ALICANTE. El Elche se halla inmerso en una profunda crisis de juego y resultados. No cabe concluir otra cosa, después de que el equipo de Francisco Rodríguez haya perdido tres y empatado uno de los cuatro partidos disputados, en los que, además, ha encajado nueve tantos y anotado solo uno.
Los franjiverdes arrancarán la jornada 5 como antepenúltimos con un punto, uno más que el Cádiz, el colista, y los mismos que Getafe y Sevilla. Todos ellos protagonizan un decepcionante arranque de curso, pero el del Elche llama la atención porque los mismos jugadores que firmaron una permanencia holgada en LaLiga Santander hace solo unos meses, ahora están ofreciendo unas prestaciones tan bajas en esa misma categoría. Muchas miradas apuntan también al técnico, quien tras la derrota ante el Villarreal se hacía "responsable" de la errática marcha del equipo, e incluso a la propiedad.
Francisco confesaba la semana pasada haber terminado "hasta el gorro" del mercado de fichajes y no era para menos. La lógica distracción provocada por este en muchos, empezando por el almeriense y siguiendo por jugadores como Lucas Boyé (como confesó el propio Francisco), puede estar detrás del rendimiento en los entrenamientos y por extensión en los partidos (los segundos rara vez dejan de ser reflejo de los primeros) o del propio técnico a la hora de afrontarlos tácticamente, toda vez que ha habido planteamientos que se han desvelado como ineficaces.
Ahora bien, todos tienen coartada: puede que la Real Sociedad o el Villarreal hubiesen encontrado más problemas para vencer la oposición defensiva del Elche de haber optado Francisco por una defensa de tres centrales, pero difícilmente el equipo franjiverde hubiese obtenido un resultado distinto de la derrota de haber apostado por un enfrentamiento directo por el balón ante los citados conjuntos, como hizo frente al Almería, por ejemplo; jugadores como Enzo Roco, uno de los protagonistas negativos de la derrota en Sevilla con el Real Betis, donde fue incluso sustituido en el descanso, respondió al técnico (y su confianza) en la jornada siguiente (ante el Almería), rindiendo a buen nivel y otros como el mencionado Boyé, no se puede obviar que se han visto lastrados por los problemas físicos durante una pretemporada en la que una parte de los refuerzos ha llegado tarde y otra incluso con la competición iniciada. Esto puede llevar a señalar también a Christian Bragarnik (hay quien cree que el propio entrenador lo hizo el domingo en València), pero hasta el propietario tiene justificación, porque su apuesta por el último día de la ventana de fichajes le ha venido resultando fructífera al club (tanto en lo económico como en lo deportivo) en las temporadas anteriores y en esta todavía no hay razones para creer que no vaya a ser así porque, si bien tuvo que fichar para cubrir la baja de un futbolista sobre la bocina, el recambio llega 'avalado' por la avalancha de críticas por su salida en el entorno de su anterior club.
LaLiga Santander no suele dar segundas oportunidades como la que tuvo el Elche en la 2019/20 para reengancharse a la competición tras 16 jornadas sin conocer la victoria con Jorge Almirón en el banquillo, por lo que conviene enderezar el rumbo cuanto antes, pero teniendo en cuenta que el calendario ni era ni sigue siendo propicio, tampoco se puede exigir que en dos semanas se le dé la vuelta a la tortilla (ojalá). Es pronto para quemar las naves.
En el pasado, con el propio Almirón, también con Fran Escribá y por supuesto con Francisco, el equipo superó situaciones tanto o más difíciles que la actual. Para lo anterior es fundamental que el gen competitivo que ha caracterizado al vestuario franjiverde vuelva a brillar y, si no se consigue la victoria, que ocurra como en temporadas anteriores: que se venda cara la derrota. Solo así, a medio plazo, el Elche sacará la cabeza. Mientras, se deberá también hacer gala de la capacidad de sufrimiento que se ha demostrado que se tiene (por mucho que te refuerces y mejores tu plantilla cada verano, los demás también lo hacen y la pelea por el objetivo de la permanencia sigue siendo igual de cara) y esto último va por la plantilla y cuerpo técnico, pero también por el entorno.
