ALICANTE. El último proyecto empresarial que aspiraba a convertir el emblemático edificio de la casa Alberola en un hotel comienza a encarrilarse ocho meses después de que comenzase a gestarse. La empresa Balazs Company, que cerró en el otoño de 2017 un contrato de arrendamiento por 25 años con la propiedad del inmueble, acaba de lograr ahora licencia para rehabilitar el edificio y transformarlo en un establecimiento de 46 habitaciones con restaurante de acceso público, en su planta baja, en un emplazamiento estratégico: el paseo de la Explanada y con vistas al Puerto.
La Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Alicante, bajo la coordinación de la edil Mari Carmen de España (PP), firmó este martes el decreto de concesión de licencia de intervención (abierto en 2010 a petición de otra mercantil que pretendía convertir el inmueble en un edificio de oficinas), lo que permite a Balazs culminar un acuerdo con los operadores internacionales de reconocido prestigio con los que mantenía negociaciones para que se convirtiesen en gestores del establecimiento.
Entre ellas, como informó Alicante Plaza, una de las que había confirmado un mayor interés en la operación era la cadena de origen estadounidense Hilton, que había supeditado su participación en el proyecto a dos condiciones básicas: que el hotel pudiese abrir cuanto antes, incluso para poder operar ya durante la campaña estival de este 2018, y que se pudiese sacar rédito al torreón que corona el edificio como suite principal. Lo cierto es que esos dos requisitos principales han quedado descartados hasta ahora pero, según las fuentes consultadas, la compañía seguía estando interesada en el proyecto hasta hace un mes y continuaría siendo aún la mejor posicionada para asumir su explotación.
Por lo pronto, el proyecto de Balazs contempla una inversión de 2,4 millones (1,4 de ellos sólo en presupuesto de ejecución material de obra) para reformar y adaptar el edificio diseñado por el arquitecto José Guardiola en un hotel provisto de todas las comodidades con el máximo respeto a sus condiciones arquitectónicas: uno de los alicientes que más ha contribuido a suscitar el interés de gestores internacionales. El decreto de concesión de licencia establece un plazo de seis meses para el desarrollo de la intervención que Balazs podría iniciar entre los meses de septiembre y octubre, ya que tenía programado un cronograma con hasta tres turnos de trabajo al día para acortar los tiempos.
¿Por qué se ha demorado la autorización del proyecto? Como ha contado este diario, la causa principal de ese retraso deriva de la disputa establecida en torno a la existencia de un forjado ilegal que conformaba un sobreático no permitido en el Plan Especial del Centro Tradicional, a juicio de los técnicos municipales. Ese forjado preexistente, que dio lugar a la apertura de un expediente de infracción urbanística desde antes de 2010, ya motivó varios desencuentros entre los técnicos de la Concejalía de Urbanismo y la promotora murciana Thader World que precedió a Balazs con una iniciativa similar, hasta que acabó desistiendo de su ejecución a mediados de 2017 después de haber logrado un certificado de compatibilidad urbanística favorable para convertir el edificio en hotel, siempre que no diese uso a ese sobreático ilegal. El mandato emitido durante la etapa del portavoz de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, como responsable de Urbanismo era que ese forjado debía demolerse.
Balazs se enfrentó a la misma disputa heredada ya con la portavoz del PSOE, Eva Montesinos, en esa misma concejalía. Es más, la promotora del hotel modificó su proyecto para garantizar la demolición parcial de ese forjado, de modo que se mantendría parte de él solo para habilitar servicios generales (maquinaria, sistema de refrigeración, etc.), sin que tuviese un uso lucrativo. Eso sí, con ello se garantizaba un acceso al torreón del edificio en condiciones de seguridad lo que permitía adaptarlo como espacio para los huéspedes.
Sin embargo, la conclusión de los informes técnicos y jurídicos no varió y se siguió supeditando la concesión de la licencia a la demolición de ese sobreático que el propio Ayuntamiento había declarado ilegal y que, desde el hallazgo que dio lugar a la apertura del expediente, se había estado tolerando, sin obligar a quien lo ejecutó a demolerlo.
Ahora, el decreto por el que se facilita el permiso municipal recoge expresamente la obligación de derribo de ese forjado ilegal, tras pactar una solución técnica distinta: la recuperación de la escalera que daba acceso a ese torreón cilíndrico. Además, el proyecto incorpora un local anexo, con entrada independiente desde la calle San Fernando, para usos relacionados con el hotel, según la licencia.
La edil de Urbanismo, Mari Carmen de España, señaló este martes que "el desbloqueo en la concesión de la licencia supone dar un impulso a la actividad económica y a la creación de puestos de trabajo en Alicante".