L'ALFÀS DEL PI. Educar en seguridad acuática para reducir las cifras de ahogamiento entre menores de edad. Este es el principal objetivo del programa SwimSafe del Club de Natación Santa Olaya de Gijón, que el profesor Javier Costas ha presentado hoy en l’Alfàs del Pi, durante la celebración del segundo Congreso Internacional de Bandera Azul.
SwimSafe es un proyecto innovador que tiene como objetivo principal minimizar los riesgos y accidentes en el medio acuático, dando así respuesta, a los datos que revela la OMS sobre ahogamiento, siendo ya un problema grave de salud pública que afecta especialmente a la infancia, y ante el cual, se da una voz de alarma para que las instituciones se pongan en acción.
“372.000 personas mueren ahogadas al año. Más de la mitad son menores de 25 años”, ha subrayado durante su intervención Javier Costas, profesor de Socorrismo Acuático y Primeros Auxilios de la Universidad Europea del Atlántico y gestor de programas en el Club de Natación Santa Olaya de Gijón.
Más del 90% de accidentes son evitables y prevenibles, ya que se producen por comportamientos inadecuados. “Los niños no tienen noción del riesgo. Hay que educarles para que sean capaces de comprender esos riesgos”, ha añadido.
El riesgo es algo que se enseña, es educacional. Es por ello, que el principal mecanismo de prevención es la educación, para que las personas sepan identificar los riesgos y actuar de forma correcta con comportamientos seguros.
Para Javier Costas, a través de la educación en seguridad acuática “se les enseña a ver cosas que antes no veían, a identificar los riesgos y a saber comportarse ante ellos”. Para ello, en el proyecto SwimSafe se implica no sólo a los menores, sino también a sus familias y educadores, que son quienes en los primeros años tienen la responsabilidad de protegerlos y guiarlos, para que les ayuden a adquirir autonomía y seguridad frente a los posibles riesgos con los que se puedan encontrar en el futuro.
El proyecto SwimSafe ha sido una de las buenas prácticas presentada esta mañana en el segundo Congreso Internacional de Bandera Azul, que se celebra en la Casa de Cultura de l’Alfàs del Pi. Ponencia enmarcada en el bloque de contenidos sobre ‘Seguridad y socorrismo’, que ha sido moderado por Lydia Morant, concejala de Protección, Seguridad y Convivencia del Ayuntamiento de Gandía, y Luis Miguel Morant, concejal de Turismo, Playas y Medio Ambiente del Ayuntamiento de l’Alfàs del Pi.
Durante la temporada de baño de 2023, en las 694 playas candidatas de España a Bandera Azul, los servicios de socorrismo realizaron un total de 213.748 intervenciones. Hubo 8.008 rescates sencillos, sin complicaciones ni efectos negativos; 997 rescates complicados, sin los que la persona podría haber muerto, y 204.743 intervenciones de primeros auxilios. Además, “fue necesario utilizar el desfibrilador, obligatorio en las playas con Bandera Azul, en 153 ocasiones, logrando devolver la vida a 95 personas, con un porcentaje de éxito del 62%”, ha manifestado Luis Miguel Morant, concejal de Medio Ambiente, Turismo y Playas de l’Alfàs del Pi.
En estas casi 700 playas candidatas a Bandera Azul, la afluencia diaria de personas oscila entre 2 y 3,5 millones de personas, y son cerca de 2.800 los socorristas que las atienden, con una media de 4 salvavidas por playa.
“Estas cifra ponen de manifiesto la importante labor que realizan los servicios de salvamento y socorrismo en las playas españolas.”, ha subrayado el concejal alfasino. De ahí que el segundo Congreso Internacional de Bandera Azul haya dedicado uno de sus bloques de contenidos a la seguridad y el socorrismo.
Durante la mañana, han presentado buenas prácticas en materia de seguridad y socorrismo municipios como Cartagena, Sagunto o Málaga, entre otros. También empresas concesionarias de estos servicios, como SVS, que ha presentado sus protocolos de actuación y su modo de gestionar la seguridad y socorrismo en las playas, o Marsave, que ha dado a conocer su programa de educación ambiental.
