ALICANTE. La ausencia de instalaciones propias para el tratamiento de residuos en las 27 poblaciones de la comarca de la Vega Baja, cuya construcción sigue envuelta en la controversia, vuelve a forzar al Consell a acordar la redistribución de sus residuos en otras plantas de la provincia. Y, de nuevo, el centro de tratamiento de la ciudad de Alicante, situado en la partida de Fontcalent, vuelve a ser uno de los más afectados. Tanto que queda expuesto a tener que recibir los residuos procedentes de los municipios de Orihuela y de Pilar de la Horadada: dos de los de mayor densidad demográfica de la comarca.
La medida, acordada por la Dirección General de Calidad y Educación Ambiental de la Conselleria de Transición Ecológica, se encuentra en vigor desde el pasado 14 de junio y se extenderá, como mínimo hasta final de año. En concreto, la planta de titularidad municipal de Alicante asumirá hasta 15.500 toneladas procedentes de Orihuela en ese periodo, con un mínimo de 478 toneladas semanales, salvo los meses de julio y agosto, en los que se acuerda que los desechos de este municipio se deriven preferentemente a la planta de tratamiento de Xixona. Además, Alicante también será el destino de todos los residuos generados por Pilar de la Horadada, que tendrá como segunda instalación de referencia (como reserva) la planta gestionada por la empresa pública Vaersa situada en Villena.
Lo cierto es que, en un principio, Transición Ecológica había previsto derivar un flujo de residuos aún mayor. En una resolución previa, con fecha de finales de mayo, el departamento autonómico fijaba el desvío a la planta de Fontcalent de un mínimo de 130 toneladas diarias procedentes de Orihuela, mientras que la basura restante generada por ese municipio se derivaba a la planta de Xixona. No obstante, el Ayuntamiento de Alicante alegó frente a esa primera disposición que la recuperación de la actividad turística generada durante el proceso de desescalada había multiplicado la generación de residuos en la propia capital, con lo que resultaba imposible que su planta pudiese asumir esa cantidad de desechos procedentes de Orihuela.
De ahí que, en la disposición posterior, de junio, se acordase rebajar la presión sobre el centro de Fontcalent, fijando una nueva asignación de toneladas por semanas entre el máximo de 895 para la semana comprendida entre el 21 y el 27 de junio y el mínimo de las 476 signado para la semana del 12 al 18 de julio.
En todo caso, la propia resolución del departamento autonómico señala que ese nuevo circuito en la gestión de residuos hace necesaria la implantación del llamado cuarto turno de funcionamiento en la planta de Fontcalent para poder procesar ese volumen de residuos adicional. Así, dispone que el Ayuntamiento de Alicante "deberá habilitar un cuarto turno de trabajo en las instalaciones de valorización de residuos domésticos de Fontcalent, con efectos desde el 14 de junio de 2021. Y, además, mantenerlo operativo hasta el cierre de año.
La redistribución de flujos de residuos prevé también que la planta de tratamiento de Elche reciba las basuras generadas en el municipio de Torrevieja
Todo ello, al objeto de garantizar la adecuada valorización de residuos domésticos en las instalaciones de sus propios residuos domésticos, disponer de los tiempos y trabajos necesarios de mantenimiento y limpieza, así como dar un servicio adecuado a la valorización y eliminación de residuos domésticos de los municipios asignados de la Vega Baja A6".
Así, según fuentes municipales consultadas, ya se ha acordado la puesta en marcha de ese turno extra a través de una contratación de emergencia que también queda amparada a partir de la resolución de la conselleria. Se trata de una medida que ya se ha implantado en años precedentes (en el arranque del actual contrato de explotación de la planta, por ejemplo), lo que permitió que Alicante ampliase los ingresos por el tratamiento de toneladas ajenas, aun a riesgo de acortar la vida útil de las instalaciones y de anticipar la colmatación de los vasos de vertido en los que se deposita la facción resto del desecho ya no reutilizable.
En esta ocasión, la redistribución de los residuos de las poblaciones de la Vega Baja llega tras un imprevisto sobrevenido: la caducidad de la solución que se había conseguido poner en práctica hasta ahora, por la que se venían derivando los residuos de esos dos municipios alicantinos hasta las instalaciones de tratamiento de Cañada Hermosa, en Murcia. Calidad Ambiental apunta que esa vía ha dejado de estar disponible, ya que "la capacidad máxima" de ese centro ha pasado a estar "actualmente ocupada por los residuos de la Región de Murcia" tras una redistribución interna de los flujos de desechos en ese territorio que habría reducido a cero la capacidad de absorción de toneladas procedentes del sur de la provincia.
Es más, la reorganización del sistema de gestión de residuos también afecta a la planta de Elche hasta el punto de que tendrá que asumir con carácter prioritario la basura procedente del municipio de Torrevieja. No obstante, Calidad Ambiental establece que se destinarán dos viajes diarios con 20 toneladas a las instalaciones de Vaersa en Villena, "al objeto de condicionar la capacidad total anual de las instalaciones de Elche y reservar el máximo de capacidad anual posible para la temporada estival y sus picos sobreestacionales".
Por último, Calidad Ambiental subraya que "no existe alternativa técnicamente viable" al margen de la nueva redistribución propuesta e incide en que, sea como fuere, en el caso de Alicante, "las aportaciones máximas de residuos" previstas son "muy inferiores a otras redistribuciones de flujos asumidas directamente por los diferentes operadores con anterioridad a 2016". Y, además, añade que la medida puede estar sujeta a variaciones en el caso de resultar necesario.
Por su parte, el portavoz municipal de Compromís, Natxo Bellido, ha manifestado este martes que "la ciudad de Alicante, y en general, el territorio valenciano, sigue pagando los platos rotos de la mafia de la gestión de basuras que campó a sus anchas en los gobiernos autonómicos del PP. Brugal, y buena parte de las corruptelas de la época, son el origen de esta falta de plantas de tratamiento en la comarca de la Vega Baja y del desastre que hemos heredado en la gestión de residuos en las comarcas meridionales del territorio valenciano. A esto, está poniendo remedio el Botànic, a través de la Conselleria de Transición Ecológica, mediante el diseño y construcción de nuevas Plantas y a través de la redacción del PIRCV (Pla Integral de Residus de la Comunitat Valenciana)".
A su juicio, "debemos recordar que tanto el turismo de residuos del que abusó el gobierno de Castedo y Barcala para enjuagar la ruina económica del Plan de Ajuste, como la ausencia de plantas de tratamiento en la Vega Baja están en la base de la reducción de la vida útil del vertedero de Fontcalent que amenaza con colmatar en pocos años sin que haya una alternativa prevista mientras no se cambie radicalmente la gestión de los residuos en la ciudad de Alacant de la que de momentos solo tenemos anuncios y una hoja de ruta que, inexplicablemente, cierra la puerta a métodos como la recogida puerta a puerta, que está instaurando Compromís con éxito en municipios de las comarcas alicantinas". Por último, ha señalado que "además, no se concreta de qué manera se va a conseguir generalizar la separación de la materia orgánica desde los hogares alicantinos que es el elemento clave para cumplir con los objetivos marcados por la UE y el PIRCV y adoptar una posición responsable y eficiente ambientalmente en la gestión de los residuos urbanos y su recuperación, reciclaje y reutilización".