XIXONA. El Ayuntamiento de Xixona instaló a principios de 2022 una estación de medición para conocer la calidad del aire del municipio, tras ser esta una de las propuestas ganadoras de los presupuestos participativos de 2019. El periodo analizado comprende desde el 1 de febrero de 2022 hasta el 31 de enero de 2023, cuando los datos recibidos certifican "buena calidad del aire". En concreto, se ha obtenido que el 65,5 % de los días la calificación de "buena" (la nota máxima) y el 34 % de "razonablemente buena", por la presencia de polvo sahariano en suspensión.
Como arroja el estudio ambiental -elaborado por Kunak Technologies S.L. y Suez S.L.U.-, las dos únicas fechas en que se valoró la calidad del aire como "extremadamente desfavorable" fueron el 14 y el 15 de marzo, coincidiendo con los días de mayor incidencia del polvo procedente de África. Estos dos días de calidad "extremadamente desfavorable" suponen el 0,5 % del periodo.
Entre las valoraciones que arroja el estudio, se especifica que los valores registrados durante el periodo de análisis "se encuentran por debajo de los niveles de referencia legislados". Otros matices que apunta el informe y que pueden influir en la calidad del aire, es que en la madrugada del domingo 6 de noviembre se declaró un incendio en el vertedero de Piedranegra, el cual quedó estabilizado a lo largo de la mañana.
Así, se concluye que, finalmente, los niveles de calidad del aire registrados en el medidor instalado durante el domingo 6 de noviembre (día del incendio) "no vulneraron los valores de referencia establecidos en la legislación vigente". De hecho, fue a petición del Ayuntamiento de Xixona por lo que se realizó un análisis detallado del día del incendio, cuando los niveles registrados se mantuvieron en los límites recomendables.
El medidor, que se instaló a principios de 2022, ha tenido un coste de 13.000 euros y aporta datos de forma permanente. El estudio incluye el análisis de los valores de dióxido de nitrógeno, monóxido de nitrógeno, monóxido de carbono, amoniaco, sulfuro de hidrógeno y partículas en suspensión, ofreciendo resultados que, en todos los casos, han estado por debajo de los niveles de referencia máximos establecidos como límite de lo que se considera perjudicial para la salud según el Real Decreto 102/2011.