ALICANTE. Los vinos de la DO Alicante viven un momento dulce en cuanto a reconocimiento especializado (la Guía Peñín se ha rendido a sus cualidades), pero en cambio no terminan de conectar con el gran público fuera de la provincia. Mientras jóvenes innovadores lanzan vinos disruptivos con bodegas de reciente creación, la superficie cultivada se reduce cada año y los agricultores vitícolas no encuentran relevo generacional por desinterés, con los nuevos usos del suelo (como las plantas solares) amenazando.
Esta es la paradoja en la que viven los vinos de Alicante en este 2023, tal como quedó de manifiesto en el Diálogo Plaza celebrado este jueves en Panoramis Life & Business con la colaboración del Consejo Regulador de la DO Vinos de Alicante. Una mesa redonda en la que se sentaron juntos las bodegas Volver, representadas por Rafa Cañizares; Casa Agrícola en la persona de su creador, Pepe Mendoza; y Toneles Centenarios de David Carbonell; junto a la restauración representada por César Anca (presidente de la Asociación de Restaurantes de Alicante ARA) y la gran distribución encarnada por El Corte Inglés y su especialista Javier Aparicio. Por la DO acudió su gerente, Eladio Martín, y el diálogo estuvo moderado por el director de Alicante Plaza, Miquel González.
Para centrar el debate, Martín dibujó una realidad dual para los vinos alicantinos. "Estamos dando una gran calidad, surgen bodegas nuevas y otras se asientan. Pero nuestras empresas son más pequeñas que la media del sector, y detectamos un desconocimiento", explicó el gerente de Vinos Alicante DOP. "Hay gente joven lanzando vinos originales, pero la situación es delicada: la superficie cultivada decrece, la gente mayor que quiere abandonar el cultivo no encuentra relevo, y estamos trabajando para lograr un mayor reconocimiento social" del vino.
Al respecto, César Anca señaló que "hace quince años cambió el paradigma y la gente comenzó a aceptar el vino de Alicante y a situarlo a la altura de otras DO. Pero aún se consume más vino de fuera que local, hay que trabajar para que se sepa lo que se está haciendo, porque hay proyectos interesantísimos". En este sentido, en tanto que la hostelería es el principal prescriptor de vinos, Anca aseguró que "es un trabajo que nos gusta, defender lo nuestro, pero quizá ha faltado ir más de la mano con la DO, porque desde la pandemia los poderes públicos están empezando a escuchar a las asociaciones hosteleras, cosa que antes no sucedía".
Rafa Cañizares lamentó que el cultivo de uva es "un sector envejecido sin relevo generacional", y consideró que necesita ser "más dinámico". Con el reconocimiento profesional conseguido por las buenas puntuaciones de las principales guías, propuso "dinamizar con nuevos proyectos" e "ir de la mano de la hostelería, que es la que vende". Pepe Mendoza, por su parte, puso en valor que el vino de Alicante tiene 3.000 años de historia y que en épocas pasadas abasteció a toda Europa, pero alertó de que "en la Marina Alta había 250.000 hectáreas de Moscatel y ahora quedan 4.000, hay que cuidarlo". Optimista sobre el momento que vive el sector, defendió que "somos capaces de sorprender porque el mercado no tiene un prejuicio formado sobre nosotros", y "llegar tarde a los mercados nos permite primar la calidad sobre la hiperproducción".
David Carbonell subrayó que "el vino es gastronomía, y la gastronomía es cultura", por lo que se trata de un patrimonio de la provincia, que es "un mercado en sí misma, con dos millones de habitantes y otro millón de población flotante". El responsable de Vins del Comtat recordó que "estamos en transición del modelo granelístico al embotellado de calidad, y no debemos intentar competir en cantidad". Javier Aparicio, responsable de los supermercados gourmet de El Corte Inglés, pidió "explotar que somos la DO más antigua del mundo, y que Peñín considera a nuestros vinos con las notas más altas". También propuso "adaptarse a las tendencias" y señaló que "es importante captar a los consumidores jóvenes, crear el poso".
