Zona del camping de Callosa. Cortesía de Kampaoh.CALLOSA D'EN SARRIÀ. La Costa Blanca sigue atrayendo inversión para el sector del camping. Son muchos los nuevos alojamientos de esta tipología que están creando sus proyectos, sobre todo, en la Marina Baixa. Y dentro de este interés hay una empresa española que ha puesto sus ojos en la provincia, la sevillana Kampaoh. Su última apertura se sitúa en Callosa d'en Sarrià, en el conocido camping 'Fonts de l'Algar', cerca de este importante paraje natural que le da nombre.
Kampaoh nació en 2016 de la mano de Salvador Lora como una startup del camping. Algo más de siete años después, cuentan con más de 80 ubicaciones en España y otras 15 internacionales, unas 3.500 tiendas instaladas con capacidad para hasta seis personas. En la Costa Blanca disponen de cinco campamentos, pero también se extienden por el resto de la Comunitat Valenciana: cinco más en la provincia de Valencia y otras dos en Castellón.
La llegada de la compañía no responde a la construcción de nuevos espacios, sino que el modelo de Callosa es el que se ha seguido en el resto de los casos: planta sus 'tiendas' premium en campings ya consolidados a través de acuerdos con los propietarios. El primero en la provincia data de abril de 2022 y se situó en la capital turística, Benidorm, con su presencia en el camping Armanello, uno de los históricos de la ciudad. A este le siguió dos meses después el de Lo Monte, en Torre de la Horadada. Al año siguiente ampliaron su catálogo con la apertura en Alicante Imperium, de la Vila Joiosa; y Alannia Costa Blanca en Crevillent.
De momento, fuentes de la empresa no se mojan sobre las expectativas de crecimiento en la zona, pero sí que han manifestado públicamente su intención de llegar a los 100 alojamientos en su futuro próximo. Como se decía, el último en la provincia ha sido Kampaoh Fonts d'Algar, que abrió esta Semana Santa. Allí han instalado 33 tiendas, con tres tipologías: Bell, Emperador Junior y Emperador.
La cadena está enfocada en el sector del 'glamping', donde se cuida la estética y la comodidad del huésped lejos de la imagen típica de estos alojamientos cada vez menos habitual frente a los 'resorts' que ganan terreno. Entre otros, el cliente ya cuenta con la tienda montada, sistema eléctrico e iluminación, ropa de cama, toallas, menaje, mesas, sillas o incluso nevera portátil.
Tal y como viene contando este diario, el modelo de alojamiento del camping ha ido ganando terreno en la comarca. Solo en la ciudad de Benidorm cuentan con 11 campings, aunque la mayoría de ellos tienen un largo recorrido. El más antiguo es de 1968 mientras que el más nuevo es de 2015. No son los únicos que figuran en el registro, en Altea hay tres, misma cantidad que en la Vila Joiosa, otros dos están dados de alta en Finestrat, y uno en Callosa d'en Sarrià.
