ALICANTE. La Concejalía de Coordinación de Proyectos del Ayuntamiento de Alicante profundiza en el uso de la tecnología como herramienta para combatir situaciones de emergencia con dos propuestas distintas, pero paralelas, para mejorar la capacidad de respuesta de la administración pública frente fenómenos como los incendios o las inundaciones.
El departamento que coordina el edil Toño Peral (PP) trabaja ya con dos proyectos para crear e instalar otras tantas redes de sensores inteligentes capaces de percibir la declaración de un fuego o de una acumulación inusual de agua y transmitir la señal de alerta a los servicios de emergencia para que se pongan en marcha los protocolos de actuación específicos en cada caso.
Es más, en el caso de los incendios, la red de sensores incluye a posibilidad de accionar dispositivos de extinción de manera automática. Se trata de una de las propuestas que se incluye en el proyecto Alicante Smart & Circular para convertir el Monte Benacantil y el Castillo de Santa Bárbara en un espacio autosostenible desde el punto de vista del medio ambiente, que el Ayuntamiento presenta este miércoles en la Cumbre del Clima de Madrid, la COP 25, durante el desarrollo de una mesa redonda sobre "Cooperación, Gobernanza e Innovación en la Lucha y Prevención de los Incendios Forestales".
Según fuentes del equipo de Gobierno (PP y Cs), la propuesta comprende la instalación de esa red de sensores comunicada con un sistema de riego por aspersión en el propio monte, que se pondría en marcha en el momento en el que los detectores captasen la existencia de llamas. Además, esa red de aspersores utilizará agua reciclada procedente de las plantas de tratamiento de aguas residuales de Rincón de León y Monte Orgegia tras su desinfección mediante un sistema de fotocatálisis.
El proyecto, que incluye otras líneas de actuación como la reforestación del Benacantil con especies arbóreas, opta a financiación europea a través del programa Urban Innovative Actions. Su presupuesto asciende a 6 millones, que podrían quedar subvencionado al 80% (4,8 millones) en el caso de que logre la aprobación de la Unión Europea.
Los dispositivos permitirán detectar situaciones de emergencia y activar la respuesta de la administración de manera inmediata
La segunda red de sensores inteligentes, que no forma parte del proyecto sobre el Benacantil, se instalará en los puntos con mayor riesgo de sufrir acumulaciones de agua en caso de episodios de fuertes lluvia, a partir de la zonificación identificada por Aguas de Alicante y por el Servicio de Extinción y Prevención de Incendios (Sepeis). Se trataría de los emplazamientos en los que la capacidad de la red de evacuación pública no resulta suficiente para facilitar el drenaje de pluviales, como las urbanizaciones de Playa de San Juan del entorno del campo de golf, por ejemplo.
En esos casos, la red de sensores informará de manera automática en cuanto perciba que se dan acumulaciones de agua a partir del número de centímetros que se programen, de modo que la Policía Local pueda acordar los cortes de tráfico que resulten necesarios con mayor rapidez y que los efectivos del cuerpo de bomberos puedan acudir para bombear el agua acumulada y evitar inundaciones mayores.
Según fuentes del bipartito, ambos proyectos cuentan con la participación de socios tecnológicos como Huawei, Accenture, Blue Gold and Torrejuana y Lucentia Lab, entre otros.