Cuando llegas a la isla de Tabarca y quieres hacer una llamada con tu teléfono móvil, no tienes ningún problema para realizarlo. Pero no siempre fue así. Incluso puedes hacer fotos con el móvil, que la isla tiene multitud de rincones que retratar. Con el teléfono móvil ya hacemos más cosas que llamadas, pero eso es otro tema ajeno al que hoy le voy a contar.
La isla de Tabarca es especial por muchas cosas. Por su singularidad. Por su entorno. Por sus aguas cristalinas. Por su pueblo amurallado. Por su gastronomía. Por sus primeros pobladores.
Tabarca es un barrio de la ciudad de Alicante, aunque esta esté en la península y aquella sea una isla. Muchos años tuvieron que pasar para que sus habitantes tuvieran agua potable, electricidad y teléfono. Superada estas carencias, la isla necesita de más atención y cuidado, como el control de asistencia de turistas en verano y la instalación de boyas para que las embarcaciones de recreo no echen el ancla al fondo, sino que amarren en ellas, evitando así que se deteriore la posidonia, tan dañada por el hombre.
La isla de Tabarca es una joya que hay que pulir, no dejarla a su suerte. Bien vendría que el pueblo amurallado viera pavimentar con adoquines todas sus calles, no sólo las principales, y que las fachadas de las casas se encalen con un blanco inmaculado y pintando de azul el marco de las puertas y ventanas reproduciendo con estos colores la bandera de Alicante. La isla de Tabarca es nuestra Mikonos, pongámosla en valor. Me dirá que Tabarca no es una isla griega, y acierta. Las comparaciones son odiosas, ya lo sé, pero busque en YouTube un documental reciente de Mikonos y otro de esta isla de Tabarca y saque sus propias concusiones sobre lo cuidada que está la primera y lo descuidada la segunda. Invierta, señor alcalde, que la isla de Tabarca lo merece.
Después de esta reivindicación que no me he podido callar, deje que le cuente el significado del título de esta crónica.
Me pregunto por qué tardó tanto en instalarse el teléfono en Tabarca, nada menos que en 1975. Si uno piensa que el teléfono se inventó en 1854 por el italiano Antonio Meucci, patentado por primera vez por el escocés Alexander Graham Bell en 1876, que en España empezó a operar desde Madrid el 18 de enero de 1878 cuando el rey Alfonso XII llamó a su prometida María de las Mercedes unos días antes de su boda, enlazando telefónicamente los palacios de Madrid y Aranjuez, que la primera línea telefónica instalada en Alicante fue el 8 de junio de 1884 entre el Gobierno Civil y el Gobierno Militar, que la primera red en Alicante se montó con 50 abonados en 1886, y que la Compañía Telefónica Nacional Española nació el 19 de abril de 1924, entonces ¿por qué pasó tanto tiempo para que la isla de Tabarca tuviera teléfono?
Buena pregunta, ¿fue por falta de interés de las autoridades municipales? La isla a veces estaba más lejos de Alicante de lo que está en realidad. Ahora le cuento cuando se inauguró la línea. Mirando hemeroteca y consultando las “Crónicas de Nueva Tabarca” de Armando Parodi, me permito recuperar del pasado esas voces que tanto lo reivindicaron y esas otras que lo celebraron con tanta efusión, ya fuera por parte de los tabarquinos o de las autoridades locales y provinciales. Que, para salir en la foto, todos se apuntan.
El Diario Información de Alicante daba la gran noticia. Publicaba el 10 de enero de 1975 una columna de opinión firmada por Juan Antonio Casinos en la que afirmaba que “desde la tarde del pasado miércoles Tabarca ha vencido la batalla ancestral de su aislamiento al disponer de un servicio telefónico directo que la une a través de un cordón umbilical de un radio-enlace con un canal de frecuencia desde la banda de VHF, con salida a la red nacional e internacional”.
En el Ayuntamiento de Alicante, Evaristo Manero, teniente de alcalde, y el concejal Adrián Dupuy, convocaron una reunión para ratificar el éxito de las pruebas que se habían realizado en Tabarca para poner en funcionamiento este “aparato”. Estos ediles, junto con Juan Carlos Tur, formaban parte de la comisión para la promoción de la isla de Tabarca.
El teléfono se había instalado en la casa de Baltasar López, alcalde pedáneo. El número era el 222619, sin prefijo. Los vecinos de la isla estuvieron usándolo sin parar para comunicar con familiares y amigos que residían en la península, tanto que Evaristo Manero quiso comunicar con Tabarca el día de esa reunión para demostrar su funcionamiento, y no hubo mamera de conseguirlo, siempre comunicaba. Ya saben lo que son las novedades, y más entonces, acaparan el interés de todos. Imagínelo en un pueblo tan pequeño como el de Tabarca. Luego vendría la pregunta de quien pagaba esas conferencias, que tuvieron que regular para que nadie se llevara sorpresas desagradables cuando tuviera que pagarlas.
La inauguración oficial de la instalación del teléfono en Tabarca se hizo eco en los periódicos La Verdad y Diario Información del 17 de enero de 1975. El día anterior acudieron desde Santa Pola a la isla de Tabarca Benito Sáez González-Elipe, gobernador civil y jefe del Movimiento; Pedro Celestino Rey Ardid, comandante naval de Alicante; Monzón Meseguer, presidente de la Diputación; García Romeu, alcalde de Alicante; Alonso, coronel de la Guardia Civil; además de otras autoridades y de algunas de sus esposas, que no quisieron perderse semejante acontecimiento.
En tierra fueron recibidos por el alcalde pedáneo, numerosos vecinos, con el lanzamiento de cohetes y el repique de campanas. Era un día grande en la isla y había que celebrarlo.
El gobernador civil hizo tres llamadas: la primera con el subsecretario del Ministerio de la Gobernación, la segunda con el ministro de Información y Turismo, la tercera con el director general de Ordenación del Turismo.
El alcalde pedáneo manifestó la emoción de todos los tabarquinos; el alcalde de Alicante dijo que era el primer paso del despegue turístico de la isla. Las autoridades la visitaron y cantaron una salve marinera en el interior de la iglesia para dar gracias a Dios por el éxito de la instalación del teléfono en Tabarca.
Años después, el 18 de julio de 2012 el periódico La Verdad informaba de que Cultura aceptaba la instalación de una antena de telefonía móvil, que había negado el año anterior. Se instalaría en una casa de la gran plaza de la isla. Tabarca entraba en la modernidad…