Manuel Palomar. Foto RAFA MOLINA ALICANTE. El PSPV quiere que su mirlo blanco para reconquistar la Alcaldía de Alicante sea el rector de la UA, Manuel Palomar. Y en ello está, en intentar convencerlo para que acepte el reto. Por ahora, el rector no está por la labor. Pero mientras no dé esta empresa por ganada o perdida, la cúpula de los socialistas valencianos no moverá ficha para convocar las primarias o respaldar otro u otra aspirante. Porque el objetivo es que se llegue un acuerdo entre todas las familias del PSOE alicantino entorno a Palomar y se confeccione una candidatura ganadora.
Ahora bien, no será tarea fácil, pues Palomar ha tenido (o tuvo) ofertas para ser miembro del Gobierno valenciano, y lo descartó en su momento. Entonces, alegó que estaba al principio de su mandato -fue nombrado rector en 2012- y quería agotar más tiempo al frente del campus universitario.
La cúpula del PSPV quiere ofrecerle un proyecto ambicioso, con un candidatura pactada y que evite las primarias, y por tanto la confrontación entre las bases. Y por esta razón, los socialistas no se han pronunciado sobre la única candidata que ya ha mostrado su predisposición a liderar la lista, la actual portavoz, Eva Montesinos.
Como viene informando Alicante Plaza, en el seno del PSPV se impone la tesis de que para recuperar la ciudad de Alicante es mejor un pacto entre todas las familias, que ir a unas primarias. Los tres sectores implicados tienen candidatos que se bloquean o no tiene un respaldo unánime. Así, por ejemplo, a los sanchistas le gustaría que fuera el catedrático José Asensi Samper, pero no no son mayoría; el sector de Ángel Franco tiene la mayoría, pero no tiene un aspirante definido, y Eva Montesinos carece de apoyos suficientes, aunque es la política con mayor grado de conocimiento tras su investidura fallida. O dos de estos sectores se unen, o el PSPV logra que su mirlo blanco acepte y, además, tenga el respaldo de todos los sectores.
Palomar en un inicio del curso de la UMH con otros rectores y el presidente Puig. Foto PEPE OLIVARES Aunque la operación no le dirige el propio Puig, la verdad es que la relación entre el rector de la Universidad de Alicante y el presidente de la Generalitat no pasa por el mejor momento. Palomar se ha mostrado muy crítico con la gestación de la Agencia Valenciana de la Innovación, hasta el punto que votó el contra del organigrama del personal, que destinaba más operarios a València que Alicante, además de oponerse a que la sede ejecutiva estuviera en el cap i casal. Y recientemente, Palomar ha quedado decepcionado al ver la respuesta del Consell a la autorización de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca) a la nueva Facultad de Medicina, el gran proyecto del rector en su segundo mandato como rector.
En su momento, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, dejó entrever que habría que esperar a nuevos informes -que ahora dependen de la Generalitat- para dar el visto bueno a Medicina en la UA. La tibieza de la respuesta fue todo un jarro de agua fría para el equipo de Palomar, que esperaba más entusiasmo del Gobierno valenciano a la hora de rematar la consecución de ese proyecto.
En otra etapa anterior, como en el verano de 2017, la relación entre ambos era mejor y Palomar se deshizo en elogios ante Puig en las jornadas Diàlegs d'Estiu que se celebraron en la sede de la UA en la Universidad de Alicante.
Sea como fuere, todo en el PSPV está paralizado a la espera de convencer a Palomar. Después pueden pasar muchas cosas.
