SAN VICENTE DEL RASPEIG. Tras ocho años de gobierno socialista en San Vicente del Raspeig, el pasado 17 de junio, el PP volvió a gobernar el consistorio sanvicentero con Pachi Pascual a la cabeza. Una investidura que consiguió la mayoría absoluta -al contrario que en el resto de municipios de L'Alacantí, con gobiernos en minoría- sumando los cinco ediles de Vox a los nueve concejales populares y convirtiéndose, así, en socios de Gobierno. Después de los cien primeros días de mandato, el alcalde de la localidad cuenta a Alicante Plaza cómo se dio ese pacto con Vox, la problemática que se ha encontrado el equipo de Gobierno al asumir el mando del Ayuntamiento y la relación con otras instituciones como la Diputación de Alicante o la Generalitat Valenciana, también gobernadas por colegas de partido.
- La limpieza ha sido un arma política durante la anterior legislatura, un punto que no ha faltado en los programas electorales de todos los partidos y el nuevo equipo de Gobierno le está dando prioridad. Cuénteme la situación en la que encontraron este tema. ¿Era tan crítica?
- En la pasada legislatura nos dimos cuenta y no solo nosotros, porque es la sensación de la ciudadanía. San Vicente tiene un importante problema con el tema de la limpieza y no hablo solamente de limpieza de la calle, es un concepto global que incluye la limpieza de los espacios públicos, el mantenimiento de los parques y jardines, el desbroce -hemos estado dos años sin realizar-, sustitución de contenedores o algunos problemas en la recogida de residuos. Aunque sabíamos que la situación era un problema importante, sí que es más grave de lo que esperábamos. Eso no quiere decir que nos haya sorprendido, porque esperábamos encontrar una situación difícil. Tenemos que buscar soluciones y eso es a lo que nos hemos dedicado en estos primeros 100 días de gobierno, evaluando no solo la limpieza -que es una prioridad-, sino todos los problemas que tiene el Ayuntamiento.
Tenemos el contrato de recogida de residuos y limpieza viaria caducado desde 2020 y con reclamaciones judiciales, por lo que no es la mejor manera de tener una relación entre administración y empresa. Pero no podíamos resignarnos, bajar los brazos y esperar a tener un nuevo contrato que, evidentemente, es lo que hace falta, pero que, siendo optimistas, llegará a mediados de 2025. Lo he dicho muchas veces, pero creo que, desde que soy alcalde, todos los días he tenido reuniones por el tema de la limpieza. De hecho, presentamos las diez primeras medidas del plan de choque de limpieza que creemos que pueden mejorar la situación a corto y medio plazo. Evidentemente, no se solucionará del todo hasta que no tengamos un nuevo contrato y, de cualquier manera, en todo momento vamos a necesitar la colaboración ciudadana, porque es labor de todos que San Vicente esté limpio.
- ¿Cuáles son los otros asuntos en los que comentaba que también se ha trabajado durante estos 100 primeros días?
- Además de la limpieza, los recursos humanos es el otro grave problema. El Ayuntamiento tiene una desestructuración y una desmotivación que, creemos, está afectando incluso a los servicios que presta. En estos 100 días hemos hecho una evaluación de cómo están los recursos humanos del Ayuntamiento, se ha empezado a tomar medidas, se han incorporado trabajadores al Departamento de Derechos Sociales y se están sacando procesos de oposición y de consolidación que estaban aparcados y estamos acelerando. Si cubrimos las plazas, si el personal del Ayuntamiento está contento y si tienen los medios necesarios para trabajar los servicios que vamos a prestar al ciudadano serán mejores.
