la caja le cambió deuda por activos antes de ser intervenida

Todas las filiales de Polaris World, el gran 'pufo' de la CAM, en concurso de acreedores

6/02/2017 - 

ALICANTE. Polaris World, la promotora inmobiliaria murciana que se convirtió en uno de los iconos de la crisis del ladrillo en 2008, ha entrado definitivamente en barrena. Todas las empresas del grupo se han declarado en concurso de acreedores voluntario, ante la situación de insolvencia por la que atraviesan.

El juzgado de lo Mercantil número 2 de Murcia ha declarado en concurso de acreedores voluntario a 11 empresas del grupo Polaris, según los distintos edictos que se han publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), y ha encomendado la administración concursal de todas estas sociedades a la consultora PricewaterhouseCoopers Auditores S.L., a la vez que interviene las facultades de administración del deudor.

Las resoluciones, fechadas el pasado mes de enero, confieren un mes a los acreedores de Polaris World desde su publicación para comunicar al administrador concursal los créditos que mantengan con las firmas fundadas en 2001 en la localidad murciana de Torrepacheco por Facundo Armero y Pedro García Meroño (ambos desvinculados ya del proyecto en la actualidad). 

Las sociedades declaradas en concurso son Polaris World Real Estate, Las Islas de Terrazas de la Torre, Penthouses Terrazas de la Torre,  Polaris World Development, Polaris Desarrollo, La Torre Polaris Hotel, Polaris World Network, Polaris Garden, Polaris World Servicios Turísticos, Polaris World Retail, y Baltus Collection. Todas ellas domiciliadas en el 'cuartel general' de la promotora, en el Parque Empresarial Polaris World, junto a la autovía Murcia-San Javier.

La promotora murciana nació en 2001 al calor de la fuerte demanda de segundas viviendas por parte de residentes europeos, especialmente británicos, que se decantaban por urbanizaciones en el sur de Alicante y en Murcia. Polaris World se especializó en resorts con campos de golf, lo que le generó no pocos problemas en los siguientes años por el debate político sobre el modelo de crecimiento urbanístico en la costa (algunos de sus proyectos naufragaron al tumbarlos los ayuntamientos afectados). El entonces presidente, Pedro García Meroño, logró situar la marca en el imaginario colectivo con una agresiva campaña publicitaria en la que ofrecía resorts de lujo a precios ajustados (para la época). 

Con la crisis del ladrillo, no obstante, los pies del gigante (llegó a superar los 600 millones de euros de facturación anual, con una plantilla de más de 1.000 empleados, y poseía 35 millones de metros cuadrados de suelo en la Región de Murcia) se revelaron de barro. Y entre las 'víctimas', la extinta Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), que había sido una de las principales financiadoras de los resorts de Polaris World.

La 'entrega' de la CAM a la promotora murciana fue objeto de duras críticas en el informe que la consultora Deloitte elaboró para el Banco de España del estado de la entidad financiera alicantina tras intervenirla el Regulador a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en julio de 2011, una vez fracasada la 'fusión fría' con Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura. La refinanciación de la deuda de Polaris World con la caja alicantina y la asunción de activos (promociones a medio construir y solares, fundamentalmente) a cambio de rebajar dicha deuda fue una de las últimas grandes operaciones que realizó la CAM antes de ser intervenida. Y, a tenor de lo que se descubrió posteriormente, uno de sus últimos grandes 'pufos'.

Uno de los exconsejeros de la CAM, el sindicalista Gregorio Fernández, declaró en la comisión de investigación de Les Corts Valencianes en 2012 que los préstamos de la caja a la promotora murciana "clamaban al cielo", y que así se lo dijo varias veces al exdirector general de la entidad Roberto López Abad (hoy procesado junto al resto de la antigua cúpula de la caja por  apropiación indebida y administración desleal a cuenta de las dietas que percibió el expresidente Modesto Crespo). Es más, el exconsejero delegado del Banco de Valencia Domingo Parra llegó a declarar ante el juez, en la causa contra los dirigentes del banco, que se sintió "chantajeado" por la CAM para acceder a la citada refinanciación de la deuda en 2011. La CAM, Bancaja, el Banco de Valencia y el Banco Popular tuvieron que asumir activos de Polaris World por valor de 1.200 millones de euros en esa operación, según el Banco de España.

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