ALICANTE. La tecnológica alicantina Orizon ha anunciado la disponibilidad de la segunda generación de su plataforma BOA para la mejora continua del rendimiento tecnológico de las grandes empresas durante el tercer trimestre de este año. Según la empresa, la plataforma integra una serie de componentes que la convierte en única en el mercado.
BOA 2, motor del Performance Operation Center (PoC) de Orizon, vigila de manera constante el comportamiento del software de las grandes organizaciones desde diferentes perspectivas y desde el concepto dinámico, es decir mientras se ejecuta, frente al concepto clásico de calidad estática. Así, y durante su funcionamiento, la solución detecta problemas e ineficacias de, por ejemplo, disponibilidad, tiempos de respuesta, consumo de infraestructura o cumplimientos de ANS, y propone acciones para aprovechar las oportunidades de mejora.
Con BOA 2, en la que Orizon totalizará una inversión de 1,8 millones de euros, la compañía lleva esta capacidad, hasta ahora muy ceñida a los sistemas centrales (mainframe), procesos batch y otros entornos on-premise de las organizaciones, al entorno cloud. Con ello, las grandes organizaciones podrán disponer de una vigilancia exhaustiva y en tiempo real del comportamiento de sus aplicaciones, plataformas e infraestructura en estos entornos, caracterizados por su alta complejidad y basados, en numerosas ocasiones, en tecnologías muy emergentes y poco consolidadas.
Según adelanta Orizon, BOA 2 integra una serie de componentes técnicos que sitúa a esta solución muy por delante de las herramientas que sólo detectan errores, pero sin aportar soluciones definitivas, gracias a su capacidad de análisis desde el origen y de impacto en el negocio. Los componentes que integra BOA 2 son su modelo de captura de datos, su capacidad algorítmica para ordenar la información, analizar el comportamiento, detectar y resolver problemas, así como la capacidad de aprendizaje de la solución. Igualmente, la compañía analiza actualmente la disponibilidad de la solución en los principales hiperescalares (AWS, Google Cloud y Microsoft Azure), dependiendo del modelo de negocio.
Respecto al primero de estos componentes, el modelo de captura de datos, Orizon ha detallado que está basado en el concepto de data lake o lago de datos, alineado con las últimas tendencias en observabilidad. Así, sin necesidad de instalar ningún tipo de agente y con independencia de su formato (estructurados, semiestructurados o no estructurados), BOA extrae, almacena y procesa grandes volúmenes de datos, sin límite de tamaño, procedentes de la operación de las aplicaciones e infraestructuras de las grandes empresas (desde el mainframe, DB2 y otros tipos de BBDD hasta herramientas de monitorización y automatización de procesos como Dynatrace y Control-M) para ordenarlos, analizarlos y correlacionarlos con el objetivo último de mejorar el rendimiento tecnológico de las grandes empresas.
Para llevar a cabo estas funciones, que se realizan fuera de la infraestructura del cliente, BOA 2 usa una serie de algoritmos propios para el tratamiento de la información, de Amazon Simple Storage Service (S3) como repositorio de almacenamiento y de Amazon EKS para la ejecución de Kubernetes, si bien la nueva arquitectura de BOA 2 permite que estos componentes puedan cambiarse por servicios similares de otros hiperescalares.
Esta aproximación, cada vez más generalizada en entornos como el de la gestión proactiva de la ciberseguridad, es parte de la orientación de BOA 2 al servicio bajo el modelo de Performance Operation Center (PoC), que ofrece máxima usabilidad y resulta muy efectivo en costes para los clientes. Además, gracias a su capacidad para escalar, BOA puede procesar grandes volúmenes de información y hacerlo, además, muy rápidamente.
El segundo gran componente de BOA 2 anunciado por Orizon son los algoritmos. De hecho, y gracias al uso intensivo que hace de algoritmos de IA y machine learning, el 80 % de la funcionalidad de la plataforma está automatizada. Estos algoritmos, apunta Orizon, son fundamentalmente de tres tipos. Los primeros, mencionados antes, son los que permiten ordenar y correlacionar la información, y embeben conocimiento para determinar qué es lo que BOA tiene que buscar; a saber, causas raíz de las ineficiencias en procesos batch (errores de planificación, condiciones horarias, dependencias, tiempos de espera…) y en otros tipos de procesos (errores de código, cambios en el software, bucles…) tanto en entornos on-premise como en la nube y en entornos híbridos.
El segundo tipo de algoritmos, y este es un aspecto diferencial de BOA desde su origen, se enfoca a la resolución de incidentes y problemas; para ello analizan el comportamiento de software desde diferentes perspectivas (disponibilidad, tiempos de respuesta, consumo de infraestructura, cumplimiento de ANS…) y detectan oportunidades de mejora. Los algoritmos de BOA cubren el 79 % de los problemas o malas prácticas.
En el tercer tipo de algoritmos de BOA 2, en proceso constante de aprendizaje y entrenamiento, descansará su capacidad de predicción, capacitándola para recomendar con antelación las acciones más adecuadas. A modo de ejemplo, en un análisis inicial BOA es capaz de identificar diariamente los problemas existentes; por ejemplo, el redimensionamiento de infraestructuras ante un pico de demanda que se repite con una determinada frecuencia, y actuar en consecuencia para evitar su reproducción en el sistema para, posteriormente, ir ajustándolo a fin de contener su crecimiento.
La medición constante es la clave para la optimización continua y por eso BOA 2 ofrecerá más de 150 KPI (indicadores clave de rendimiento) alineados con las prioridades y requerimientos de cada organización. Estos KPI también se basan en algoritmos desarrollados por Orizon de acuerdo con su estándar de mejora continua del rendimiento, único en el mundo.
Además, la evolución de BOA también alcanzará a la presentación de datos, un módulo caracterizado, apunta Orizon, por su granularidad y por la flexibilidad en cuanto a formatos de presentación, teniendo en cuenta las necesidades de distintos perfiles profesionales (arquitectos y desarrolladores de software, producción, canal negocio, dirección y nivel ejecutivo), y cuyo acceso está securizado con Keycloak.
Según Ángel Pineda, CEO de Orizon, “la complejidad creciente de las infraestructuras, especialmente con la expansión de la nube y los entornos híbridos, ha supuesto un descalabro en términos de costes para muchas empresas que buscan urgentemente cómo gestionar el rendimiento de su tecnología en el actual entramado, pero asegurando al mismo tiempo la calidad del servicio y el control de los costes”. “BOA 2”, explica Pineda, “responde a esta necesidad ofreciendo toda la potencia de nuestro estándar de eficiencia del software en estos entornos y desde un punto de vista dinámico con máxima escalabilidad gracias a su carácter modular”.
Por su parte, según José Manuel Desco, director general de Orizon, “con esta nueva arquitectura y nuestro modelo de componentes, tenemos la capacidad de sumar nuevas derivadas a nuestro negocio y damos un paso adelante para seguir impulsando la cultura del rendimiento en las grandes empresas”. “BOA 2, -añade Desco- “busca facilitar a los responsables de la toma de decisiones una herramienta que verdaderamente responda a preguntas críticas como, por ejemplo, cuánto me cuesta mantener funcionando mis aplicaciones en los entornos on-premise y en la nube, está el departamento de TI alineado con las prioridades del negocio o me ofrecen los proveedores de servicios unos tiempos de respuesta adecuados y cumplen con los acuerdos de nivel de servicio establecidos; y, también capital, propone acciones para asegurar la mejora continua del rendimiento y comprueba el impacto tras su implementación, dentro de un círculo virtuoso en retroalimentación continua”.