¿Hacías de árbol en la función del cole? Esta es tu obra: 'Tribulto', un homenaje a actores secundarios

ALICANTE. Una obra donde los intérpretes secundarios se convierten en protagonistas; aquellos que tienen pocas líneas o que ni siquiera tienen frase dentro de la obra, los árboles en la función del cole. Este elenco -proveniente de Recolectores teatro- es quien plasma sus frustraciones y muestra su papel dentro de la profesión en Tribulto, un homenaje a estos actores y actrices en forma de obra teatral. Se estrena hoy, viernes 30 de septiembre, en el Teatro Principal, tras haber sido premiada en la V Residencia José Estruch, con Marcos Montagud como autor del texto; Iván Jiménez como director; Mila García (Lila), Dolores Faraco (Lola) y Diego Juan (DJ) como reparto, y Carlos López como compositor musical.

"Nosotros no hemos sido protagonistas de la Gran Vía de Madrid, ni siquiera hemos estado en una gran compañía. Somos actores de provincia que llevamos toda la vida trabajando en teatro, pero nadie nos conoce y todavía la gente se sorprende cuando digo que soy actriz. ¿Por qué no reivindicar esto, el papel del actor secundario o de provincia?", sintetiza Mila García. Y es que, aunque el texto no sea autobiográfico, sí se ha creado a partir de experiencias compartidas de compañeros y compañeras de profesión, adentrándose así en el género de autoficción.

"Podríamos habernos expuesto como protagonistas, pero hemos apostado por todos los personajes secundarios que normalmente no salen en las obras de autor ni en ninguna obra. Es una manera de mostrar al público que, sin hacer nada pretencioso ni protagonista, se puede entretener y pueden encontrar un tono nuevo de teatro", asegura la intérprete. "La gente tiene una imagen de que si un actor que no sale en una serie de televisión no es exitoso. La fama no lo es todo, el trabajo es otra cosa", sentencia otra de las intérpretes de la obra, Dolores Faraco.

Así, se plantea también una reflexión sobre el éxito y el fracaso, que, si bien nunca se hace de manera explícita, "se deja abierto el tema para que el público cree su propia reflexión", apunta el tercero en el reparto, Diego Juan. Y es el director quien matiza que, "la obra también transmite que, estés en un momento de éxito o de fracaso, la dignidad no se puede perder". Aunque el mensaje sea una reivindicación a los intérpretes secundarios y una reflexión sobre el éxito y el fracaso, el motor de la obra es el humor. "Es más interesante decir cosas importantes dentro de la comedia que en un drama", expone su manera de ver -y hacer- teatro Iván Jiménez. Y añade que "el código de la comedia llega a todo el mundo. El objetivo ha sido la diversión".

La música también estará presente durante toda la función, ya que Tribulto es "el tributo definitivo a los musicales de tu vida", según reza el subtítulo de la creación teatral. "Todos los temas son originales", aclara el director de la obra. "El universo es totalmente propio". A lo largo del espectáculo se podrán escuchar canciones de salsa, de rock o baladas, en lo que Jiménez tilda de "aventura", porque la compañía Recolectores "nunca había trabajado el género musical", aunque sí individualmente.

Para mayor inri, el formato musical-humorístico pretende ubicar al público en un ensayo general, donde la intención es que el público haga las veces de cuarto actor "sin que esto sea un espectáculo de improvisación", matiza. Y dejará entrever una "ensoñación" de los personajes, que recordarán momentos del pasado: "Sobre todo son recuerdos; no quiere decir que haya pasado así, sino que ellos lo recuerdan así. Lo que el público va a descubrir -y los personajes con el público- son los traumas, que son los motores que los mueven, por qué se comportan así, por qué tienen esas inseguridades", ejemplifica Jiménez.

El proceso de creación

Ganadora de la V Residencia José Estruch del Teatro Principal, la obra no estaba finalizada y se ha acabado en poco más de cuatro meses, en un proceso creativo "intenso" y "rápido", transmite el director. "Normalmente un autor necesita más tiempo para poder escribir y dejar asentar las cosas. Aquí, mientras el autor se lo iba imaginando, lo íbamos probando a la vez. Y cada vez que poníamos en escena una de las pruebas del texto, al día siguiente ya teníamos una versión corregida", comenta el modus operandi que han seguido desde mayo hasta septiembre. Aun así, afirma que "nada de lo que se había planteado en un inicio ha desaparecido".

En cuanto a la escenografía, Jiménez menciona que se buscaba algo práctico, "que se pueda representar en el Teatro Principal de Alicante y que, dentro de dos semanas, podamos ir a una población como Aigües -donde ya tienen una función cerrada, junto con Mutxamel- y no pierda la esencia". Es por ello que la escenografía es "un escenario vacío", siguiendo la ley de menos es más. "Tenemos tres mesas y siete sillas, cedidas por el Bar Merfín", que acompañan a los paraguas naranjas que cuelgan del techo como único decorado.

"Nosotros apostamos por hacer un espectáculo con precariedad", enuncia quien interpreta a Lola, añadiendo que esto "es la realidad. Las ayudas que tenemos para producción no nos dan para más. Queremos demostrar que con la precariedad también se puede trabajar, que es a lo que desgraciadamente estamos acostumbradas las compañías". Y es Jiménez quien añade que "si no hubiera fracaso y precariedad, la obra no existiría. Tribulto es una producción modesta a nivel económico, pero no lo es a nivel espectáculo".