Evidentemente, hemos empezado a trabajar en todas las áreas del Ayuntamiento. En educación, por ejemplo, durante el verano se ha estado haciendo lo que no se había hecho en los últimos años y que es obligación del Ayuntamiento, como el mantenimiento de los centros escolares, y se está trabajando por conseguir el Consejo Escolar Municipal, que llevaba un gran retraso. En Cultura nos encontramos con que no había programación cultural de verano, por lo que se ha hecho acción cultural y se está programando hasta final de año. En Fiestas, hemos habilitado otra parcela para celebrar el Mig Any, porque en el lugar en el que estábamos hasta ahora no cabíamos.
- Como ciudad de más de 50.000 habitantes, ¿cómo va la implantación de zona de bajas emisiones? Se renunció a una subvención, pero el anterior equipo de Gobierno dijo que las actuaciones se harían con fondos propios...
-Nos hemos encontrado poco trabajo hecho. Los técnicos municipales están trabajando en determinar esa zona de bajas emisiones y, si puede ser con fondos de subvenciones mejor, si no, con fondos propios. Tenemos que ver qué medidas tomar y a qué objetivos queremos llegar con esa zona de bajas que, además, creo que puede ser una oportunidad para mejorar el control del tráfico y la calidad del aire.
- ¿Qué otras inversiones con fondos municipales están pendientes?
- Muchas. El pabellón polideportivo se está desarrollando y esperamos que en el próximo año sea una realidad. Es un proyecto que ha incrementado el coste; ahora está próximo a los nueve millones de euros y posiblemente todavía se encarezca más. Y, lo que es peor, lleva un notable retraso que podría ir a más por circunstancias de las mejoras que le hemos pedido a la empresa y porque está en licitación el soterramiento de una línea de media tensión que no se había hecho.
Además, tenemos varias inversiones del Plan Planifica de la Diputación como la mejora del auditorio, la mejora del casal de la festa -cuya licitación quedó desierta-, las obras del parque del Barrio del Tubo, las obras de la calle Velázquez -que ya están adjudicadas y esperemos que en breve se pongan en marcha- o las fase II del Centro del Agua que, por desgracia, 2019 fue el último verano que tuvimos piscina de verano en San Vicente. Con todos los trámites, 2024 va a ser un poco precipitado, pero sí esperamos tener en 2025 la fase II del Centro del Agua finalizada.
- Ha mencionado el Plan Planifica de la Diputación. ¿Qué tal la relación con esa institución y con la Generalitat?
- Nosotros estamos encantados. Con la Diputación siempre hemos tenido una gran relación. Ahora mismo tenemos los bonos comercio y también hemos recibido una ayuda para empresas, micropymes y autónomos por el aumento de costes por la crisis energética. Con la Generalitat estamos convencidos de que va a significar un antes y un después, ya lo hemos visto en las relaciones que hemos tenido con ellos. Incluso el anterior equipo de Gobierno reconoció que se ha producido un ninguneo sistemático a San Vicente del Raspeig por parte de la Generalitat, porque no ha aparecido en sus presupuestos y prácticamente la inversión ha sido cero. Estamos convencidos de que, con la nueva Generalitat Valenciana con Carlos Mazón, esto va a cambiar porque Carlos conoce perfectamente San Vicente, sabe cuáles son nuestras necesidades y seguro que su implicación -como así nos ha prometido- va a ser total y absoluta.
- Hablando de inversiones que dependen de la Generalitat, ¿cuál es la situación del Plan Edificant?
- En el caso de San Vicente ha sido un absoluto fracaso. En los últimos ocho años no se ha construido ni una sola infraestructura educativa, pero es que prácticamente no se ha mejorado tampoco ninguna. Los dos más importantes en el municipio son la reforma del IES Canastell y la construcción del IES número 6, que es quizá lo más urgente, porque los niños ahora mismo están en aulas prefabricadas en el IES Gaia. Esas dos obras van aceptablemente avanzadas, pero no todo lo que nos gustaría. El Canastel ya está en licitación y prácticamente adjudicada la redacción del proyecto y el IES número 6 estamos también para empezar la licitación de la reacción del proyecto.