¿Cómo fomentar el consumo de vinos de Alicante? Esa es la pregunta clave que lanzó el director de Alicante Plaza, y que dio pie a numerosas propuestas innovadoras. El gerente de la DO lamentó que "hay un gran vacío de público joven porque no puedes ir a los colegios a hablar de vino; los niños de hoy saben mucho de gastronomía pero nada de vino". Martín consideró que se trata de un problema cultural porque "no hay un proyecto en toda España para recuperar el vino". Anca propuso "incidir en la iconografía" y mostrar los platos gourmet en las fotografías junto a una copa de vino, "como hace Coca-cola con las hamburguesas". El restaurador criticó los ataques del Ministerio de Consumo al sector y defendió que las viñas fijan población en el interior.
El responsable de Volver recordó que su generación "ha visto el vino como parte de la vida cotidiana", algo que no sucede hoy, y el de El Corte Inglés propuso fomentar la coctelería con el vino. "Somos puristas, no hay problema en mezclar una ginebra de 100 euros con muchos productos pero que no se nos ocurra echarle algo a un vino de cierto nivel". En este sentido, Anca destacó que "en algunos países de Europa se beben más moscatos que copas en las discotecas", y Aparicio propuso "crear nuevos formatos como el quinto, igual que la sidra".
En cuanto al grado de conocimiento fuera de los circuitos especializados, los presentes consideraron que el vino de Alicante no es lo suficientemente conocido: "Alicante no remite a vino, la sociedad tiene que asumir que debe construir ese relato, que no se crea solo, porque la materia prima está", dijo Carbonell. "Hay que apostar por el marketing como las regiones francesas pequeñas, que crean eventos alrededor del vino; aquí nos da vergüenza", terció Aparicio. Para Mendoza, "los jóvenes no tienen prejuicios sobre el vino de Alicante, lo ven 'top'. Y las mujeres están aún más liberadas en este sentido". El enólogo advirtió de que "en cuatro o cinco años, la superficie de cultivo que no fijemos ahora habrá desaparecido. En los últimos diez años hemos crecido mucho, embotellamos un 300% más, pero no es suficiente: tenemos 9.000 hectáreas que son un patrimonio y hay que apoyarlas".
El último asunto que se puso sobre la mesa fue el del enoturismo como un elemento de atracción de futuros compradores y consumidores de vino en la provincia de Alicante. Martín destacó que existen ya varios ejemplos de bodegas que ofrecen visitas y catas de vino. Rafa Cañizares señaló, por ejemplo, que en Bodegas Volver hay una lista de espera de 11 meses para visitar las instalaciones. César Anca, por su parte, consideró que al sector le falta hacer más pedagogía de lo que hay en la etiqueta de una botella del vino. David Carbonell cree que hay que poner en valor el producto de kilómetro cero, lo cual no significa que deba ser más barato, sino ensalzar su proximidad y la calidad que aporta. Pepe Mendoza sostuvo que hay poner en valor el producto.
Así que a modo de conclusión, Eladio Martín sostiene que el vino en Alicante tiene mucho futuro, pero hay que explotarlo bien y afrontar el relevo generacional de los productores para que se siga haciendo un producto de calidad y singular. Anca concluyó que lo difícil está hecho en la DO Vino de Alicante. "Toca seguir trabajando de la mano de la hostelería, apostar por el producto de calidad y creérselo".
Cañizares, de Volver, abogó por seguir explotando esa cápsula de tiempo que es el vino de Alicante y saber explotarla. Mendoza afirma que parte de la salvación pasa por mantener el paisaje y la producción vitinícola sobre él. Carbonell sostiene, además, que hay que destacar la mediterraneidad de las variedades de los vinos de Alicante. Por su parte, Javier Aparicio, de El Corte Inglés, apostó porque el sector en Alicante tenga argumentos de valor añadido, para que el vino pueda venderse de manera exitosa.