchas veces, el arte del engaño. Hay cuestiones en la política de la Comunitat Valenciana que son como una especie de Día de la Marmota: asignaturas pendientes, cuyas reivindicaciones perduran en el tiempo, sobrepasan a los gobiernos,...Hay muchas, sobre todo, las infraestructuras. Y de todas ellas, me voy a detener en los trenes de la costa, que los debía construir para unir Alicante con València por la costa y Torrevieja con el cercanías con Murcia. Ambos olvidados, dejados de la mano de Dios, aunque con matices, matices de sinceridad, que a veces son de agradecer porque te abren los ojos y te descubren qué difícil va a ser avanzar en determinadas cuestiones, a no ser que se recurran a la colaboración pública-privada.

Comento esto a raíz de la entrevista que mantuve este pasado agosto con el secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Julián López. Hacía tiempo que no escuchaba a un político hablar con tanta sinceridad -algunas de sus frases generaron alguna polémica -sobretodo, con el asunto de los peajes en sombra- en la canícula agosteña. Creo que López dijo verdades como puños, y dejó claro lo que hasta el momento ha podido hacer el Gobierno de Pedro Sánchez con los presupuesto del PP. Y fundamentalmente, ha sido dar un importante impulso a la licitación de obras para el Corredor Mediterráneo; mejorar algunos servicios de Cercanías -hasta Villena y Vinaròs-; despejar el futuro de la AP-7 y dar continuidad a obras viarios que ya tenía diseñadas el PP. Poco más.

¿Por qué no funciona el AVE entre Murcia y Elche? Pues López lo explica muy bien. Nos han dado varias fechas de aperturam pero en verdad hay problemas con el software de la línea. ¿Qué pasa con la conexión ferroviaria con el aeropuerto de El Altet? Va a paso de tortuga pero va, en dos fases. 


El gran choque con la cruda realidad lo dio con el tren de la costa, ese que los hoteleros siempre reivindican para unir los dos grandes aeropuertos de la Comunitat, ese que el PP siempre promete hasta Benidorm o del que el PSPV tanto habla en la Marina Alta sin que se haya avanzado nada en sus etapas de gobierno. Bueno, si. Algo hay: se va a modernizar el tramo Cullera-Gandía y con suerte, y si la declaracióm ambiental es favorable, se construirá el Gandía-Dénia. ¿Suficiente? No. Pero la falta de presupuesto en 2019 nos condena a ello. Pero la gran aseveración de Julián López, y de la que parece que el Consell es sabedor, es que hacer un tramo nuevo entre Dénia y Alicante va a ser misión casi difícil, como él mismo dijo. Los técnicos no avalan con el impacto que pueda tener ese nuevo trazado, algo que al parecer la Administración del PP también supo, pero que nunca desveló. 

Al menos, a López hay que agredecerle el detalle de contarlo, por duro que sea para las aspiraciones de las comarcas de las dos Marinas. Me consta que esta semana algún ayuntamiento, en concreto, el de Pedreguer quiere agitar de nuevo el debate del tren de la costa con la reunión de los alcaldes para preguntar por las alegaciones que en su día realizaron a un tranzado que difícilmente se va a ejecutar. Las alegaciones nunca se contestaron. Es bueno que lo supieran.

Por motivos electorales o partidistas, la respuesta de López deja bastante claro que es proyecto es casi irrealizable, y si lo fuera, y asciende a 500 millones de euros, la Generalitat no podría asumirla por los manidos agujeros que le genera la infrafinanciación y porque el 25% del presupuesto del Gobierno valenciano se dedica a pagar la deuda. Así, no se hagan, no se hagan, no nos hagamos ilusiones.

Y lo mismo sucede con el mil veces prometido ramal hasta Torrevieja. Nunca hubo estudio, y si lo hubo, la cosa salió tan mal que nunca nos los quisieron decir. Da esa sensación.

Me consta, y así se presentó, que la Diputación de Alicante -en la etapa de César Sánchez-, a través del profesor Armando Ortuño, presentó alegaciones también, como los ayuntamientos. Y todas ellas en la buena dirección, defendiendo la viabilidad de los dos proyectos, y que los cálculos de Fomento contenían errores, de ahí que, además de las dificultades que genera el impacto visual, el ministerio desista del proyecto. Pero la realidad en estos momentos es que Fomento no tiene contemplado ni el proyecto del tren la costa ni el de Torrevieja. Insisto, agradecemos la sinceridad de Julián López, y debemos ir haciéndonos la idea que la realidad es otra, y muy diferente, a las que a veces nos cuentan nuestros responsables público. Pero se hace duro saber que en Düsseldorf, los coches pueden cruzar la ciudad por debajo, y aquí no podemos -o no hay voluntad- para hacer un tren por la costa, paralelo a la AP-7, en una zona muy poblada y a la que cada mes le entran más de un millón de turistas que no se quedan en la capital. Cuando menos cuesta.

P.D. Confío en que los convoyes (casi a pedales) que circulan entre Murcia y Alicante algún día sí que tengan remedio de cambio.

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