Fachada principal del Hotel Amérigo, en pleno centro de Alicante.ALICANTE. La pandemia del coronavirus no solo ha obligado a la práctica totalidad de la planta hotelera a echar el cierre (todos, salvo los establecimientos declarados servicio público esencial por el Gobierno para atender necesidades especiales de hospedaje) con pérdidas todavía incalculables más allá de aproximaciones estimativas. Una de las últimas entre ellas, la facilitada por el lobby Exceltur a 31 de marzo, las cifra en unos 5.336 millones para los operadores del conjunto de la Comunitat, lo que supone una caída de la actividad turística del 33,6%. Sin embargo, la principal consecuencia de la propagación del virus continúa siendo la incertidumbre sobre el momento en el que podrán recuperar su funcionamiento con normalidad al no existir ninguna certeza sobre cómo puede evolucionar la crisis sanitaria pese a las prospecciones estadísticas que se manejan en determinados ámbitos universitarios.
En esta línea, los cerca de 70 hoteles de la provincia de Alicante agrupados en la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante (APHA) mantienen cerrado su canal de ventas para este verano y no saben todavía cuál es el momento adecuado para volver a aceptar reservas. La consigna que sigue manejando la patronal hasta ahora es la de la cautela para no tener que acordar nuevas cancelaciones y posibles devoluciones de depósitos en el caso de que se decrete la prórroga del Estado de Alarma y sus restricciones de movilidad incluso más allá del mes de mayo.
De hecho, el objetivo inicial era reabrir la comercialización de habitaciones a partir de la segunda mitad de abril para recuperar la campaña de verano cuanto antes. Sin embargo, esa posibilidad ha quedado sobre la mesa, sin que se augure todavía una posible fecha alternativa, pese a que la Agencia Valenciana de Turisme haya aconsejado al sector que mantenga abierto el canal de reservas ante la temporada estival en la guía de recomendaciones que distribuyó entre todos los operadores autonómicos la semana pasada.
Así, APHA sigue optando por aferrarse a la labor de promoción para preparar el terreno de la recuperación en la llegada de visitas sea cual sea el momento en el que se dé por superada la emergencia sanitaria. Así, la patronal provincial se ha sumado a la labor que ya ha comenzado a desplegar Turisme en ese sentido y que también prevé impulsar el Patronato de Turismo en colaboración con Alicante Convention Bureau (ACB), para publicitar el destino con el objetivo de mantener la fidelización de las visitas nacionales.
De este modo, APHA se une a la difusión de los mensajes de responsabilidad lanzados por Turisme a través de redes sociales, en los que se incide en la necesidad de respetar el confinamiento preventivo para evitar contagios, acompañados de un reclamo sobre la oportunidad del regreso, con claims como Nos vemos pronto o Cuídate para volver, entre otros.
Se trata de una estrategia de promoción especialmente dirigida al visitante nacional (residentes de Madrid, Castilla y León y País Vasco), al tratarse del cliente habitual de los hoteles de Alicante y del conjunto de la Costa Blanca.
Entre tanto, los hoteles de Alicante sopesan ahora la nueva instrucción difundida por la Secretaría de Estado de Turismo -dada a conocer por este diario- en la que se ampara la posibilidad de que los hoteles puedan funcionar como hoteles en servicio de guardia siempre que permanezcan sujetos a determinadas condiciones, pese a que no figurasen en el decreto por el que se acordó la declaración de 370 establecimientos del conjunto del país como servicio público esencial. Como viene informando Alicante Plaza, en ese decreto se reconocía a cuatro hoteles de la provincia en esa condición: Apartamentos El Plantío Golf, Hotel Goya, Alicante Hills y Apartamentos Europa House Sun Beach de Guardamar.
Esa posibilidad, conlleva que los establecimientos se limiten a hospedar solo a colectivos profesionales que sigan en activo pese a la orden de confinamiento general (como transportistas, pilotos o efectivos de los cuerpos de emergencias, entre otros) que se vean obligados a desplazarse de provincia de manera ineludible. En esos supuestos, los hoteles deberán mantener los protocolos de prevención de contagios que se implantaron antes de que se acordase su cierre respecto al uso de los espacios comunes, como los comedores.
