BENIDORM. El alcalde de Benidorm, Toni Pérez, ha acudido este miércoles como invitado al desayuno informativo de Executive Forum celebrado en Madrid, donde ha hablado de distintos temas que influyen en la ciudad y que ha tenido como protagonista a su principal industria, el turismo. En un primer discurso preparado sobre los avances del municipio y los aspectos destacados durante los últimos años por el primer edil, también ha habido momento para tratar asuntos actuales, como es la turismofobia, los pisos turísticos, la financiación estatal, y más tarde en el coloquio, la condena al ex presidente de la Generalitat y ex alcalde de Benidorm, Eduardo Zaplana, y los problemas de acceso a la vivienda. Sobre esto último, defendió que el municipio no tenía que ser declarado como zona tensionada.
Todo ello ante un público entre los que se encontraban entre otros, Borja Fanjul, segundo teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid; Luis Martínez, secretario general de la FEMP, así como representantes de empresas de diversos sectores económicos. El acto ha sido presentado por César Chiva de Executive Forum y por José Cámara representante territorial de Serveo.
Tras un análisis inicial sobre la actividad turística del municipio, Pérez quiso abordar la situación de la vivienda. Para el alcalde, "la irrupción de la era digital y la evolución de la actividad turística del siglo XXI está generando problemas especialmente, no nos engañemos, en ciudades o enclaves que no se planificaron para el turismo", argumentó en su discurso. En este punto, afirmó que la "economía digital" ha conllevado una "ruptura de los modelos tradicionales y ha dado paso a una aventura incontrolada en el alojativo extrahotelero que ha supuesto un cambio de paradigma".
Argumentó que surgían entonces dos problemas. En primer lugar, la "turistificación de la ciudades" que podría "transformar los centros urbanos". Y en segundo lugar, "el precio de la vivienda. Pero en realidad, no tiene nada que ver con el turismo ni con la generación de esta actividad", comentó el alcalde mencionando que el número de pisos vacacionales en España era altamente inferior al de residenciales. Es por esto que quiso destacar que no eran parte del problema para la falta de vivienda "ni de los elevados precios de la compra o del alquiler". Para Pérez, es resultado de una "fuerte demanda ante una oferta reducida de vivienda, de alquiler o de propiedad, aunque refuerzan los incrementos de precios o de alquileres allí donde son más importantes esas concentraciones de dichas viviendas".
Al respecto, achacó los problemas a la caída de la construcción de vivienda social y a la "desprotección de los propietarios a la hora de sacar vivienda propia al mercado del alquiler". Para ello, recordó que la ciudad se acogió al Plan Vive de la Generalitat Valenciana que prevé 90 unidades en la ciudad.
Preguntado sobre la posibilidad de limitar los alquileres en Benidorm, el alcalde dijo tener "máximo respeto a la libertad y seguridad de la propiedad privada". Así, abogó por la promoción de vivienda para atender la "demanda real" y por la libertad de mercado. "La solución no está en la limitación", dijo. El alcalde aprovechó para insistir en que el problema son las leyes actuales "que lo que persiguen en realidad desde un punto de vista ideológico es limitar la capacidad del ser humano para desarrollar su oportunidad de vida".
A continuación, el moderador César Chiva le preguntó si Benidorm podría ser declarada zona tensionada para la vivienda y si esto podría influir negativamente en el turismo: "No sé por qué motivo íbamos a declarar nuestra ciudad, ningún punto, como zona tensionada", respondió el primer edil. Con esta herramienta, que depende del paso previo de la Comunitat Valenciana, el municipio podría poner topes al precio del alquiler. Un coste que en la ciudad no para de subir mes a mes, y que la coloca como una de las que mayor precio de arrendamiento tiene en el país.
Sobre qué "techo" de turistas tiene la ciudad, el popular explicó, en esencia, que lo que permita la capacidad alojativa actual. Todo ello sabiendo que para este 2024 la media ha sido del 80%.
Otra de las cuestiones abordadas fue la de la tasa turística. El alcalde remarcó su oposición a esta medida por considerar que los turistas ya están contribuyendo con sus impuestos a la hora de consumir en al ciudad, además de considerar que su implantación le restaría competitividad frente a otros destinos porque encarecería el viaje. "La tasa turística es sectaria y es ideología pura, pero no para penalizar al turista, sino para penalizar al turismo". De este modo, negó que esta herramienta fuera una posibilidad real ara paliar la falta de financiación estatal como municipio turístico, "por qué les voy a recaudar a ellos más?", se preguntó. Previamente, afirmó que esta no era la solución y que solo penalizaba al alojamiento regulado.
Sobre la 'infrafinanciación' se pronunció durante el discurso anterior al coloquio. El alcalde informó que en 2023 la ciudad aportó al Estado 1.800 millones de euros, mientras que el municipio recibió 17 millones de euros de financiación, "califíquenlo", se dirigió en ese momento a los presentes. "Estamos muy mal financiados", insistió recordando que las aportaciones del gobierno central suponen "algo más del 15%" del presupuesto, a lo que se añade la singularidad de que siga sin ser reconocido como municipio turístico según la Ley de Haciendas Locales.
Por último, Toni Pérez fue preguntado por la sentencia que condena a Eduardo Zaplana a 10 años y cinco meses de cárcel por los delitos de prevaricación, cohecho, falsedad y blanqueo de capitales en el marco del caso Erial por el que fue detenido en 2018. En este sentido, comenzó diciendo que no había que darle "demasiadas vueltas", asegurando que tenía un respeto "absoluto" a la Justicia y a los procesos judiciales, recordando que no era una sentencia firme y que los hechos se remontaban a su etapa como president de la Generalitat Valenciana, "hace más de dos décadas".
"Más allá de los afectos", continuó afirmando que conoce a Zaplana y que fue "un excelente alcalde de Benidorm en un periodo muy complejo, muy difícil y muy convulso en nuestra ciudad. Pero es una parte de los afectos personales y emociones en las cuales uno no se puede esconder". Y concluyó: "Seguramente, Eduardo Zaplana después de este tránsito tan tortuoso seguirá agradeciendo que haya miles de personas que le saluden en Benidorm cordialmente y seguramente como me puede ocurrir a mí, ahora habrá quien no le salude, pero eso también lo lleva la política".