Carrús, el barrio más poblado de Elche con 80 mil habitantes, se ha convertido en el nicho de votantes más deseado (ojo al dato que esta columna de opinión también optó por una denominación carrusera, “de la vía p’arriba”, que es como desde otros barrios se denominaba Carrús en los 60 y 70 con bastante connotación peyorativa). Por el comportamiento de los principales partidos, es evidente que las elecciones municipales en Elche se deciden en buena medida en Carrús. No sé qué cuentas han hecho pero es y ha sido el gran caladero de votos del PSOE y la izquierda de toda la vida. Seguramente los analistas del PP han visto lagunas, que en votos se definen mejor como indecisos y por su parte los socialistas, lejos de confiarse, han advertido que hay que afianzar lo seguro, porque seguro en esta vida no es más que la muerte. Ya les pasó en el barrio de San Antón en 2011 con Mercedes Alonso, primera y única alcaldesa del PP en Elche, que hizo campaña puerta a puerta en el barrio a través de uno de sus vecinos, expresidente de la asociación del barrio, Daniel Rubio, al que colocó en la lista de concejal a cambio de que se pasara por todas y cada una de las casas de sus convecinos y les convenciera de que votaran al Partido Popular.
Sea como fuere, Carrús, el barrio obrero de Elche por excelencia y hasta el año pasado en la lista Forbes de los más pobres de España (en la lista injusta de Hacienda, pero permítanme la licencia de la Forbes), se ha convertido en el objeto de todos los deseos.
Pablo Ruz ha instalado allí su eterna precampaña, incluso una sede en forma de carpa ambulante como él mismo anunció mediante nota de prensa y esta semana ha prometido que si es alcalde, va a abrir una oficina de la Policía Local en la Plaza 1º de mayo para que se puedan hacer las denuncias cerca cuando te roben, el propio Ruz quiso dejar claro que no es por estigmatizar el barrio pero, donde más gente hay, más robos se producen, es matemática.
Mientras, el PSOE se afana por encontrarse con su votante natural avanzando en algunos proyectos para Carrús, aunque la puñetera inflación se lo ha puesto complicado en los presupuestos del año 2023, que son los electorales.
Otras formaciones como Sumar de Yolanda Díaz han oído hablar también de Carrús y las aparadoras y, siguiendo o copiando lo que ya hizo Irene Montero en 2018, se han reunido con la Asociación de Aparadoras de Elche, aunque esta ocasión, en vez de ser en el Centro de Congresos, han elegido el Centro Social Francés Cantó, la zona electoral donde el PSOE arrasó en 2019 . Seguramente por eso, aunque la visita de Yolanda Díaz e la ciudad no era como ministra, el alcalde y miembros de la corporación municipal decidieron acercarsena saludarla y hacerse muchas fotos.
Compromís está en otras, mirando hacia dentro y han acabado por ir a primarias en febrero. La cabeza de lista y por lo tanto la coalición, tendrá tres meses de verdadera precampaña electoral, e incluso deberán a partir de ese momento, confluir, si es que finalmente confluyen con Podemos, con Izquierda Unida o con alguien. En una estrategia difícil de entender en clave electoral, han optado por no llegar a acuerdos y alargar el proceso.
Reconozco que es un ejercicio de democracia interna pero, mientras están en esas, se corre el riesgo de no enfocar el verdadero objetivo del 28 de mayo, que les voten. El voto útil es en esta convocatoria más decisivo que nunca. Dejar a sabiendas dos o tres mil votos, o cinco mil fuera del recuento de escaños no es democracia, es torpeza