Sonia Castedo se deja ver en la noche alicantina mientras busca su sitio en política

ALICANTE. La exalcaldesa de Alicante Sonia Castedo, alejada de la vida política tras su procesamiento en la rama alicantina del 'caso Brugal' (del que ha salido absuelta), recupera su vida social. Tras darse un baño de multitudes en una cena organizada por algunos de sus más estrechos colaboradores en el PP, Castedo ha vuelto a la vida social y se ha dejado ver sin reparos en la noche alicantina.

La exalcaldesa, que a estas alturas deshoja la margarita de su futuro político, se ha dejado ver en la zona de pubs de Castaños en la capital alicantina, donde no ha tenido problemas en posar para fotografiarse con algunos de sus 'fans', tanto militantes o simpatizantes del PP como ciudadanos anónimos con un especial cariño por la exalcaldesa.

En los mentideros políticos se comenta desde hace tiempo que Castedo tiene ganas de volver al ruedo, y que estaba trabajando en esa dirección incluso antes de conocer el sentido del fallo de la Audiencia. Ahora que ha sido absuelta, con más motivo. Lo que parece claro es que no será en las filas del PP, que ya tiene armado su proyecto en Alicante con Carlos Mazón y Luis Barcala como referentes.

En el terreno de la especulación, aunque cada vez con más visos de convertirse en realidad, se contempla un amplio abanico de posibilidades, que va desde la nada, es decir, que Castedo renuncie a volver a la política, hasta el encabezar una lista al Ayuntamiento en las próximas municipales. De ser así, las opciones van desde una lista independiente (al estilo de la de Jesús Gil en Marbella) a su integración en la marca Contigo, que en los últimos comicios dio cobijo a varios ex Cs.

Lo cierto es que a la exalcaldesa no le faltan amigos en Contigo. El propio Fernando Sepulcre (concejal con Cs y candidato sin acta de la marca verde en 2019) o el flamante líder de la recién creada formación en Tibi, José Marín, son solo algunos. Sea de una forma u otra, la posibilidad de que Castedo, libre de pecado, vuelva a la política, pone nerviosos a unos y entusiasma a otros. De momento, la exalcaldesa se deja querer.