Un grupo de turistas, contempla la fachada del edificio histórico del Ayuntamiento de Alicante.ALICANTE. La afluencia de visitantes a Alicante con motivo de la celebración de las fiestas de Fogueres no alcanzarán el lleno técnico. Cuando menos, la estimación media de ocupación esperada por el sector turístico hasta ahora apunta que se llegará a un 81% de las plazas disponibles, a falta de que pueda producirse un incremento de las reservas de última hora.
En concreto, las previsiones que baraja la Asociación de Hoteles de la Provincia de Alicante (APHA) plantean que los establecimientos de la ciudad lleguen al 80% en el periodo comprendido entre el 17 y el 24 de junio, que sería ligeramente superior al esperado para los establecimientos del conjunto de la provincia, calculado en un 78% (dos puntos menos, sin disponer del efecto reclamo de las fiestas). Por su parte, los datos que estaría manejando la Asociación de Bloques Turísticos de Alicante (Abatur) pronostican que los apartamentos agrupados en la asociación oscilarán entre el 82 y el 83% de ocupación.
Se trata, en todo caso, de dos estimaciones iniciales en las que se apostaría por la cautela, a pesar de que los días finales de las fiestas coinciden con fin de semana (el 22 y el 23), lo que podría conllevar un incremento en la afluencia de visitantes. Por lo pronto, lo cierto es que en las fiestas de 2023 -en las que el 23 de junio coincidió con un viernes y el 24, con un sábado- los datos de ventas de plazas hoteleras consolidados se situaron en el 88%, según las estadísticas de APHA.
Sea como fuere, representantes del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante, del Partido Popular (PP), vienen apuntando que los indicadores que se vienen evaluando hasta ahora apuntan a que puedan registrarse unas fiestas de Fogueres de récord en cuanto a llegada de turistas hasta el punto de que se lleguen a superar las cifras del año pasado.
Así lo ha venido señalando también el mismo alcalde, Luis Barcala, para asegurar que la prioridad del ayuntamiento es garantizar que las fiestas transcurran sin incidentes, por lo que ya se había diseñado el correspondiente dispositivo de seguridad con una media de 800 efectivos diarios a cargo de los controles de circulación y de la supervisión de espacios en los que se producen las principales afluencias de público, como el entorno de la Plaza de Luceros con motivo del disparo de las mascletàs del concurso pirotécnico. Todo, a pesar de la polémica suscitada en torno a la cuantía de las gratificaciones previstas para los funcionarios municipales que trabajen en días festivos.
