Foto: APALICANTE. La provincia de Alicante cerró el año 2019 con un total de 787.600 personas empleadas, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) difundidos este martes por el INE. Un dato que supone un aumento de 41.900 personas en la población ocupada (al cierre de 2018, los contratados eran 745.700). En cuanto al número de personas en situación de desempleo, al cierre del pasado año eran 146.500, lo que supone 8.400 parados más que al cierre del ejercicio anterior (138.100).
Las buenas cifras interanuales en cuanto a creción de empleo contrastan con un mal cuarto trimestre, en el que el número de ocupados se redujo respecto al mes de septiembre, mientras que se elevó el de parados. Es decir, la tendencia contraria a la comparativa interanual. El cuarto trimestre de 2019 muestra así un saldo negativo respecto al trimestre anterior: 7.700 personas menos ocupadas y 21.600 personas más en situación de paro.
En cuanto a las cifras interanuales, por sexos, hay ocupados 438.800 hombres y 348.900 mujeres, sobre una población activa total de 934.100 personas. En cuanto a los parados, son 67.500 hombres y 78.900 mujeres. De esta forma, el número de hombres parados se reduce en 6.800 respecto al cierre de 2018, mientras que el de mujeres aumenta en 15.100. Se aprecia así una tendencia desigual en el comportamiento del paro por sexos.
El sindicato CCOO ha destacado el buen comportamiento interanual del empleo en la provincia "pese a los apocalípticos que anunciaron una catástrofe para el empleo debido a la importante subida del Salario Mínimo Interprofesional" el año pasado, pero también ha alertado de que la tasa de paro de Alicante es, con un 15'68%, la más alta de las tres provincias valencianas. "Además, muestra la discriminación por sexos del mercado laboral: la tasa de paro de hombres es del 13’34%, mientras que el de las mujeres es del 18’45%".
Para el presidente de Uepal, Juanjo Sellés, la EPA demuestra que "incluso cuando la economía crece todos debemos seguir poniendo de nuestra parte para mejorar índices básicos, como la competitividad, la productividad y la transición intergeneracional entre los empleados". Para ello, apuesta por centrar los esfuerzos en la empleabilidad de los dos sectores más débiles, los más jóvenes y los mayores de 50 años, y en especial, en el caso de las mujeres. "La economía manifiesta síntomas de ralentización, pero muchas veces no es necesario crecer mucho, sino crecer bien, con buenos cimientos y de manera sólida".
