MÚSICA, BAILE, AUDIOVISUALES O MODA

Jugando a ser Shakespeare: extranjerismos y neotérminos que salpican a la cultura

1/09/2021 - 

ALICANTE. Es completamente improbable que un idioma se mantenga puro. La interconectividad digital y física, el rebase diario de las fronteras y la herencia de lenguas antepasadas propician que, en este caso, el castellano se embeba de otros idiomas. Que los anglicismos llaman a las puertas de la RAE -por mucho que la institución los rehúya- es una realidad. Y que las nuevas palabras que se crean son cada vez más populares y se hacen un hueco entre la sociedad, también. Términos que se toman de otros idiomas y que o bien se respetan tal cual o bien se adaptan a una segunda lengua, en lo que aquí se conoce como un proceso de castellanización. O un tercer grupo más creativo: la combinación de dos idiomas, que dan a luz, por ejemplo, al spanglish, una palabra con doble nacionalidad.

Anglicismos y neologismos se cuelan todos los días en el hablar común. Si no me crees, prueba a contar cuántas de estas palabras se escapan en una conversación. El mundo del arte tampoco está libre de la influencia de otros idiomas, una situación propiciada por las corrientes surgidas y exportadas entre países, la internacionalización de las artes. Para evidenciarlo, Alicante Plaza ha elaborado una pequeña lista con algunos de los extranjerismos y neotérminos que salpican a la cultura. ¿Quién dijo que no se podía jugar a ser Shakespeare en el siglo XXI?

Música y baile

¿Recuerdas aquel festival al que fuiste antes de la pandemia? Ese en el que se podía bailar de pie y que colgó el cartel de sold out. Además de multitud de fans, los conciertos y la música en general también están plagados de extranjerismos. Muchos de los géneros como rock, pop, rap, jazz, funk o metal lo son, independientemente de la superstar que los interprete. En los festivales, miles de personas acuden a los lives de los artistas, quienes se preparan previamente en el backstage, repasando el repertorio de su tour, cuidando no olvidar ningún single, colocándose los in-ears para escuchar el resto de instrumentos antes de que el speaker pronuncie sus nombres para dar comienzo al show.

Los términos CD, remix o track también son préstamos ingleses, al igual que el botón de play que pulsas para disfrutar del beat producido por el DJ (disc-jockey), el cual contrasta con los temas a capella que a veces interpretan los y las artistas. Y hablando de términos italianos, las partituras clásicas están atiborradas de los crescendo, los adagio, los allegro o los fortissimo. Pero no solo la música está bañada por extranjerismos, sino también la danza, con los plié, relevé y resto de movimientos franceses que copan las funciones de ballet. Muy diferentes a las performances de quienes practican break dance, dancehall o se tiran un paso de shuffle.

Cine y audiovisual

Luces, cámara y ¡acción! Empieza el thriller, esa película de suspense acotada en una palabra. La primera escena es un plano secuencia con un raccord perfecto. Llevas un rato mirando fijamente a ese actor pensando si es el mismo que protagoniza Thor. ¿O eran Los juegos del hambre? Imposible adivinar, los Hemsworth son casi idénticos. Sea el pequeño o el mayor de los hermanos, antes ha debido pasar esa prueba previa denominada casting. Las 22:30 h y ya irrumpe el primer anuncio en televisión, en pleno prime time, la hora de máxima audiencia.

Al cambiar de cadena mientras esperas a que el film vuelva a la pantalla, encuentras el reality de moda. Un programa que acabará convirtiendo a quienes participan en él en influencers, una celebrity en redes sociales con selfies de competición. En la siguiente cadena, los informativos están on air. Antes de pensar si era una fake news ya has vuelto a la película, justo al momento en el que te hiciste spoiler viendo el making of de la escena. "El tráiler parecía mejor", piensas mientras buscas en tu tablet un western, una sitcom o, incluso, un late night que te haga reír.

Moda

Las fashion weeks están repletas de looks diseñados a medida y de anglicismos que desfilan sobre las runway o catwalk. Lo hacen vistiendo un outfit con toques de glitter, telas de animal print o con el street style de vuelta a ser trendy. Algunas de las it girls o it boys que acuden a presenciar el show son youtubers, bloggers o influencers con el gusto por la haute couture entrenado. Entre el público también se suelen sentar cool hunters con una wish list y una inspiración interminables.

Además de estos términos, otros extranjerismos se colaron -y lo siguen haciendo- en el fitting room de la moda y parece que nunca salieron, como cuando una creadora o un creador se sumerge en su atelier con ideas para diseñar nuevas sneakers y un top que lucirá una top model en el shooting para el próximo número de una revista. Imágenes que, posteriormente, circularán por la red en busca de algún like cortesía de la profesión de community manager

Literatura

Quizás sea la literatura la expresión cultural menos contagiada de extranjerismos, precisamente por la regla no escrita de respetar las palabras en el idioma nativo. Sin embargo, no está totalmente exenta, pues los nuevos formatos empujan a la lectura a la tablet, el pc (personal computer) u otro dispositivo electrónico en los que poder nutrirse de ebooks, aunque la RAE propone que, en castellano, la denominación sea compuesta, usando la aceptada en el diccionario libro electrónico.

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