ALICANTE. En 835.803,03 euros se incrementó la deuda del Hércules con la Agencia Tributaria entre el 31 de diciembre de 2017 y el mismo día de 2018.
Este jueves Hacienda hacía pública una nueva edición del listado de sus grandes morosos en la que el club blanquiazul vuelve a aparecer por tercer año consecutivo.
En esta ocasión figura con una deuda de 3.974.088,69 euros, unos 835.000 más que la suma que aparecía en el listado de hace un año: 3.138.285,66 euros a 31 de diciembre de 2017. Eso sí, en relación con la lista de 2017, el Hércules le adeuda una cantidad menor al fisco ya que entonces eran 4.770.584,73 euros (a 31 de diciembre de 2016).
Dos largos años en situación irregular
Las citadas sumas se corresponden con créditos privilegiados a favor del fisco, cantidades que no se saldaron con base al convenio singular suscrito en 2013 entre la Agencia Tributaria y el club, tras solicitar este la declaración de concurso voluntario año y medio antes. Dicho acuerdo de aplazamiento fue cancelado de manera unilateral por Hacienda en el primer trimestre de 2017, ante los reiterados incumplimientos del Hércules que meses antes, en otoño, había suspendido sus pagos.
El club tenía entonces apalabrada una segunda oportunidad (un reconvenio) con los técnicos del fisco de la Delegación Especial de Valencia, pero desde la Delegación Central de Grandes Contribuyentes, concretamente su departamento de Recaudación, se opusieron a la formalización del mismo, pasando a exigir garantías de pago tales como un aval bancario solidario a primer requerimiento. La postura del fisco terminó provocando la renuncia de un Carlos Parodi que hace unos meses regresaba al cargo tras haberlo abandonado Juan Carlos Ramírez primero y Quique Hernández después. Mientras el primero mantuvo un agrio enfrentamiento con Soledad García, la entonces responsable del citado departamento de Recaudación, para después llegar a un acuerdo que nunca firmó (lo que molestó todavía más al fisco), Hernández presentó hace un año una propuesta que no solo fue rechazada, es que Hacienda se descolgó con unas exigencias que helaron los despachos de Foguerer Romeu Zarandieta.
Parodi, por su parte, retomaba los contactos con Hacienda el pasado mes de abril, consciente de la necesidad de resolver el entuerto antes de final de julio para el caso de que el equipo lograse el ascenso en el césped ya que la Liga de Fútbol Profesional, para inscribirle en Segunda A, le iba a exigir la presentación de un certificado positivo, esto es, que ha saldado su deuda o cuenta con un acuerdo de aplazamiento. La firmeza del fallo de Luxemburgo, por el que se anulaba la reclamación millonaria de la Comisión Europea al club, había contribuido a allanar el camino del acuerdo, pero el problema ahora es que en el césped las cosas se han torcido por lo que parece de nuevo lejano el día en el que se logre encauzar la situación y el club deje de estar sometido a unos embargos que, como se ha visto, han permitido rebajar la deuda pero no tanto como podía parecer, de hecho ahora lo que hace es crecer.