VALÈNCIA. El año que está a punto de terminar ha sido especialmente intenso para la Generalitat Valenciana. El Consell ha experimentado varias transformaciones a lo largo de un ejercicio marcado por la gestión de la Dana del 29 de octubre de 2024, que inundó decenas de municipios valencianos y provocó la muerte de 230 personas. A los trabajos de recuperación del territorio afectado, se sumó la presión social en torno al papel de la Administración autonómica durante la tarde de la catástrofe. Una situación que tensionó el clima político en la Comunitat Valenciana durante la mayor parte del ejercicio.
A comienzos de noviembre se produjo la dimisión de Carlos Mazón como president de la Generalitat, pocos días después del Funeral de Estado en el que el exjefe del Consell fue increpado por algunos afectados por la Dana presentes en este acontecimiento. La renuncia del president sin convocatoria de elecciones llevó a un proceso en el que Les Corts - con el apoyo de PP y Vox - invistieron al hasta entonces sçindic del PP, Juanfran Pérez Llorca, como nuevo president. Desde entonces, apenas ha pasado un mes, que ha servido para, entre otras cuestiones, dibujar un nuevo organigrama del ejecutivo autonómico con vistas a la recta final de la legislatura.
Pérez Llorca presentó un Consell más amplio que su antecesor, con novedades de calado como son la Vicepresidencia Segunda y Conselleria de Presidencia, dirigida por José Díez, y la nueva conselleria de Servicios Sociales, Familia e Infancia, encabezado por Elena Albalat. Dos nuevos departamentos que se suman a otros cambios en el seno de algunas áreas con la redistribución de competencias como Empleo, Administración Pública, Energía, Transparencia o Participación, entre otras cuestiones.
La nueva estructura, en cualquier caso, es más amplia que la anterior: hay un total de 157 puestos de altos cargos creados (contando la figura del president) de los cuales 151 están actualmente ocupados. De esta manera, el Consell de Pérez Llorca cuenta con una provisión de 15 sillones más que el previo a la llegada del nuevo jefe del Consell y ya tiene en activo 14 altos cargos más que su antecesor. Así lo reflejan los datos disponibles en GVA Oberta consultados este viernes por Plaza y actualizados con los ceses y nombramientos acometidos en el último pleno del Consell. Esta foto fija, en todo caso, es provisional, pues todavía está en proceso de actualización y sujeta a posibles nuevos cambios en la estructura orgánica del gobierno valenciano.
De hecho, este mismo viernes se produjeron tres nombramientos en el seno del departamento que dirige José Díez: Lucía Depedro López como directora general de Coordinación, a Alberto Pascual Flores como director general de Coordinación de la Acción del Consell y a Rocío Pont Pérez como directora general de Fondos Europeos. Mientras que, María del Mar González Barranco, que venía siendo directora general de Fondos Europeos, fue designada directora general del Sector Público.
Todos estos cambios permiten observar la impronta del nuevo president en la configuración de su gobierno, al que todavía le quedan seis puestos pendientes de nombramiento, dos de ellos en la Conselleria de Presidencia: la Dirección general de Políticas Públicas y Prospectiva y la Secretaría autonómica de Política Institucional y Cohesión Territorial.
Por su parte, la Vicepresidencia Primera también cuenta dos áreas pendientes de designación: la Dirección General de Coordinación de la Vicepresidencia Primera, y la Dirección General de Innovación y Transformación Urbana. La lista de cargos sin cubrir la completan la Dirección General de Relaciones Institucionales, Seguimiento y Comunicación, adscrita a la Vicepresidencia Tercera; y la Secretaría autonómica del Sistema Sociosanitario, integrada en Servicios Sociales.
A falta de que los citados puestos terminen siendo nombrados, lo cierto es que el nuevo Consell ha experimentado una ligera mejora en términos de paridad. Cabe recordar que por este concepto se entiende la existencia de, al menos, entre un 40% y un 60% de representantes de cada sexo, tal y como se desprende de la Ley Electoral. Esta norma no se aplica a la composición de ejecutivos, pero se suele utilizar de manera orientativa para estas cuestiones.
