ALICANTE. Los cambios en los servicios de limpieza viaria y recogida de la basura de Alicante que debía conllevar la incorporación de UTE Netial (FCC y PreZero) como nueva adjudicataria tendrán que esperar más allá del plazo estimado inicialmente. De hecho, como mínimo, no se prevé que esa nueva contratista pueda tomar el control efectivo de la prestación hasta después de las fiestas de Fogueres, según ha concretado el edil de Limpieza y Gestión de Residuos, Manuel Villar, este martes, durante la comparecencia semanal en la que se da cuenta de los acuerdos alcanzados en Junta Local. Es decir, que el cambio de concesionario no se producirá hasta el primer tramo del próximo mandato, una vez constituida la nueva corporación municipal con la composición política que pueda emanar de las urnas en las elecciones del 28 de mayo.
La programación que el equipo de gobierno, el bipartito compuesto por Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs), había dado a conocer el pasado noviembre preveía que UTE Netial tomase el relevo a UTE Alicante -compuesta originariamente por FCC, Cespa-Ferrovial (ahora también PreZero), Inusa y Grupo Cívica- a partir del segundo trimestre de este año. No obstante, los tiempos requeridos para la adquisición, fabricación y entrega de la nueva maquinaria a incorporar en el servicio, así como la inexistencia de crédito suficiente para sufragar los nuevos costes del contrato en el presupuesto prorrogado de 2022 han acabado imposibilitando que se cumplan esas previsiones, según ha explicado Villar.
En este sentido, ha detallado que todavía no se dispone de las barredoras mecánicas previstas, ni tampoco de los 40 camiones recolectores de residuos ni de los 10 camiones específicos de recogida para los desbordes en los entornos de los contenedores, ni de los camiones lavacontenedores. "Hemos coincidido en la renovación de la contrata con otras grandes ciudades que también acaban de contratar sus propios servicios, lo que va a suponer una demanda adicional de maquinaria que retrasa los plazos de entrega", ha incidido.
Además, ha señalado que una de las consecuencias que conlleva "que no se haya aprobado un presupuesto nuevo" consiste en que "las partidas reflejadas en las cuentas de 2022" no permiten sufragar los costes previstos en el nuevo servicio "a diferencia de lo que sí sucede con la contrata del servicio de transporte público en autobús", que sí se ha puesto en funcionamiento este mes de febrero. En todo caso, Villar ha señalado que sí se estaba produciendo el refuerzo progresivo en el número de trabajadores a cargo del servicio en la línea del aumento de personal que se establecía como requisito en el pliego de condiciones.
"Queremos que el servicio entre en vigor con cambios perceptibles, y no con parcheos", ha incidido. Y, en este sentido, ha añadido que "estamos en los plazos contemplados en el pliego, en los que se establece un tiempo de entre seis y nueve meses desde la firma del contrato para que pueda producirse la asunción efectiva de la prestación". "El contrato se firmó el 30 de diciembre por lo que solo han transcurrido dos meses", ha insistido.
UTE Netial se convirtió en adjudicataria del contrato a mediados del pasado mes de noviembre, con un precio de 323,24 millones de euros para los próximos ocho años. Es decir, un incremento de 7,6 millones en la cuantía anual destinada a sufragar el servicio en la actualidad, hasta superar los 40 millones. No obstante, la prestación sigue a cargo de UTE Alicante de forma temporal, hasta que se pueda proceder al traspaso de la concesión, para lo que se dispondría hasta septiembre como plazo máximo.
UTE Alicante sigue asumiendo, también, el servicio de gestión y explotación de la planta de tratamiento de residuos de titularidad municipal, situada en Fontcalent. Y el bipartito queda abocado a concederle una nueva prórroga ante el próximo vencimiento de la que tiene concedida en la actualidad, puesto que no se ha licitado todavía ese segundo contrato específico para disponer de un nuevo concesionario.