ALICANTE. La Compañía Nacional de Teatro Clásico llega al festival FRESCA! de Cultura de la Generalitat ofreciendo El diablo cojuelo, de Rhum & Cia, el miércoles, 13 de julio, a las 22:30 horas, en la Plaza de Toros de Alicante. La delegada territorial del Institut Valencià de Cultura (IVC), Alicia Garijo, ha reivindicado el festival FRESCA! como una gran ventana a lo mejor de la escena nacional e internacional en Alicante. “Estamos disfrutando de una ocasión única para vivir las artes escénicas en un marco único, diseñado exclusivamente para poner al espectador a pie de escenario, lo que hace de FRESCA! una experiencia realmente satisfactoria y emocionante”, ha dicho Garijo.
El festival FRESCA! ofrece su segundo espectáculo de teatro, en este caso El diablo cojuelo, un clásico de Vélez de Guevara, adaptado por Juan Mayorga, dirigido por Ester Nadal y llevado a cabo por una compañía de payasos. Una trepidante producción que cautiva con el ritmo de la acción y su enorme fuerza.
Se trata de una obra con dos tramas: la de la loca obra de Vélez y la de una compañía siempre a punto de fracasar. Y así es como Jordi Martínez, Joan Arqué, Roger Julià, Piero Steiner, Mauro Paganini y Xavi Lozano interpretan personajes del siglo XVI, levantan tejados y viajan por las tierras y los aires de una España esperpéntica. La mirada ingenua y salvaje del payaso es capaz de homenajear al clásico y, al mismo tiempo, reírse de él y de nuestra relación con los clásicos, en general.
El diablo cojuelo es una de las producciones más relevantes de la escena actual, que pasará por los principales escenarios y festivales, y que el público alicantino y visitante puede disfrutar en el escenario principal de FRESCA!
Rhum & Cia inició su trayectoria en 2014 y, entre muchos otros, sus narices rojas han estado en los escenarios de los principales teatros del territorio nacional y han participado en festivales de la talla del Festival Grec (en 3 ocasiones), Temporada Alta, Feten o Trapezi. Además, han cosechado numerosos éxitos, y también premios, buscando el humor absurdo y gamberro, pero también la magia, la ternura y la emoción, siempre desde la esencia del payaso.