Los Productores Valencianos rompen con Guarinos y le acusan de "manipulación"

VALÈNCIA. El audiovisual valenciano siempre se ha destacado como un sector que ha peleado sus reivindicaciones en voz baja, en las distancias cortas, o que lo han resuelto negociando mucho sin llamar la atención. Lo hacen porque sus producciones son las más dependientes de la concesión de una ayuda o una compra de derechos, y dependiendo casi siempre de un criterio subjetivo, cualquier enemigo puede torcer definitivamente el trabajo de años y años. Por eso el pulso entre Productors Audiovisuals Valencians, una de las tres principales asociaciones de productoras, y el Institut Valencià de Cultura es casi inédito.

El episodio de ayer dejó claro que la asociación rompía definitivamente con el director general del IVC, Abel Guarinos, tras sus palabras del pasado jueves, y directamente han decidido cortar cualquier interlocución con él. Pongamos contexto: en el proceso de elección del nuevo director adjunto de audiovisuales, el comité está formado por tres cuotas: tres personas propuestas por el propio Institut, tres personas propuestas por las asociaciones del sector, y otras tres propuestas por organismos de otras comunidades autónomas y À Punt. Las tres asociaciones a las que pidieron propuestas fueron AAPV —de actores y actrices—, AVANT —de productoras—, y la Acadèmia Valenciana de l’Audiovisual (que en principio, será fija). 

PAV, que reúne algunas de las productoras con más solera del audiovisual valenciano, se sintieron “ignoradas” y emitieron un comunicado el mismo día de la elección del nuevo responsable de La Filmoteca censurando el método de elección. El comunicado estaba pensado para ser firmado junto a otra asociación, AVAPI, pero hubo un componente político (concretamente, la crítica a la inclusión de miembros de organismos catalanes y baleares) que disipó la unanimidad.

Ante la pregunta de Culturplaza en la rueda de prensa de La Cabina sobre ese comunicado, Guarinos no hizo más que restarle importancia: califico la protesta de “muy minoritaria”, y la redujo a “seis empresas” de “una de las seis asociaciones”. De paso anunció que la presidenta de la asociación, Giovanna Ribes, había dimitido a raíz del propio comunicado.

Pues bien, ayer la PAV celebró una asamblea extraordinaria para negar la mayor: las productoras reiteraron lo suscrito en el primer comunicado y lo hicieron acompañado la nota de prensa de una foto conjunta para dejar claro que la unidad no está rota. Este segundo comunicado es aún más duro que el primero, acusando a Guarinos de “faltar a la verdad”: "PAV adoptó la decisión por mayoría absoluta de emitir un comunicado, exigiendo la dimisión de Abel Guarinos, debido al procedimiento por parte del IVC a la hora de componer la comisión de selección de la persona que debe regir la política audiovisual valenciana", negando así la falta de consenso dentro de la asociación.

La PAV ve en las palabras del director del IVC el “menosprecio” definitivo, al sobreentender que si sus asociaciones representan “solo eso”, no las toma en consideración. Por eso, dicen —a declaraciones a este diario— que dan por perdida la relación con Guarinos. El mismo pidió una reunión con la asociación tras el incidente de la semana pasada, pero las productoras se han negado: ahora mismo la interlocución que esperan son las explicaciones de Raquel Tamarit, sobre el comité de selección y sobre lo que entienden como un “desprecio absoluto” de Guarinos. Fuentes de la asociación apuntan a que esta era “la gota que colma el vaso” en “la deriva política” del Institut Valencià de Cultura, que entienden que “da la espalda al sector”.

Pero la vuelta de tuerca definitiva fue la “primicia” dada por Abel Guarinos en la rueda de prensa de La Cabina, al afirmar que Giovanna Ribes había dimitido. En noviembre de 2021, la PAV eligió como nueva presidenta a Mónica Fernández por dos años, pero poco después, dimitió, y Ribes volvió a tomar las riendas, aunque dejando claro ya entonces que era “presidenta en funciones” a la espera de nuevas elecciones. Según explica la propia implicada, “no he ocultado a nadie que yo estoy a la espera de que me sucedan”.

Por eso le sorprendieron especialmente las declaraciones de Guarinos, que el comunicado de ayer niega, ratificando a Ribes como la actual presidenta, y considerando que el cargo público del director del IVC “no le permite hacer comentarios personales, ni son su competencia el funcionamiento interno de las asociaciones de productores que son las únicas con derecho a poder hacerlo”. El comunicado habla de “falta de respeto”, pero en privado se habla directamente de “manipulación” con la intención de “desacreditar” las quejas de las productoras. Lo que podía ser un desliz, ha acabado rompiendo casi definitivamente las relaciones IVC-PAV, a la espera de que la Conselleria de Cultura sea la que medie.