ALICANTE. El Banco Sabadell se prepara para celebrar su sexta junta de accionistas desde que en octubre de 2017 decidió trasladar su domicilio social desde Cataluña a la antigua sede de la CAM en Alicante, en plena escalada soberanista. Como en las cinco anteriores ocasiones (en 2020 la junta se 'celebró' en la sede del banco y de forma telemática al estar en pleno confinamiento por la pandemia), la cita se celebrará en el Auditorio de la Diputación de Alicante (Adda), donde habitualmente se dan cita de forma presencial un millar de personas. La novedad es que este año, en lugar de ser vespertina, la junta se celebrará por la mañana, a partir de las 11 horas.
Fuera de los puntos 'clásicos' del orden del día, como la aprobación de las cuentas anuales, el informe de gestión y la actuación del consejo de administración durante 2022, para los que no se prevé mayor problema (máxime en un año donde el Banco Sabadell ha arrojado un beneficio de 859 millones de euros, un 62% más), la junta de accionistas votará también otros asuntos como la renovación de la condición de consejero de su presidente, Josep Oliu, o el reparto de un nuevo dividendo.
Según consta en la convocatoria de la junta, firmada por Miquel Roca como secretario del consejo, el punto quinto del orden del día prevé reelegir como consejeros a Oliu, Autora Catá (independiente), María José García (externa) y David Vegara (consejero ejecutivo), así como ratificar el nombramiento de Laura González (independiente), todos ellos a propuesta del consejo. Por parte de la comisión de nombramientos, la junta debe aprobar la designación como consejero independiente de Pedro Viñolas. También se aprobará la reelección de KPMG como auditor de cuentas consolidadas del grupo, la política de remuneraciones de los consejeros y el límite máximo a la retribución variable.
En cuanto al reparto de dividendo, que se aprobará por segundo año consecutivo tras varios ejercicios sin hacerlo (primero por la posición del banco, y luego por la pandemia), se votará en el punto tercero del orden del día. Concretamente, el Banco Sabadell propone a sus accionistas remunerarles con dos céntimos por acción a cuenta del resultado del ejercicio 2022, como "dividendo complementario" al que se abonó el último día de diciembre.
El otro gran punto del orden del día previsto es la autorización al consejo para llevar a cabo una reducción de capital por un importe máximo de 204 millones de euros, a través del importe nominal de las acciones propias (es decir, de autocartera, que no afectarán al valor nominal de los títulos de sus accionistas), para lo cual el banco plantea adquirir dicha cantidad de títulos dentro del límite del 10% impuesto por el BCE a la autocartera de las entidades financieras. Se trata de una fórmula que han planteado o llevado a cabo durante 2022 otros bancos españoles, como fórmula para remunerar a sus accionistas al margen del dividendo.
Entre esta recompra de acciones, los dos céntimos por acción de dividendo complementario y los dos céntimos que ya se pagaron a cuenta del resultado de 2022 antes de que finalizase el año, el Banco Sabadell elevará su 'payout' hasta el 50% de su beneficio, frente al 31,8% que alcanzó el año anterior. Sumando estas tres medidas, la retribución total asciende a 430 millones de euros, lo que equivale a una rentabilidad por dividendo del 8,7% considerando la cotización al cierre de 30 de diciembre de 2022.