ALICANTE. La constructora alicantina Ecisa, ahora filial del Grupo Urbas basado en Madrid, mueve ficha respecto al expediente de rescisión contractual incoado por el Ayuntamiento de Alicante tras constatar la paralización de las obras de remodelación de la Plaza de San Blas. Lo hace con la presentación de un escrito de alegaciones, registrado la semana pasada, en el que certifica su interés por ejecutar el proyecto del que resultó adjudicataria en enero de 2022.
Ese escrito ha permitido la apertura de un proceso de negociación, sujeto a la adopción de determinados compromisos, que habría llevado al equipo de gobierno, el bipartito integrado por Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs), a valorar la posibilidad de archivar el expediente de rescisión, lo que evitaría tener que convocar un nuevo concurso para volver a reactivar las obras. Eso sí, fuentes municipales consultadas indicaron que, en caso de que la constructora se aviniese a retomar y acelerar la remodelación de la plaza, seguiría en curso el expediente paralelo de penalidades que se puso en marcha por el retraso detectado en la ejecución del proyecto.
Ecisa se convirtió en adjudicataria de la remodelación de la Plaza de San Blas tras imponerse a las propuestas presentadas por otras 13 constructoras que concurrieron en la licitación (entre ellas, Tecopsa, que llegó a presentar una impugnación ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales). La compañía presentó una oferta por un importe de 2,9 millones que acabó siendo considerada como la más ventajosa para los intereses municipales. Los trabajos debían quedar ejecutados en un plazo de once meses. No obstante, la dirección facultativa de la obra constató que los trabajos quedaron paralizados en el mes de octubre, después de haber sufrido una paulatina ralentización, según precisó el edil de Infraestructuras, José Ramón González, al dar cuenta de la apertura de expediente de rescisión en el transcurso del pleno ordinario de diciembre.
González añadió que, en ese momento, la compañía no aportó ninguna motivación ni causa justificada que explicase la suspensión de las obras, por lo que al expediente de penalidades por el retraso en su desarrollo, se sumó otro expediente sobre la rescisión del contrato por incumplimiento, en fase de tramitación y que, ahora, podría quedar archivado. Por lo pronto, los portavoces del bipartito, Antonio Manresa y Manuel Villar, indicaron que el equipo de gobierno se mostraba abierto a llegar a un entendimiento que permitiese reanudar los trabajos sin más demora.
Esa posición se extendería al desarrollo de otra actuación municipal a cargo de Ecisa, en alianza con Construcciones Urrutia. Se trata de la construcción del parque del barrio de La Torreta (el antiguo PAU 2): una gran zona verde de 20.000 metros cuadrados situada entre las calles Isla de Corfú y la avenida Deportista Isabel Fernández. De hecho, como informó este diario, el bipartito aprobó este martes en Junta de Gobierno un requerimiento por el que apremiaba a la UTE responsable de los trabajos a acelerar su ejecución con la advertencia de poder incurrir en penalidades, e incluso, una posible rescisión, por el incumplimiento de los plazos programados en el plan de obra.
Las obras del parque de La Torreta se iniciaron en febrero de 2022 con un presupuesto de 1,8 millones que se elevó hasta los 2,1 tras una última modificación del proyecto aprobada en julio. Su plazo de ejecución es de un año. Sin embargo, según los informes elevados por la dirección facultativa de las obras, no se habrían registrado avances significativos en su realización desde el pasado verano. De ahí que el acuerdo aprobado en Junta de Gobierno conmine a la UTE a acelerar las obras con los recursos de personal y de maquinaria que resulten necesarios para cumplir el calendario comprometido para la finalización del parque.