VALÈNCIA (EFE). Las farmacias valencianas están sufriendo desde este verano el desabastecimiento de una treintena de fármacos, entre ellos antidiabéticos orales, tranquilizantes o fármacos usados para la epilepsia, una situación que se está "enquistando" y está "importunando" a las oficinas de Farmacia.
Así lo asegura a EFE Francisco Martínez, vocal del Colegio de Farmacéuticos de Valencia (MICOF), que indica que en algunos casos los medicamentos pueden ser sustituidos por genéricos u otras formas farmacéuticos, pero otros, son los propios pacientes los que exigen que sea el recetado por el médico.
"Llevamos desde verano con esta situación, que no ha mejorado, y son unos 25 o 30 fármacos los que nos están importunando", asegura Martínez, que añade que entre los medicamentos que sufren desabastecimiento hay antidiabéticos orales como el Ozempic u otros usados para tratar la epilesia como el Dekapine.
También fármacos usaros para el insomnio como el Orfidal, que puede ser sustituido por el lorazepan, o también Efferalgan, un paracetamol que puede ser sustituido perfectamente por un genérico.
"Algunas faltas o carencias son subsanables pero otras no tanto, lo que está generando que la gente vaya a distintas farmacias buscándolo. No es por la procesión sino porque en algunos casos vuelven al médico porque no encuentran el medicamento que buscan", indica.
Según explica el farmacéutico, aunque hay medicamentos que pueden ser sustituidos por un genérico "que es lo mismo, la receta vale igual y la Agencia Española del Medicamento lo da como válido, el usuario no lo quiere porque dice que no le hace el mismo efecto".
A su juicio, este desabastecimiento de medicamentos, algunos de ellos muy económicos, puede tener una mezcla de motivos, entre ellos el aumento de los precios que ha tenido la etapa inflacionista que llevamos desde verano en las materias primas, el transporte, el embalaje o el aluminio, que puede haber resentido su producción. "Todo tiene que ir sumando".
Según explica, un desabastecimiento típico, que puede ocurrir puntualmente y puede deberse a un exceso de demanda o a la retirada de un lote por problemas, se corrige en 15 o 20 días y, mientras tanto, se ofrecen otros medicamentos o genéricos, pero ahora, señala, "ves que esto se está enquistando y que está durando".
A su juicio, la huelga de camiones no puede haber afectado al desabastecimiento de los medicamentos porque es muy reciente y, además, las farmacias funcionan con estocajes muy eficientes y suelen tener unos márgenes de seguridad que les permiten estar funcionando.
Tampoco considera que esta falta de fármacos pueda suponer un problema para la salud o la vida de las personas porque, indica, "estamos en el primer mundo y cuando hay una situación de este estilo las agencias de medicamento autorizan para que se importen determinados fármacos" o en el ámbito hospitalario pueden encontrarse.
Lo que esta situación provoca, según Martínez, es "ensuciar el sistema, un sistema que ya está en un punto de agotamiento grande por la pandemia y la crisis en Atención Primaria, y el hecho de que vuelvan a llamar al médico para decirle que no encuentran un fármaco son piedras que se van sumando y no ayuda nada".