ONDARA. El Ayuntamiento de Ondara quiere ejecutar la ampliación, mejora y modernización del bar y restaurante de la Plaza de Toros, una obra que ha quedado desierta en otras ocasiones y por lo que el consistorio ha tenido que revisar el proyecto y aumentar la inversión prevista para esta intervención tan demandada por los vecinos.
Las obras ya ha salido a licitación, por una cantidad de 250.000 euros, 60.000 más de los 190.000 euros por lo que se pretendía hacer esta obra el pasado año. El alcalde de Ondara, José Ramiro, confía en que esta vez el proyecto salga adelante y se pueda poner en marcha cuanto antes el servicio que es tan necesario en el coso local.
Las empresas que quieran optar a esta obra tienen de plazo hasta el día 19 de abril para presentar sus propuestas y adaptarse al pliego de condiciones elaborado por el Ayuntamiento para ejecutar esta ampliación y modernización del restaurante de la Plaza de Toros. Ramiro ya adelantó a Alicante Plaza hace unas semanas que calculaba que la actuación se fijaría en unos 250.000 euros y no se equivocó.
Con este aumento de la inversión se pretende que el proyecto no quede desierto como ocurrió el pasado año. El plan de obra contempla numerosas mejoras para hacer más atractivo el recinto, pero también hay cambios en el plan de trabajo para atraer a más empresas. Precisamente, en este último punto se ha optado por cambiar el revestimiento exterior, donde había previsto unos materiales que podían encarecer la obra.
Ahora se ha optado por un material adaptado a las necesidades actuales y al fin del proyecto. Desde el gobierno defienden que la intención de la obra sigue siendo la misma: modernizar el local y dar un servicio acorde a las necesidades actuales. Por ello, se conserva la idea de la creación de terrazas, como indicaba el pliego original.
El bar deberá estar ubicado en una sola planta para facilitar el acceso a vecinos y usuarios. El recinto, una vez reformado, tendrá un nuevo acceso, por la calle General Bosch, por donde entrarán tanto empleados como las mercancías necesarias para el trabajo diario, todo para garantizar así los parámetros sanitarios. El establecimiento será de unos 140 metros cuadrados, pero de ellos habrá un total de 117,34 metros útiles. De ellos, 57 metros se destinarán a terrazas para los clientes del nuevo restaurante.
El interior del local estará dividido en dos partes. Por un lado estará la sección que se reservará a los clientes, mientras que, por otro, se reserva un espacio grande para el trabajo de los empleados y la elaboración de los platos y el trabajo propio de un negocio de hostelería. El local también podrá hacer uso del interior de la plaza, con el fin de que quien finalmente regente este negocio pueda celebrar actos o celebraciones.