Carlos Ferrando: "Las 'startups' estamos en caída libre pero no hemos bajado los brazos"

ALICANTE. La startup valenciana Closca es un ejemplo de cómo una pequeña firma con talento es capaz de hacer llegar sus productos a museos MoMA y Guggenheim de Nueva York, del Centre Pompidou de París o del Victoria and Albert de Londres y tener un futuro prometedor. También es un ejemplo, hoy, de cómo una situación sobrevenida como la crisis del coronavirus, puede poner en jaque sus planes con oportunidades de negocio que se atrasan y quedar en caída libre con bancos o Venture Capital que dejan en stand-by su apuesta por las startups. No obstante, aportará el valor de la adaptabilidad ante las adversidades para salir adelante; lo están viviendo en primera persona. Carlos Ferrando es CEO de Closca y habla con Alicante Plaza justo antes de su charla online para el hub El Ático. Así, contará la importancia de adaptarse para el bien de la economía y las empresas y lo hará mañana, 30 de abril, a las 12.30 horas. El programa StartsFuture será accesible también al resto del ecosistema emprendedor, hasta completar aforo, mediante una plataformas online.

¿Cómo ha afectado la crisis del coronavirus, con todo lo que conlleva, a Closca?

 Para Closca, el Estado de Alarma justo llegó a mitad de una ronda de financiación, ya teníamos contratados perfiles acordes con nuestro reto empresarial y todo ha cambiado. Hay un 85% o 90% menos de cifra de negocio y los Venture Capital nos dicen que hay que esperar con la financiación hasta el final de la crisis. Los bancos van en la misma línea. Tenemos en una megaoportunidad de negocio que se atrasa y en caída libre porque no hay asidero en el gobierno, bancos o Venture Capital. Por eso hay que reinventarse  para salir de ahí e ideamos el proyecto de Closca Mask el 18 de marzo y el 9 de abril ya lo teníamos listo en la web.

¿Cómo está funcionando la iniciativa de Closca Mask?

Closca Mask es un proyecto de máscara a nivel empresarial y sin beneficio neto. La hemos creado porque existe, y durante algún tiempo habrá una tesitura en la que la población tendrá que salir a la calle con la boca tapada. Ante esta situación se prevé que las grandes marcas de moda van a hacer que las integremos como un accesorio más. Y si llega a pasar eso es que no hemos aprendido nada de la situación. Closca Mask se posiciona en otro lado, en que ha de haber un cambio con el respeto al medio en el que vivimos; queremos destacar que es un drama tener que salir con máscaras, no asimilarlas como lo normal. Si no, lo siguiente que será, ¿escafandras de Louis Vuitton? Nuestro producto respeta los estándares medioambientales y con beneficios para el sistema sanitario. Nuestro propósito de marca está más vivo que nunca. Ahora, hay mucha demanda y la máscara está siendo un éxito, llevamos más de 200.000 mascarillas donadas. También, a través de la máscara estamos llegando a un público al que antes no llegábamos y esto está haciendo que otros productos como las botellas y cascos funcionen más.  

¿De qué forma avanzan los demás proyectos de Closca?

Buscamos retos y aportar de lo que sabemos para la humanidad. La contaminación que genera la producción y uso de plástico y los problemas con el recurso vital del agua son cosas para las que queremos aportar soluciones. Ya tenemos nuestra botella reutilizable en marcha y viene otra de camino, en próximas fechas. Además, aportamos valor a estos proyectos, los hacemos crecer. Así, tenemos en marcha una app que indicará dónde hay fuentes de agua públicas y también queremos empezar a ubicar fuentes de agua en varios puntos, desde comercios a otros lugares en la ciudad. Es otro reto en el que trabajamos y esperamos poder sacar lo antes posible.

¿Cómo es el trabajo de Closca durante el trabajo de alarma? ¿En qué ha cambiado?

No nos hemos visto, teletrabajamos. El trabajo con los partners está siendo muy intenso. El equipo se ha volcado porque ha visto una marca valiente y un entorno para desarrollar su talento. El gobierno puso, en el Estado de Alarma muy fácil acogerse a ERTE, parecía una oportunidad para bajar los brazos, como ha pasado con muchas firmas. Pero en Closca no nos gusta esa forma de pensar, no nos gusta bajar los brazos y lo que hemos hecho es buscar la solución en seguir adelante adaptándonos a la situación, con todo el equipo. 

¿En qué medida cree que va a afectar la crisis del covid-19 a la vida en nuestra sociedad?

En España, lamentablemente, vamos rezagados en comparación a otros países. En otros lugares ya han pensado en las firmas innovadoras como soporte para llevar el peso económico en esta situación difícil. Es España las startups estamos en caída libre. Queremos dar un toque de atención al gobierno, que aprenda de los demás. por ejemplo, hay sectores, como el del turismo, al que le va a costar mucho recuperarse. Se van a tener que adaptar y que, hasta 18 o 24 meses no recuperará la normalidad. No se puede sestar sosteniendo un sector tan grande tanto tiempo. Hay que cambiar comportamientos, empecemos a pensar como colectivo. Los gobiernos y bancos pierden el prisma de la corresponsabilidad, pero todos debemos pensar en qué podemos aportar. Esta es una oportunidad para colaborar y sentirnos un colectivo.

Sus diseños se han expuesto y vendido en el MoMA o en el Guggenheim de Nueva York, o incluso en el MarketPlace de Moleskine. ¿Cuál es la clave para llegar a estos puntos desde València?

Hay dos claves que son mágicas: humildad y seguir emprendiendo. Se ha de tener la ambición de que estás a la altura de cualquiera. Yo soy de un pueblo de 1.200 habitantes entre Alicante y València y puedo aportar todo el valor a cualquier marca. 

¿Cómo es el equipo que trabaja en Closca, qué perfiles tiene?

Somos un equipo pequeño en cantidad pero con muchos retos. Diseñamos, fabricamos productos de calidad, hacemos envíos, exportación, y también manejamos comunicación y marketing. Tenemos el volumen de trabajo de una empresa de unos 8 millones de euros pero sin facturarlos. Somos un equipo valiente y 4x4.  Nuestro managing director estuvo también en Tesla. Otra de las responsables ha estado en Reebok o Le Coq Sportif. El responsable de productos ha estado en una de los proveedores de Mercadona en un mercado muy específico. Tenemos un gran equipo que se desvive y que se adapta rápido a las circunstancias y es solidario.

¿Qué consejos va a dar en su charla a los emprendedores del Hub El Ático, de qué hablará? 

De marcas con propósito, de corresponsabilidad. El tema de la adaptabilidad es clave para la economía y las empresas.

En momentos de incertidumbre como el actual, ¿cuál es la clave que deben aportar los emprendedores a sus proyectos?

Lo que llamamos innovación disruptiva. El hecho de pensar en cosas macro. Las pequeñas firmas no tienen grandes pesos y son más ágiles. Cuando en España empiecen a funcionar más las empresas disruptivas como Closca, cuando tengan más espacio y oportunidades, habrá un gran cambio.