En la reunión que tuvimos con la Conselleria, le trasladamos que hay que hacer cambios en el Plan Edificant, hacerlo más operativo y más rápido, que las grandes obras se puedan desarrollar con normalidad y, sobre todo, que las pequeñas obras (un comedor, un gimnasio, etc.) se puedan desarrollar con muchísima más agilidad; no tiene sentido que, para cualquier pequeña obra incluso de reforma muy muy pequeñas, tengamos que meterlas dentro del Edificant.
- Con todo lo que me ha comentado, ¿cuál es el modelo de ciudad que quiere para San Vicente?
- Yo siempre lo he dicho: nosotros queremos recuperar San Vicente y lo queremos limpio, dinámico y atractivo para venir a vivir. Necesitamos mayor integración con la Universidad de Alicante (UA), queremos ser referentes en temas como cultura, fiestas o deportes. Tenemos que aprovechar esa oportunidad para colocar a San Vicente donde merece.
- Por cierto, ¿se está trabajando ya sobre los presupuestos para 2024 de San Vicente?
- Evidentemente sí. Nuestra intención es que antes de final de año estén aprobado y, si puede ser, que entren en vigor el 1 de enero. Ya estamos trabajando en todos los departamentos y hemos tenido alguna reunión para trasladar al Departamento de Hacienda las necesidades de cada uno de los departamentos. Una vez que las tengamos, intentaremos cuadrar ese presupuesto que esperemos que cumpla con las necesidades de San Vicente. Pero, en los pocos meses que llevamos, no va a ser un presupuesto que diga todo lo que queremos hacer. Un presupuesto es algo complicado y esperamos que este año ya se vean algunas líneas de lo que nosotros queremos y que los del año 2025 ya sean 100% nuestros.
- En los presupuestos entran en juego también sus socios de Gobierno. ¿Por qué decidió incluir a Vox en el equipo? ¿Cómo fue esta decisión?
- Las elecciones de mayo arrojaron que el Partido Popular tenía nueve concejales y Vox cinco, estando la mayoría en San Vicente en trece. En aquel momento, consideramos que gobernar con nueve concejales un ayuntamiento como el de San Vicente, con 50.000 habitantes y con toda la problemática que conocíamos que existía, era muy complicado. Estábamos muy alejados de la mayoría y eso suponía estar todos los meses pendientes de esa mayoría. Por eso, creíamos que necesitamos un gobierno fuerte y estable, así que se decidió llegar a ese pacto con Vox, que fue relativamente sencillo y, por ahora, está funcionando totalmente bien.
- Hablando sobre grupos municipales, el PSOE está haciendo una oposición fuerte desde el día uno. ¿Supone eso un palo en la rueda para gobernar y trabajar?
- No. Nosotros tenemos la labor de gobernar y de vender las acciones del gobierno y la oposición tienen la labor de fiscalizar al equipo de Gobierno y de criticar aquello que no consideran que se está haciendo bien. Para nosotros eso no significa poner palos en las ruedas; evidentemente, cuanto más constructiva sea esa oposición, mejor. Lo que nos llama la atención es que, ni siquiera dejando pasar 100 días, ya se pretenda que se resuelvan temas que ellos no han sido capaces de resolver en ocho años de gobierno o que ahora vengan proponiendo cosas que ellos han sido incapaces de hacer en ocho años. Pero bueno, cada uno hace la acción política como quiere, ellos lo están haciendo así y nosotros lo respetamos.
- Para finalizar, un deseo para San Vicente...
- Recuperar la ciudad. Quiero una ciudad limpia -que es lo que también quieren todos los sanvicenteros- y desarrollar algunos de los grandes proyectos que llevamos en programa electoral, como el centro cultural La Yeresa, instalaciones deportivas y la reconversión de la cementera.
A partir de enero, los clubes de San Vicente podrán empezar a utilizar las instalaciones para sus entrenamientos.