VALÈNCIA. Primero tiró de indignación. Después, de ironía. El alcalde Joan Ribó se presentó este miércoles junto a sus socios de gobierno, el PSPV representado por la teniente alcaldesa Sandra Gómez, y València en Comú, encabezado por su portavoz Jordi Peris, y el portavoz de su partido, Compromis, el concejal Pere Fuset. Los cuatro se sentaron juntos en la misma mesa pero sólo habló Ribó. Todos a una voz, que dice el himno regional, para protestar por unos presupuestos del Estado que calificó de “intolerables”.
Con malicia, Ribó hizo ver que sólo existía una partida en todos ellos en los que se registraba un aumento significativo de las inversiones del Gobierno de Rajoy en la provincia de València. Y ésta, hizo ver, son los centros penitenciarios. El gobierno de España ha consignado para este año más de 36 millones de euros en sus cuentas públicas para las mejoras de las cárceles valencianas.
“Es una inversión importante. Yo no sé si esto tiene que ver con los nuevos residentes que se van a incorporar a lo largo de este año”, bromeó en alusión a los numerosos procesos judiciales abiertos contra el PP, “pero es cierto que dedicar esta cantidad a prisiones en una comunidad a la que no se la da nada, es terriblemente significativo”. “Tiene un simbolismo”, agregó, “que explica muy bien lo que piensa el señor Rajoy de esta comunidad; y le queremos decir que esta comunidad no es como él cree, cómo él la ha visto, como son sus amigos. Esta comunidad es gente que trabajamos y que queremos tirar adelante”.
Las críticas de Ribó se dirigieron especialmente hacia el PP y también, aunque en menor medida, a Ciudadanos. A los miembros de la oposición les preguntó: “¿Dónde esta la valencianía? Mucho hablar pero a la hora de la verdad, cuando pasamos la frontera que hay con Madrid se olvidan de las promesas”, dijo, al tiempo que recordó que hay elementos fundamentales que no estaban incluidos en estos presupuestos, desde las financiaciones para el AVE, como para el Corredor Mediterráneo.
El alcalde también describió al proyecto de presupuestos como una “trampa consciente” del Gobierno porque comparaba conceptos no equiparables y los calificó de “absolutamente discriminatorios”, “ofensivos” e “intolerables” con la Comunitat Valenciana y con la ciudad. Así, destacó que comparan el proyecto de inversión de 2017 con las inversiones ejecutadas en 2016, algo que, a juicio de Ribó, “engaña porque las inversiones nunca se ejecutan al cien por cien”.
En este sentido explicó que la ejecución en la Comunitat Valenciana en 2016 fue del 47 %, 414 millones de los 868 presupuestados, mientras que en Madrid y Barcelona, con más presupuestos, llegaron al 64 % y al 70 %, respectivamente. Como ejemplo detalló que para el Corredor Mediterráneo se presupuestaron 570 millones y se han ejecutado 140 (24 %) y reprochó que “ni Parque Central, ni túnel pasante ni estación definitiva, ni vías soterradas” están contemplados, mientras que el túnel pasante de Chamartín se lleva 322 millones y ampliar la estación otros 125.
En cuanto al transporte, ha resaltado los “cero euros” del contrato programa, a pesar de que cumplir las condiciones para recibir subvenciones, frente a los 127 de Madrid o los 108 de Barcelona, lo que calificó de “escandaloso”. Pero no sólo pasa con el autobús. En el metro se da la misma situación con ninguna inversión para València, mientras que en Sevilla superan los seis millones y en Málaga los cinco, mientras la inversión plurianual hasta 2019 en Cercanías deja a la Comunitat con 1,03 millones, frente a Madrid (329), Málaga (181), Barcelona (148) y Sevilla (51).
Tampoco el puerto de València, que recibirá 50 millones, resiste la comparación con otras ciudades como Barcelona (157), Bilbao (77,8) o Algeciras (63), y el aeropuerto tiene presupuestados 9 millones, por los 111 de Madrid, los 47 de Barcelona y los 22 de Málaga. Sobre este punto, Ribó recordó que el puerto de València es algo que afecta a toda la Comunitat, ya que su devenir implica desde “Almussafes” [en referencia a la factoría de Ford] hasta los exportadores de naranjas de toda la región.
Para Ribó el primer perjudicado políticamente por este ninguneo del Gobierno Central es el propio PP. “Creo que a quien más castiga es a su propio partido que da una imagen que no se preocupa por los valencianos. El ministro de Fomento [Íñigo de la Serna] no está para lucirse y el presidente del Gobierno [Mariano Rajoy] cuando viene no le hace caso ni la patronal”, comentó Ribó. “Mucho hablar de València, pero luego res”, dijo.
También se refirió Ribó a la posibilidad de expresar esa indignación por el abandono en los presupuestos, ya sea en la calle con acciones concretas, como podrían ser manifestaciones, ya sea con otro tipo de acciones públicas, pero, advirtió, era algo de lo que no se había hablado aún. “Queremos hacerlo articuladamente”, comentó. Lo que sí dio por seguro es que los tres partidos que conforman el Govern de la Nau (PSPV, Compromís y València En Comú) presentarán enmiendas conjuntas a los presupuestos, a las que esperaba que se uniera también Ciudadanos. Por el momento el PP ha recogido el guante. Y es que Rajoy ha conseguido lo que muy pocos son capaces: unanimidad. El problema es que es en su contra.