Baño, mucha Cámara, pocos retos

La Noche de la Economía Alicantina es un clásico en el calendario económico. También lo es el discurso de su presidente, sea quién sea. No porque todos sus titulares lo hayan querido. Lo es porque en su día hubo uno, Antonio Fernández Valenzuela, que convirtió su intervención en un decálogo de necesidades, reivindicaciones y deficiencias de la provincia de Alicante, sobre todo, ante la Generalitat. Desde entonces, cada noviembre, los periodistas esperamos con curiosidad a ver qué dice el titular de la entidad. Esta vez, ha repetido Carlos Baño, la diferencia es que el destinario, el Gobierno valenciano, era de signo diferente; tenía al popular Carlos Mazón, a su vez, gerente de la entidad en excedencia (cabe tenerlo presente), máxima autoridad, y a la que si dirigen la mayoría de las advertencias de esa noche. La/él delegado del Gobierno también se lleva varios mensajes, aunque suelen pasar más desapercibidos. 

No es mi intención aprobar o desaprobar las palabras de Baño. De ese se encargan sus asociados. Los periodistas ya lo contamos esa misma noche del 28 de noviembre. Quizás haya que tener en cuenta el contexto en el que las dijo, y algunos de sus mensajes -ña reciente conformación del nuevo Gobierno y la investidura de Pedro Sánchez-. Pero para mi, lo más preocupante, es lo que no dice, siendo el representante de una entidad empresarial. Quizás no lo dice que esa noche toca ser Valenzuela, y no otra cosa; es decir, trasladar al auditorio las reividicaciones políticas del territorio. Y el territorio se lo come todo. Pero quien tenga memoria recordará las palabras de Baño de la 47 edición, con otros protagonistas, y tanbién verán las diferencias. Aquí les dejo el enlace para que analicen.

Las tres palabras más repetidas por Baño fueron, por este orden: Cámara, provincia y Alicante, unas 20 veces. Seguido Empresas, Gobierno y España, unas 15. Y después, empresarios, futuro y comercio. A mucha distancia, encontramos, con más repeticiones, las palabras talento, Generalitat y president.

Lo normal es que Baño hiciera el discurso que hizo. Quizás porque no era el foro, o el momento, pues entre sus palabras no figuraron ni inflación, energía ni costes laborales. Sostenibilidad o cambio climático quizás era pedir demasiado. Quizás el único anuncio puramente económico fue el acuerdo para instalar un centro de excelencia para la Formación Profesional como muestra del esfuerzo de la Cámara para fomentar la formación, otra de las asignaturas pendientes que tiene el sistema y las empresas.

Lo más fácil sería darle un abrazo a Carlos Baño la próxima vez que lo vea y decirle !Qué gran discurso¡. Pero a los líderes empresariales también hay que exigirles un poco más de lo que dirían determinados partidos políticos. Eso es muy fácil. Y esa diferencia en el mensaje quizás ayudaría a los empresarios mejorar la imagen de la mayoría (siempre hay excepciones), y de la que se quejó Carlos Baño con razón. La mayoría de los empresarios, los que cumplen con las normas, que suelen personas comprometidas y ejemplares, con sus trabajadores y con su entorno.

Ahora bien, hay más preocupaciones, que Baño obvió. La digitalización, la sostenibilidad (la medioambiental y la laboral), el aumento de los impuestos en determinados municipios (muchos de ellos, que soportarán comerciantes y pymes). Podría haberse quejado del kit digital, no sabemos si va bien o mal, y qué piensan la mayoría de los comerciantes y pymes, que son sus principales beneficiarios; podría haber dado más detalles de la cooperativa eléctrica que lidera la Cámara y si ha logrado bajar los costes energéticos a sus asociados; qué está haciendo la Cámara para ayudar a sus socios a implantar procesos de Inteligencia Artificial; medidas de conciliación laboral para que el talento no vaya a otros sectores; qué pasa con el bloqueo comercial con Argelia; la bajada de las exportaciones y cuáles son las razones, etc. Hay tantas cosas que preocupan a los empresarios y que Baño podría haber mencionado. Solo mencionado. 

Pues eso que los empresarios hacen cada día, como luchar contra esos desafíos -tener que adaptarse a la digitalización, sostenibilidad, IA o costes energéticos- y no competir en precio, sino en calidad, como dijo él mismo explicó en el Podcast de Alicante Plaza. O incluso lo que anunció cuando tomó posesión, como es dar más protagonismo a las mujeres o rejuvenecer equipos. Todo eso también, creo yo, merecía una mención. En cambio, los presentes escucharon lo de siempre, mucha Cámara y pocos retos. Lo dicho: si quieres ganarte a los que denostan o te critican, haz esfuerzos para convencerles. No les devuelvas el mismo mensaje, envuelto con tu papel de celofán, por mucho que el contexto invitase a ello (ley de Amnistía, pacto Junts-PSOE, etc). De lo contrario, se convierte en lo de siempre. Que es lo que fue (a tenor de los aplausos). Y si buscaba eso, chapó. Y si no, pues fue lo de siempre.