La décima edición de RootedCON, el congreso de Seguridad Informática más destacado del panorama español, donde han participado más de 2.000 profesionales, ha vuelto a poner de manifiesto el imparable avance de la profesionalización de los ciberataques y la necesidad de proteger a empresas, administraciones públicas y usuarios con estrategias integrales.
Una de las revelaciones más destacadas de este evento fue la demostración de la capacidad de los hackers para atacar cualquier red inalámbrica. Hace unos días se conocía que un grupo de investigadores de Corea del Sur había publicado un informe en el que se identificaban nada menos que 36 nuevas vulnerabilidades de uno de los protocolos de comunicaciones inalámbricas más utilizados del mundo, lo que abría las puertas a la posibilidad de espiar llamadas. En la RootedCON fueron más allá y desvelaron que ya existen protocolos y estrategias teóricas para hackear la futura red 5G, algo que ni siquiera está en nuestras manos a día de hoy.
Otro de los aspectos que más debate generó, especialmente por el momento preelectoral en el que nos encontramos fue el de las fake news. En apenas un año este fenómeno se ha colado entre las mayores preocupaciones de los gobiernos por su enorme capacidad de influencia a través de la red y de unos usuarios que no están acostumbrados a contrastar la infoxicación que reciben. Y esto sigue avanzando: utilizando técnicas de Inteligencia Artifical y Machine Learning pudimos ver ejemplos de cómo sobre un vídeo se podían cambiar las declaraciones de las personas que aparecían en él. ¿Ciencia ficción? No, simplemente un uso malicioso de la tecnología.
Ante esta realidad hiperexpuesta, hiperveloz e hiperprofesional, todos los ponentes coincidieron en la importancia de abordar la ciberseguridad desde una perspectiva integral con estrategias que combinen la tecnología, la monitorización, la inteligencia colectiva (Threat Intelligence) y la concienciación de los usuarios. Es nuestra responsabilidad potenciar la figura de un usuario responsable y capacitado para no abrir la puerta a sus datos personales o a los de su empresa ante la trampa más simple. Desengañaos, no os puede tocar nada en un sorteo en el que no participéis y siempre comprobad el nombre completo del remitente de cualquier mail. El sentido común es vuestro mejor antivirus.
