PETRER. Analizar el alcance de las redes sociales creadas por los espacios de trabajo colaborativos en zonas rurales o periféricas. Es el plan de Mikel Oleaga, colaborador de Impact Hub y, actualmente, inmerso en un proyecto europeo para analizar el impacto de coworking en ciudades medianas y pequeñas. Es un estudio académico con una parte de análisis muy profundo en comunidades de Europa. Una de ellas, en la que trabaja desde hace más de un mes y seguirá en las próximas semanas, es Genion Lab, en Petrer. Así, este espacio será el único de España que participa en este análisis. Oleaga habla con Alicante Plaza para explicar este estudio.
Y es que, Oleaga es investigador del proyecto europeo Coral-ITN, una red que pretende entender mejor los espacios de trabajo colaborativos en zonas rurales y periféricas de la Unión Europea, así como sus impactos a nivel local y regional. El plan comenzó en 2021 y acabará en 2024 y está financiado con fondos de la convocatoria europea Marie-Curie. Así, desde un consorcio de universidades, agentes regionales, administraciones públicas, asociaciones e industria ponen el foco en los espacios de trabajo colaborativo y su influencia en determinadas áreas.
En este plan trabajan quince jóvenes investigadores en muy diversas líneas de investigación como género, empleo, bienestar o la medición de impacto. En el caso de Oleaga, su línea de especialización es la del impacto para el fomento del emprendimiento. "He puesto uno de los focos en Petrer para ver cómo contribuyen los espacios colaborativos a generar redes sociales físicas fundamentales para ese emprendimiento. Para que el ecosistema funcione el capital social y el acceso a esas redes es fundamental. Permite movilizar recursos, financiación y contactos y colaboración con otras personas. El proyecto de Genion Lab encaja muy bien en el panorama que quiero estudiar".
Este plan dentro del plan europeo 'Exploring the impacts of collaborative workspaces in rural and peripheral areas in the EU' se estudia el fenómeno del crecimiento de espacios colaborativos de la llamada tercera ola en la que comienzan a crecer en zonas periurbanas desde que el trabajo en remoto se normaliza más.
En estos momentos, Oleaga trabaja en el análisis de redes sociales en Petrer. Lo hace juntándose con la comunidad de Genion Lab y de más espacios para emprendedores en el municipio, como Petreremprende, la actividad en La Ciudad sin Ley, la Concejalía de Desarrollo Económico, o antiguos miembros de los coworkings. "Se define cuál es el límite de esa comunidad. Ahora realizo reuniones con todas las partes en una primera fase para ver con quienes se han creado lazos valiosos -a varios niveles- para el foco de mi trabajo".
Así, se tiene en cuenta las características de cada persona entrevistada, sus conexiones, afinidad social, la relevancia o la necesidad de los intercambios y el nivel de confianza alcanzado. "Con eso trazaré un mapa con muchos datos para analizar más tarde qué factores influyen realmente en su entorno", asegura el investigador. Las conclusiones a las que quiere llegar pasan por conocer si la gente de Genion Lab conecta más y si las conexiones son naturales o no. Después de ese mapeo y resultados preliminares seguirán más entrevistas para conocer en profundidad las historias. Oleaga mostrará los resultados preliminares y más fases de su estudio tras alcanzar las conclusiones.
El plan de Oleaga quizá pase también por investigar otro ecosistema de población similar a Petrer en cuanto a tamaño, pero más remoto y aislado. Sería Inverness, en Escocia. Lo que es seguro es que el siguiente paso tras Petrer sea en Austria para comprobar la migración hacia el campo de personas que viven en ciudades. "Mucha gente decide irse a ciudades periféricas o pueblos para trabajar ahí. Hay personas que se mudan, que trabajan y empiezan un proyecto duradero. La clave para el desarrollo es fijar la actividad económica de esas personas en el nuevo territorio. Hay que tener en cuenta que en muchos casos esos cambios pueden suponer un cambio negativo con la gentrificación. Existe la hipótesis de que los espacios de coworking ayudan a los recién llegados a aterrizar en un nuevo lugar y a conectarse con la zona y fijar la economía". De este modo, estudiará varios ejemplos para comprobar si es cierta esa hipótesis o no.
Tras estos trabajos y los resultados preliminares, Oleaga comenzará la fase cualitativa de su estudio y las publicaciones científicas con los resultados. Queda por ver el impacto de espacios como Genion Lab en su entorno. El coste total de este proyecto europeo más amplio es de 3,8 millones de euros. Quien lidera esta iniciativa es un partner griego, Panteio Panepistimio Koinonikon Kaipolitikon Epistimon.