Álvaro Castarnado de la Fuente, gerente de Marsave, ha explicado que, como empresa de salvamento y socorrismo, se han propuesto implicar a toda la comunidad en el cuidado del entorno natural y de los ecosistemas marinos. “Es una responsabilidad compartida”, ha manifestado. Por tanto, la preservación del medio ambiente es una tarea que involucra a toda la población.
Mediante los programas de actividades de educación medioambiental propuestos por Marsave se persigue el objetivo de concienciar a los usuarios de las playas de Mallorca de la riqueza paisajística que poseen y de la importancia de cuidarla. Así las cosas, durante la temporada estival llevan a cabo distintas campañas medioambientales, como ‘SOS Tortugas’, ‘Cuidado medusas’, ‘El agua, una gran amiga’, ‘¿Quién vive en el fondo marino?’, ‘Protección posidonia’, ‘No dejes nada’, ‘Cada gota cuenta’ y ‘Macrolimpieza en la playa’.
Precisamente, la importancia de la educación ambiental es algo en lo que han coincidido muchos ponentes, entre ellos el Doctor Javier Benayas del Álamo, catedrático de Ecología de la Universidad Autónoma de Madrid, o el Doctor Carlos Pereira da Silva, profesor e investigador en Geografía Humana en la Universidad NOVA de Lisboa. Entre las buenas prácticas de educación ambiental presentadas esta mañana estaba la Fundación Ecomar o el Ayuntamiento de Xilxes. También se han dado a conocer ejemplos prácticos de actividades de Educación Ambiental en Portugal.
Las playas y los espacios naturales se han convertido en destinos turísticos de primer orden. Somos tantos los que vamos a los mismos sitios que quizá ninguno de nosotros somos conscientes de que la masificación está generando que el suelo que pisamos se compacte o que se alteren los ciclos biológicos y de reproducción de la flora y la fauna y que la degradación se precipite.
Según ha destacado el Doctor Javier Benayas, “se espera que España reciba más de 90 millones de turistas. Ya empiezan a gestarse ciertos movimientos de rechazo a ese volumen de turismo. Por tanto, hay que adelantarse a un problema que puede ir en aumento y ver cómo se gestiona esa masificación turística”.
Javier Benayas y Carlos Pereira da Silva han coincidido en afirmar que muchos espacios pueden morir de éxito si no se regula a tiempo el acceso a los mismos. No se trata de prohibir sino de regular, y para regular hay que desarrollar estudios de acogida. Eso implica evaluar la capacidad de carga, es decir, cuanta gente cabe físicamente en un espacio, sendero o playa con el menor impacto para los ecosistemas y el mayor nivel de satisfacción posible de los visitantes.
Las localidades de Lepe e Isla Cristina (Huelva) acogerán el tercer Congreso de Bandera Azul, que tendrá lugar en el año 2026. El anuncio se ha dado a conocer esta mañana en la Casa de Cultura de l’Alfàs del Pi, donde las concejalas de Turismo de Lepe y de Isla Cristina, Elena Vélez e Isabel López, respectivamente, han recogido el testigo de manos de Lydia Morant, regidora de Protección, Seguridad y Convivencia de Gandía, y Luis Miguel Morant, edil de Medio Ambiente, Turismo y Playas de l’Alfàs del Pi.
ADEAC coorganiza con los Ayuntamiento de l’Alfàs del Pí y Gandía el segundo Congreso Internacional de Bandera Azul. El evento se celebra desde ayer en las instalaciones de la Casa de la Cultura de l’Alfàs del Pi y, mañana jueves, se traslada a la Playa Nord de Gandía.
En este evento, al que se han inscrito más de 200 personas, participan cerca de 50 ponentes nacionales e internacionales, expertos en áreas como la sostenibilidad, la salud y accesibilidad en playas, la seguridad y la educación ambiental. Bajo el nombre de ‘Sostenibilidad, salud y seguridad’ se presenta esta iniciativa, con la que se pretende compartir experiencias y ejemplos de buenas prácticas que permitan avanzar hacia un turismo sostenible.