ALICANTE. El antiguo edificio de Sanidad marítima del Puerto de Alicante se queda por ahora sin uso definido. Plusmarino, la empresa patrocinada por el fundador de Panama Jack, Antonio Vicente, como principal inversor, acaba de renunciar formalmente a su propuesta para rehabilitar el inmueble y convertirlo en un restaurante-tienda.
La decisión se trasladó al Ayuntamiento de Alicante a finales de abril mediante un escrito en el que la empresa comunicaba que desistía del trámite de solicitud de licencia de obra y actividad. Fuentes consultadas por Alicante Plaza precisaron que Plusmarino había argumentado en esa comunicación que, a la vista de las catas realizadas sobre el estado de conservación del edificio, la inversión necesaria para poner en marcha ese negocio superaba sus previsiones iniciales.
Según la motivación facilitada por Plusmarino en su escrito, tras esa evaluación técnica se había comprobado que el forjado y la cubierta del edificio presenta un avanzado deterioro y que su reparación conllevaría un desembolso próximo a los 70.000 euros. Además, también se había constatado que el inmueble no cuenta con algunos servicios de urbanización básicos. Entre ellos, uno tan esencial como la conexión con la red de saneamiento, indispensable para el uso que se pretendía darle. La intervención necesaria para proveer ese enganche, según Plusmarino, también hubiese disparado el desembolso previsto.
La empresa patrocinada por Vicente como principal inversor sostiene que la inversión necesaria para transformar el inmueble supera sus previsiones: se debe reparar la cubierta y no hay conexión con la red de saneamiento
En esa comunicación, según las mismas fuentes, la empresa alegaba que no había podido conocer las condiciones y las prestaciones reales del edificio hasta ahora, casi un año después de que el consejo de administración de la Autoridad Portuaria le cediese su uso en régimen de concesión por un plazo de 20 años (el acuerdo se aprobó en julio).
Plusmarino logró el certificado de compatibilidad urbanística para poder acometer la reforma del inmueble en noviembre del año pasado y solicitó licencia de obra y actividad para un doble uso como restaurante y zona de tienda en la que se pretendía exponer y vender calzado. En principio, la Concejalía de Urbanismo se inclinaba por autorizar sólo una de las dos actividades y emplazó a Plusmarino a obtener un último aval del Puerto (un informe de compatibilidad propio) antes de conceder ese permiso. Ese trámite no ha llegado a producirse al precipitarse su desestimiento a la licencia. El proyecto pretendía convertir el inmueble en un gastrobar en el que tendrían cabida unas 36 mesas, justo en el acceso al muelle de Poniente, frente al Club de Regatas.