El Consell previo al aterrizaje de Pérez Llorca tenía un 35,8% de mujeres, tras un progresivo descenso del peso de las figuras femeninas a lo largo de la legislatura. No obstante, la tasa de mujeres presentes en el gobierno de la Generalitat ha crecido a lo largo de este mes, hasta alcanzar el 39,3%. Un crecimiento superior a los tres puntos porcentuales que arroja un ejecutivo muy cercano a la paridad.
'Nuevo' núcleo duro en Presidencia
Además de la remodelación de carteras y el mayor peso de las mujeres, lo cierto es que a lo largo de diciembre se han llevado a cabo otras modificaciones significativas en el seno del Consell. Entre ellas destacan los cambios en el llamado núcleo duro de Presidencia, donde se ubican las figuras más cercanas al president de la Generalitat. Pérez Llorca acometió una importante remodelación en el 'búnker' de Carlos Mazón con nombramientos como los de Henar Molinero, como secretaria autonómica de Presidencia; Jacobo Navarro Peralta, como secretario autonómico de Análisis, Estudios y Políticas Públicas; o de Vicente Ordaz, como secretario autonómico de Comunicación.
Los dos primeros cuentan ya con experiencia previa en este departamento, pues tanto Molinero como Navarro ocuparon diferentes cargos de responsabilidad durante los gobiernos de Francisco Camps y Alberto Fabra. El equipo de Comunicación de Presidencia también ha acometido nombramientos de figuras como Belén Ríos, Carmen Sahuquillo o Ramón Navarro, con experiencia previa en el trabajo diario del Consell. Además, se han mantenido a Paco González como director general de Promoción Institucional, tras ceder las competencias en materia de Comunicación a Belén Ríos. Por su parte, el exsecretario autonómico de Presidencia de Mazón, Cayetano García, ha sido nombrado secretario autonómico de Economía.
Ruth Merino, de consellera a secretaria autonómica
Además de estos cambios también cabe destacar el de la figura de Ruth Merino, fichaje 'estrella' de Mazón como independiente para las elecciones autonómicas de mayo de 2023. Merino llegó al equipo económico del PPCV a comienzos del citado ejercicio y, tras la victoria en los comicios, fue nombrada consellera de Hacienda, Economía y Administración Pública, así como portavoz del Consell. No obstante, vio reducidas sus competencias tras la remodelación acometida por Mazón con motivo de la Dana, y perdió la portavocía y Administración Pública.
La llegada de Pérez Llorca supuso su salida del gobierno valenciano - fue la única consellera cesada por el nuevo president - aunque su regreso al ejecutivo autonómico se produjo apenas dos semanas después: el pasado 19 de diciembre el Consell nombraba a Merino como nueva secretaria autonómica de Representación ante la Unión Europea y las Comunidades Autónomas, un puesto de menor rango que el que venía desempeñando y que se adscribe a la Vicepresidencia Segunda del Consell. Merino releva a Pablo Brosseta, otro fichaje 'estrella' de Mazón para el 28M, que se incorporó a la estructura del gobierno valenciano a comienzos de 2024.
Personal eventual
Con todo ello, queda por ver cuál será la composición definitiva del personal eventual (asesores) de los diferentes departamentos. El portal de datos abiertos de la Generalitat Valenciana que contiene información sobre este personal todavía está en proceso de actualización y, en ocasiones, presenta aún algunos asesores que ya han abandonado el Consell tras el cese de su superior. Un extremo que se suma al hecho de que algunas consellerias no haya nombrado todavía personal eventual, lo que impide hacer un análisis al respecto.
En todo caso, cabe recordar que Carlos Mazón acometió a su llegada a la Generalitat en 2023 una importante reducción en el número de asesores, pasando de los 116 del Consell del Botànic a un tope de 61. Este límite de puestos se incrementó hasta las 72 plazas a comienzos de este ejercicio, una acción que se justificó en las necesidades derivadas de la gestión de la Dana. Queda por ver si el aumento en el número de departamentos y altos cargos conlleva una ampliación del tope de asesores. El portavoz del Consell, Miguel Barrachina, aseguró a comienzos de mes que el ejecutivo autonómico no había abordado posibles cambios en esta línea.