ELCHE. Este miércoles el nuevo rector del CEU ilicitano, Higinio Marín, confirmaba que la universidad tiene cerrado desde hace varios meses el acuerdo de compraventa del emblemático inmueble del otrora cine Capitolio o tienda de Zara. La operación se ha cerrado por cuatro millones de euros.
Aunque Marín no ha podido especificar más concreción sobre la compraventa, sí apuntaba que se está en proceso de formalizar la inscripción registral, ya ton la titularidad del inmueble a cargo de la universidad, además de que el trámite para solicitar la licencia de obra ya está en marcha, sin especificar si se ha presentado ya o no, porque es un asunto que lleva la Fundación Universitaria desde València. Aunque está todo avanzado ya que el rector venía a decir que en breve empezarán las obras. Además, el proyecto de reforma del edificio ya está redactado y presupuestado.
Así pues, la inversión será millonaria, teniendo en cuenta que esos cuatro millones de euros son solo referidos a la compraventa. A ello hay que añadir los honorarios del despacho de arquitectura y la futura obra de reforma. Al ser para Odontología (y a futuro, también para Psicología y algún postgrado), requerirá unas instalaciones técnicas para las prácticas.
En cualquier caso, el precio ha sido sensiblemente superior al que se había mencionado hace un par de años, cuando se hablaba en el sector de que el precio de salida por el edificio podía ser de tres millones (lo que frenaba a inversores) y que el propio Amancio Ortega, ya había rechazado una oferta vinculante, y un sondeo incluso del Ayuntamiento, que se planteaba el continente para uso cultural. Lo cual no descartaba que algún fondo inversor que entrara en propiedad, siempre con vistas a alquilarlo, se quedara con el Consistorio como inquilino. Incluso la UMH sugirió que lo estaba estudiando (al igual que el inmueble de la Fundación Mediterráneo, pero sin una propuesta sólida).
Finalmente en 2021 se coló en la puja con fuerza la universidad católica, que buscaba expandirse en el centro de la ciudad, un perfil del agrado de Ortega frente a un fondo porque es una entidad académica. Así pues, a pesar del runrún, ya que parece que el hecho de que el inmueble estuviera protegido generaba dudas a los técnicos de la misma por el encaje que pudiera tener, finalmente ha habido luz verde. Tan solo queda que la universidad obtenga la licencia de obra para empezar la reforma, teniendo en cuenta la protección ambiental de la que goza el inmueble según el catálogo de protecciones —desfasado, y ahora con un adjudicatario para una nueva redacción—. En las próximas semanas presentarán el proyecto. Su objetivo, que pueda estar listo durante el próximo curso, el 2024-2025.