ALICANTE. La Fase 0 del proceso de desescalada no alivia todavía la situación del sector hostelero de la provincia de Alicante. La gran mayoría de los establecimientos continúa optando por mantener el cierre sin llegar a explotar la posibilidad de reapertura para la entrega de comidas en el propio establecimiento: la opción que ya tienen a su alcance desde este mismo lunes.
Así lo certificaron representantes de la Asociación Provincial de Empresas de la Hostelería de Alicante (APEHA) consultadas por Alicante Plaza tras realizar un primer sondeo entre sus asociados. Ni tan solo el mecanismo arbitrado por la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Alicante para conceder una licencia exprés que les permita ofrecer ese servicio llegó a suscitar un interés reseñable, según las mismas fuentes. Y en los mismos términos se pronunciaron tanto el presidente de la Asociación de Restaurantes de Alicante (ARA), César Anca, como el portavoz de la Asociación de Locales de Restauración y Ocio de Alicante (Alroa), Francisco Javier Galdeano. Los representantes de los tres colectivos incidieron en que, hasta el momento, solo se están acogiendo a esa posibilidad los establecimientos que ya se dedicaban a ello hasta ahora, al margen de los comercios dedicados a la venta de comida para llevar, que ya podían desarrollar esa actividad antes de esta fase del desconfinamiento.
¿Por qué los hosteleros no se han acogido a esa nueva posibilidad como primera opción de salida frente a la crisis? Básicamente, por las dudas que albergan de que pueda resultar rentable. "A casi nadie le ofrece garantías la posibilidad de abrir para entregar comidas en el propio local mientras persista la situación de confinamiento general, las restricciones de movilidad y el predominio del teletrabajo", insistieron. "Poca gente va a estar dispuesta a salir de su casa para ir a un restaurante o un bar solo para recoger su pedido, aunque algunos asociados sí han llegado a formular consultas al respecto o al menos que se lo iban a pensar", añadieron.
Por lo pronto, la Asociación de Vecinos del Centro Tradicional de Alicante ya expresó este lunes su preocupación al respecto. De hecho, sus representantes apuntaron que habían dirigido un escrito a la Concejalía de Sanidad para que les informase sobre las medidas de comprobación y desinfección que se habían llevado a cabo en los establecimientos y en los espacios públicos que utilizan para situar sus veladores con el propósito de evitar la propagación de nuevos contagios.
En todo caso, lo cierto es que la planificación de la mayoría de los empresarios del sector sigue centrada en la llegada de la Fase 1, cuando se podrá ejercer la actividad en las terrazas de los establecimientos, con una ocupación del 50%, después de que el Gobierno central rectificase y ampliase ese porcentaje desde el 30% que había previsto inicialmente. En principio, todo parece indicar que la provincia de Alicante podría entrar en esa fase de la desescalada desde el próximo 11 de mayo. De ahí que los empresarios de la hostelería traten de prepararse para recuperar la actividad en ese momento, a la espera de que el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) cierre el protocolo de actuación concreto para procurar condiciones higiénico-sanitarias que se debe seguir en el conjunto del país para la reapertura del sector.
Los establecimientos con velador solicitan más superficie para distribuir sus mesas, y los que no cuentan con él, solicitan que se les autorice a situarlo en las franjas de estacionamiento
En esta línea, la mayoría de organizaciones de ámbito local están planteando ante sus respectivos ayuntamientos la posibilidad de ganar superficie para distribuir las mesas de sus terrazas, dado que tienen que guardar una separación mínima de dos metros entre mesas. Además, en casos concretos como el de la ciudad de Alicante, también se ha solicitado que los establecimientos que no disponen de permiso para instalar velador puedan sacar mesas a la calle en las franjas reservadas para plazas de estacionamiento o en los espacios dedicados a la realización de labores de carga y descarga. En principio, se trataría de una posibilidad en estudio por parte de las Concejalías de Ocupación de Vía Pública y de Hostelería.
Y, al tiempo, también se está tratando de reclamar claridad en lo que respecta a ese 50% de ocupación de las terrazas para que se concrete que efectivamente ese porcentaje se computará por personas y no por mesas. ¿Cuál es la diferencia? Según explica el presidente de ARA, César Anca, el planteamiento es el siguiente: "Puede que un local tenga permiso para instalar 14 mesas, con capacidad para 56 personas, a razón de cuatro personas por mesa. Si se permite la ocupación del 50% de las mesas, eso supone que solo puede tener siete de las 14 en servicio, pero eso no garantiza que vayan a ser 28 comensales porque no todas las mesas van a ser ocupadas por cuatro clientes; pueden haber mesas de uno, de dos o de tres. Lo normal es que ese 50% se aplique sobre personas, para que en ese ejemplo concreto se pueda dar servicio a 28 clientes, al margen de cuántas mesas se pongan en la calle", concretó.