Lo que la pandemia nos arrebató, empezando por la vida de miles de aficionados al fútbol

ALICANTE. Este lunes se cumple un año desde que se disputó el último partido con público en el estadio Martínez Valero.

La tarde del 1 de marzo de 2020 el Elche recibió al Numancia en encuentro correspondiente a la jornada 30 en Segunda División A y al que asistieron 10.281 espectadores que disfrutaron de una victoria franjiverde por 2-0. Restaba poco más de una semana para que la Liga se suspendiera por la pandemia de Covid-19 (el equipo que entonces entrenaba José Rojo Pacheta jugó la mañana del 8 de marzo en el estadio de Vallecas ante el Rayo, al que derrotó por 2-3, su último encuentro antes de la suspensión). 

Afortunadamente para el Elche, que acabó el curso 2019/20 con un ascenso a Primera, el fútbol profesional volvería para terminar la competición durante el verano, pero desde entonces ya no ha sido lo mismo: de cara a la desescalada, el Consejo Superior de Deportes (CSD), en coordinación con las Comunidades Autónomas y la Liga de Fútbol Profesional (LFP), estableció que en lo sucesivo se jugase a puerta cerrada... y sin público en las gradas el fútbol es menos fútbol, su ausencia se nota. Y también lo hace en las arcas de los clubes: el franjiverde sufrió un ajuste de ingresos que hizo que el importe neto de su cifra de negocio pasara de los 9.935.323 euros del ejercicio 2018/19 a los 8.271.265 del 2019/20. El Elche cerró el ejercicio pasado en positivo gracias a que pudo cancelar la provisión de 2.053.453 que había constituido para hacer frente a la reclamación millonaria de la Comisión Europea al ser anulada por el Tribunal General de la Unión Europea; tuvo que esperar a julio y agosto (con el ejercicio 2019/20 cerrado) para percibir 757.738 euros por derechos audiovisuales y 307.455 por publicidad y en otoño obtuvo por este último concepto y por la venta de entradas y abonos una suma tan ridícula que en diciembre procedió a dar de baja de su presupuesto los 933.000 euros por venta de entradas y 1.438.000 por comercialización de carnés de abono y de 'socio' que aspiraba a ingresar hasta el 30 de junio de 2021 (con la consiguiente reducción de su límite salarial autorizado en verano por la LFP). Además, el Elche procedió a devolver 247.369 euros a sus abonados de la temporada 2019/20 por los seis partidos de Liga que no pudieron disfrutar al disputarse a puerta cerrada. 

Aunque el ritmo de vacunación no es el deseable, es de esperar que de cara al curso 2021/22 el CSD levante la obligación de jugar a puerta cerrada y, en consecuencia, regrese el público a las gradas de los estadios, volviendo los clubes a disfrutar de los ingresos por 'ticketing'... y el fútbol a ser fútbol. Eso sí, los que no volverán serán las decenas de miles de víctimas que se ha cobrado en España la pandemia en estos 12 meses; a buen seguro que muchos eran aficionados al fútbol.