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José Luis Pérez Pont: "Si no apoyamos a los artistas de ahora, lo lamentaremos"

5/07/2022 - 

ALICANTE. Durante el foro cultural organizado por Alicante Plaza y la Diputación, bajo el título Alicante, nueva capital cultural, el director del diario, Miquel González, entrevistó a José Luis Pérez Pont, director del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana (CMCV) y director del Centro del Carmen de Cultura Contemporánea (CCCC), para que pusiera al público en situación sobre la gestión de los museos en el territorio. “Trato de hacer lo posible para que Alicante tenga el trato que merece, pero tiene que ser algo bidireccional”, adelantó al principio de su intervención, dirigiéndose a los políticos en la sala, con capacidad de decisión sobre la programación en los centros públicos, que es donde actúa el Consirci. “Nada mejora sin una posición crítica constructiva; cuando la sociedad se conforma, no avanza”, afirmó para marcar el rumbo de su intervención.

“Si nos conformamos, se ralentizan las capacidades; no podemos creer que somos los mejores, sino que hay que tener capacidad de superación”, prosiguió, pasando después a la acción. “La cultura no ha tenido el apoyo que ha necesitado porque no se ha considerado algo esencial, cuando es una herramienta de superación ante situaciones de crisis”, sentenció sobre las apuestas políticas del pasado. “Si no potenciamos nuestra cultura e identidad, corremos el riesgo de convertirnos en lugares intercambiables, porque cuando nada es esencial o importante, ni se valora lo que te hace especial, nos convertimos en algo intercambiable”, describía.

Desde su “posición de privilegio”, como el mismo la definió, el director del Consorci explicó que trabaja con las tres diputaciones provinciales, los ayuntamientos y la Generalitat, y aseguró que siempre lo ha hecho “con independencia” para intentar que la cultura funcione más y mejor. “No se han producido interferencias políticas y eso ha sido un hito, porque no había pasado hasta ahora”, afirmó. Algo que, en su opinión, ayuda a conseguir éxitos, “siempre bajo la fórmula del ensayo y error”.

Sobre la capacidad de Alicante para ser capital cultural se mostró convencido del potencial, “contando además con una red de museos tremenda”, pero instó a hacer un ejercicio de empoderamiento. “Hay que dejar de lamentarse y activarse”, espetó, asegurando que ha encontrado esa situación efervescente en València. “Allí, los sectores público y el privado se han activado”, afirmaba, asegurando que “ese ejercicio hace que los agentes culturales se sientan legitimados”.

En su caso, explicó la fórmula de convocatorias públicas como un modelo para “democratizar la cultura” y crear nuevas líneas de trabajo. “Es un modelo democratizador porque existe mucho talento que desconocemos al que no llegaríamos sin una convocatoria abierta”, afirmó, destacando que además “consigue crear nuevas oportunidades y hacer que los artistas se sientan reconocidos e implicados”, creando así caminos para que los artistas tengan remuneración por su trabajo. “Los artistas son la piedra angular de la cultura; sin artistas, sobran todos los museos”, sentenció.

En Alicante, adujo la falta de coordinación entre administraciones públicas como principal lastre del progreso cultural. “Se da en todas partes y es lamentable”, dijo tajante. “Hay que generar cooperación, pero surgen siempre suspicacias por una cuestión de falta de confianza entre personas”, añadió. Es lo que percibió cuando accedió al cargo hace seis años, una cuestión que trató de resolver desde el primer momento, y se congratuló por la mejora en las relaciones con los distintos responsables políticos.

Con todo, esa línea de generar mayor confianza ha llevado a la entidad a ampliar considerablemente el presupuesto. En concreto, este año se destina a Alicante un total de 750.000 euros para programación cultural, una cifra que antaño suponía el total para las tres provincias de la Comunitat. Además, destacó la “virtud de ser una institución líquida culla sede son todos los museos, por lo que genera actividad cultural en más de setenta municipios distintos”, aseguró.

Por otro lado, confesó que en ocasiones le resulta complicado programar en Alicante y Castellón, ya que el Consorci actúa en espacios que ya tienen su propia programación. “No sé si deberíamos tener un espacio propio”, deslizó, y explicó su modelo del CCCC, que describió como la fórmula de la “bomba racimo” ya que, contraviniendo el modelo conservador de programación por el que se crea un gran evento tratando de que este prime y no se solape con nada, él programa muchas cosas a la vez. “La sorpresa al aplicar ese modelo fue que todo se llenaba porque cada evento estaba pensado para un público diferente”, explicaba, confirmando que “hay hambre de cultura y la gente responde a la llamada”.

Respecto al modelo de Málaga, rechazó equipararse. “No me gusta el modelo de sucursales de otros museos; hay que generar contenidos propios”, afirmó, y puso la prioridad en “destinar los recursos económicos a generar identidad, ya que Alicante tiene la suya”. Así, afirmó que sigue haciendo falta una mesa de trabajo común entre administraciones para planificar el rumbo de la cultura. “Alicante tiene potencial, capacidad y un tejido cultural de calidad, pero hace falta estrategia”, apuntó.

Pérez Pont destacó como ventaja la particularidad de que la provincia de Alicante cuenta con numerosos municipios de tamaño medio con su propio potencial cultural. “El problema es que no trabajamos en red porque priman las suspicacias”, criticó, al tiempo que insistió en establecer un plan estratégico “con altura de miras y capacidad de ver más allá”. Concluyó con la necesidad de crear oportunidades para los artistas. “Hoy sacamos pecho por creadores del pasado como Sorolla, pero alguien les apoyó en su momento, así que hay que apoyar a los artistas de ahora porque es responsabilidad nuestra; si no lo hacemos, lo lamentaremos”, sentenció.

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