ELCHE. En los últimos años la ciudad ha vivido su particular 'boom' de residencias para la tercera edad. Principalmente en El Pla, donde han sido varias las iniciativas proyectadas, algunas ya finalizadas; otras ya en marcha, y otras a la espera. Una de las que se preveía en Antonio Machado, la segunda de Elche Seniors, finalmente no se llevará a término. Junto al viejo concesionario de Land Rover, se preveía para 150 plazas. La misma no se ejecutará, pero los propietarios guardan para la manzana otro destino: un centenar de viviendas y una gran zona verde. Eso sí, aún habrá que esperar.
En una de las Juntas de Gobierno del pasado mes de noviembre se otorgó una licencia de demolición a la manzana comprendida entre Antonio Machado, 75, Vicente Alonso Pérez 17, Fernanda Santamaría, 122 y Diego Fuentes Serrano, 40. Se espera que en apenas dos semanas entre la maquinaria para las demoliciones. Detrás del permiso está Urbanismo Sostenible SL, la misma firma que iba a promover la residencia. La misma iba a operar de nuevo bajo la misma marca del centro residencial Elche Seniors, pero arrendada a una multinacional francesa.
Precisamente esa actuación no saldrá adelante porque la firma gala, tras el enfriamiento por la pandemia, dejó el proyecto en barbecho y estuvo invirtiendo en otros puntos del país, descartando actuar en Elche, donde el mismo proyecto ya estaba hecho. Pero Urbanismo Sostenible, que a su vez pertenece a un holding más amplio, dedicará los 4.000 metros cuadrados de manzana a construir vivienda. Han calculado que el residencial puede permitir un centenar de pisos, y además casi la mitad de la manzana estará ajardinada, lo que implica un retranqueo de la edificación. La idea es también construir una piscina privada para el residencial, así como zona de gimnasio.
No solo se va a demoler la nave del concesionario, también las adyacentes, por ejemplo lo que era la nave de Martinelli. Todo excepto la parte frontal de la manzana, donde hay varios edificios y unos 200 metros donde hay un par de negocios aún activos. Tras el derribo, que implica también eliminar la abundante uralita, el solar se vallará a la espera de poder iniciar las obras de edificación. Ese es el hándicap del proyecto, que esperará a que la situación económica mejore porque con la situación de altos intereses hipotecarios, no acaban de ver claro que se ahora el momento de lanzarse a la promoción. Será un proyecto más a medio o largo plazo.
En este sentido, Manuel Esclapez, gerente de Urbanismo Sostenible, apunta a que si la promoción fuese solo de una veintena de viviendas, lo verían con otros ojos, "pero son muchas". Aun así, también apunta a que están al tanto de los movimientos que pueda hacer el presidente Carlos Mazón, "porque ha trasladado a Provia (asociación de promotores inmobiliarios), asociación a la que pertenecemos, que están tanteando el terreno para volver a promover VPO". "Sería un buen sistema", señala Esclapez, que recuerda el buen funcionamiento que tuvo en Elche en los años 90. "Si se aliviaran los intereses quizá acortaríamos los tiempos, pero hay que esperar a que la inflación baje", resalta. Una inflación que por otra parte no solo afecta al precio de las hipotecas, también a los materiales de construcción, como se ha visto en cantidad de proyectos públicos, cuyo coste se ha elevado en porcentajes importantes.
Mirando en retrospectiva, el propietario de la compañía apunta a que "con un IVA superreducido o ayudas a fondo perdido como había, además de bonificaciones para el promotor, la VPO funcionaba muy bien, se subsidiaban los intereses y se aliviaba el dinero para la entrada", recuerda. En cualquier caso, el mercado de la vivienda va por zonas. Él mismo apunta que tienen otras promociones por la zona de la Marina Alta, en Benidorm o Finestrat, "que van como un tiro". Si bien es cierto que el perfil es totalmente diferente: comprador extranjero que apenas necesita financiación para la adquisición. "Elche siempre ha sido una plaza que ha funcionado muy bien", añade, aunque por ahora van a esperar. De momento, el primer paso es ese derribo para el que ya tienen permiso y empresa contratada.
