ALICANTE. La ampliación del cementerio de Alicante programada desde el pasado mandato comienza a ver la luz. El equipo de gobierno, el bipartito compuesto por Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs), apura los últimos compases de su etapa de gestión conjunta antes de la celebración de las elecciones municipales del 28 de mayo con el lanzamiento del proyecto con el que se pretende solventar las necesidades de enterramiento de las próximas siete décadas. Cuando menos, esa fue la previsión contemplada en el año 2017, cuando el gobierno tripartito formado entonces por PSOE, Guanyar y Compromís aprobó la cuarta modificación del Plan Especial de la Operación Integrada nº1 (OI/1) por la que se amparaba la extensión del cementerio histórico de 1918 con la previsión de que pudiese ejecutarse en dos fases distintas.
De ahí que la propuesta requiera una inversión de calado: más de 5,1 millones (impuestos incluidos), según la propuesta que, salvo cambio de criterio, podría quedar aprobada en la reunión de la Junta de Gobierno de este martes. El proyecto comprende la construcción de 2.500 nuevos nichos, dispuestos en bloques de cuatro alturas, que se encuadrarán sobre una parcela de 16.549 metros cuadrados, según han concretado fuentes municipales, encuadrados en un área global próxima a los 350.000 metros cuadrados amparada en esa modificación del Plan Especial.
El proyecto plantea la reserva de zonas específicas para los enterramientos de los ritos islámico y judío, así como un área para la disposición de cenizas e incluso un espacio habilitado como cementerio para mascotas. La urbanización de esos espacios y el ajardinamiento de los viales de conexión quedarían recogidos en la primera fase de las obras, mientras que en la segunda se contemplaría la construcción de un tanatorio con crematorio, en función de las previsiones recogidas en la modificación del Plan Especial aprobada hace nueve años, sobre la que hasta ahora no ha trascendido que se hayan introducido variaciones.
La aprobación del proyecto supone el paso previo indispensable para que pueda licitarse la ejecución de las obras. Eso sí, todo parece indicar que el proceso de contratación quedará demorado hasta el próximo mandato. Por lo pronto, se prevé que la actuación propuesta quede finalizada en el plazo de un año desde el inicio de los trabajos.
Lo cierto es que el lanzamiento de ese proyecto de ampliación ha estado precedido de al menos tres actuaciones previas en el margen de los últimos diez años que han permitido acometer ampliaciones provisionales ante la necesidad de disponer de nuevos enterramientos. La primera de ellas fue la construcción del conocido como cementerio nuevo, en 2013, cuando se ganó una superficie de 20.594 metros cuadrados. La segunda intervención se puso en marcha en 2019 con la construcción de 700 nichos más. Y la tercera, desarrollada entre principios de 2021 y octubre de ese año, contempló la construcción de cinco módulos que permitió contar con 960 nichos adicionales, con una inversión de 1,4 millones.