El Puerto acelera los contactos con la industria de Alicante para captar tráfico y ya piensa en crecer

ALICANTE. La nueva etapa en la gestión del Puerto de Alicante echa a rodar con la puesta en marcha de la hoja de ruta trazada por su actual presidente, Luis Rodríguez. Él mismo la anticipó en el discurso de su toma de posesión oficial del cargo, el pasado diciembre. Su prioridad sería conseguir que el Puerto se abriese a la provincia y que ganase competitividad. Y no ha esperado para ponerla en práctica con el despliegue de una ronda de contactos con los representantes empresariales de los principales sectores productivos asentados en Alicante con el propósito de trasladarles las posibilidades del Puerto como canal para el desarrollo de su actividad de comercialización con el exterior.

En esta línea, Rodríguez, junto a los responsables de la División Comercial del Puerto, viene manteniendo una intensa agenda de reuniones desde antes de diciembre (su nombramiento se produjo a finales de septiembre) con empresarios y directivos de compañías exportadoras con la pretensión de ofrecer los servicios del Puerto para organizar la distribución de sus mercancías y, así captar nuevos tráficos, al plantear las ventajas competitivas que supone respecto a otras alternativas tanto en agilidad como en término de costes. Entre ellas, el Puerto de València, que -según se sostiene- ahora se encontraría en una situación de cierta saturación, a la espera de que se ejecuten las obras de su ampliación, ya autorizadas por el Gobierno central.

En esta línea, fuentes consultadas precisaron que esa ronda de encuentros se ha extendido ya a la industria hortofrutícola, con fuerte implantación en la comarca de la Vega Baja, así como con compañías del textil y del calzado, con expectativas de que el puerto pueda convertirse en el punto de salida de sus productos, o de entrada para el acopio de suministros, como ya sucede fundamentalmente con el sector de la piedra natural o con el movimiento de graneles, del que, hasta ahora, ha dependido cerca del 50% de su tráfico marítimo, al margen del transporte de vehículos en la conexión con Canarias.

La captación de nuevas exportaciones sería una posibilidad que ahora también se vería reforzada con la próxima conexión con el Corredor Mediterráneo, para la que se piensa en dotar al Puerto de una nueva terminal interna, según apuntó Rodríguez en diciembre. Y también ante las primeras muestras de desbloqueo en las relaciones comerciales con Argelia: un país en el que se han desarrollado distintas acciones comerciales en colaboración con la Generalitat, con la Cámara de Comercio, con el Icex y con Casa Mediterráneo para abrir mercados a los productos alicantinos.

En principio, esos contactos con los sectores productivos de la provincia podrían haber dado pie al inicio de negociaciones puntuales que podrían fructificar en futuros acuerdos, al margen de que, según las mismas fuentes, también se estaría en conversaciones para captar a una posible nueva compañía naviera dedicada al tráfico de mercancías, en un contexto en el que se habría ganado capacidad operativa con la llegada de la segunda terminal, operada por Hub Portuario de Alicante (JSV Logistic y Francisco Naranjo) en la explanada del muelle 11, operativa desde finales de octubre. En principio, según fuentes consultadas, se trataría de habilitar una nueva línea de conexión con el Norte de África.

Más superficie

Pero no solo eso. En los primeros pasos para el desarrollo de esa hoja de ruta, que se pretende definir mediante la elaboración de un Plan Estratégico para el periodo 2024-2028, como explicó Rodríguez, se incluye también un segundo objetivo que debería tener avances a medio plazo: la planificación del crecimiento del Puerto. 

En este sentido, se alega que ya no existirían grandes parcelas de suelo disponible en el perímetro del recinto portuario en el que se concentra la actividad empresarial (de hecho, ya existen dificultades para dar encaje a proyectos empresariales como la nueva planta acuícola promovida por Aquaculture) por lo que se considera necesario abordar una ampliación que podría organizarse mar adentro o en su zona sur, en función de cuál sea la mejor alternativa que se precise en los correspondientes estudios técnicos preceptivos para diseñar esa expansión. 

Esa pretendida ampliación reviste de complejidad técnica, requiere de una procelosa tramitación administrativa y, por último, exige la correspondiente financiación, con lo que resultaría imprescindible el respaldo de varias administraciones, como ya ha sucedido en el caso del proyecto del Puerto de València. De ahí que el propio Rodríguez también aprovechase su discurso de toma de posesión del cargo para solicitar ese apoyo tanto a la Generalitat como al Gobierno central, ante la presencia del jefe del Consell, Carlos Mazón, y del presidente de Puertos del Estado, Álvaro Rodríguez.

A todo ello, se une, además, la apuesta que se prevé mantener por el aterrizaje de nuevas actividades especializadas en el sector tecnológico y de la innovación, que ya comenzó a desarrollarse bajo las etapas de Juan Antonio Gisbert y de Julián López, y en la que se pretende seguir profundizando ahora con proyectos como el promovido en colaboración con la Conselleria de Innovación para crear un hub tecnológico centrado en la Inteligencia Artificial (IA) y sus aplicaciones en las antiguas instalaciones de la empresa Amaro.