ALICANTE. El Patronato de Turismo del Ayuntamiento de Alicante recurre a las instalaciones del Colegio de Médicos de Alicante (COMA) para intensificar la labor de captación de congresos y reuniones profesionales ante la inexistencia de un edificio de titularidad pública con el que poder aferrarse al tren del turismo MICE (meetings, incentives, conferencing and exhibitions). Así queda regulado en el convenio suscrito este miércoles entre la edil de Turismo, Mari Carmen Sánchez (Cs), y la presidenta del colegio profesional, Isabel Moya, por el que ambas partes se comprometen a promocionar y fomentar la celebración de eventos en el Palacio de Congresos del colegio, a través de una comisión técnica de expertos compuesta por dos representantes municipales y dos de la entidad colegial.
Se trata del primer acuerdo de estas características rubricado hasta la fecha con el fin de optimizar las posibilidades de Alicante y del edificio del COMA para la celebración de congresos de tamaño medio (ya que su auditorio principal dispone de capacidad para 602 personas), o que requieran del uso de diversos espacios de manera simultánea (puesto que el Palacio cuenta con otras 10 salas de menor tamaño, de entre 150 y 24 personas). Los eventos que puedan celebrase podrán versar sobre temas médicos (ya se ha confirmado hasta 12 reuniones sobre medicina en el calendario de este año) o de cualquier otra índole, siempre que no estén relacionados con la difusión de disciplinas consideradas pseudociencias por el Ministerio de Sanidad.
El acuerdo bilateral -que tiene una duración inicial de un año, aunque admite sucesivas prórrogas- precede a la renovación del convenio suscrito en 2016 por el que se contempla el uso compartido del Auditorio Provincial (Adda). El Patronato de Turismo persiste en cerrar y actualizar ese acuerdo con la Diputación Provincial para que las salas del edificio del Paseo de Campoamor puedan albergar el desarrollo de congresos en las fechas en las que no exista programación musical.
Turismo considera que los dos acuerdos continuarán siendo necesarios hasta que se pueda disponer de un centro de congresos municipal con el que poder optar a la organización de reuniones profesionales de gran tamaño. Y eso no sucederá como muy pronto hasta el próximo mandato, en el caso de que fragüe el compromiso anunciado por el alcalde, el popular Luis Barcala, durante el debate sobre el estado de la ciudad, para construir un edificio específico con ese fin en el acceso sur de la ciudad.
El bipartito compuesto por PP y Cs mantiene su apuesta por situar esa infraestructura en Benalúa Sur, en el espacio liberado tras el traslado de las fábricas de Harinas Bufort y Harinas Cloquell, aunque esa posibilidad sigue supeditada a que el ayuntamiento concierte la compra de los terrenos a los propietarios de las harineras. En principio, se prevé que la oferta municipal pueda superar los ocho millones de euros (a sufragar mediante la contratación de un préstamo), en función de la tasación en la que todavía trabajan los técnicos municipales.
Así, el equipo de Gobierno confía en desarrollar un calendario a tres años vista para la planificación de sus obras. A lo largo de 2020 se convocaría el concurso para la redacción del proyecto del futuro edificio. En 2021, se procedería a su redacción. Y en 2022 se licitaría su construcción, con la previsión de que los trabajos pudiesen comenzarse en 2023. Entre tanto, se negociaría la búsqueda de la financiación necesaria para la ejecución de las obras del edificio y para la reurbanización de todo su entorno, de modo que la operación del centro de congresos sirviese para modernizar la entrada sur a la ciudad. Para ello, se contaría con aportaciones de otras administraciones, desde la Diputación hasta la Unión Europea.