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bienvenidos a la nueva normalidad musical 

Bocata, sillas de camping y pantalla gigante. Así es un concierto (de Belako) en un autocine

27/06/2020 - 

DÉNIA. La nueva normalidad también genera oportunidades. En la cultura, pocas, pero las da. En el caso de la música en directo es difícil encontrar algo que se parezca a lo de antes. Hace pocas semanas han comenzado a arrancar algunos conciertos en las salas, con el personal sentado y guardando las distancias; la cancelación de festivales ha generado que se programe música en directo, por días y con aforos limitados, y ha puesto en escena nuevos recintos, que la voraz globalización había dejado para los más románticos, o para el verano: el autocine. En el caso del de Dénia, fue el primero en programar cine. En otros casos, ha alumbrado nuevos recintos, como en CinemaCar de Alicante

La cuestión es que hubo una banda de rock, Belako, que lo vio -observando el ejemplo de otras ciudades europeas- y se lanzó por un tobogán movedizo, pese a no tener clara cómo sería la caída, o mejor dicho, la desescalada. Fue el pasado 8 de mayo cuando el grupo de Mungía anunció la gira Plastic Drama Autotour, la que había interrumpido la presentación de su nuevo disco, pero que ahora posibilitaba experimentar cómo sería un concierto en un descampado que está parcelado para ver cine, bien dentro del coche, o al aire libre, pero que es adaptable para lo mínimo que requiere un concierto: un escenario, espacio para mantener las distancias y un bar.

Y llegó ese día. Y fue este viernes 26 de junio, en Dénia, en el ochentero autocine de la playa de Les Deveses, para algunos un sitio asiduo a las veladas de verano, bien por ser devotos del séptimo arte, bien para residentes de temporada, o por suponer una vuelta a la juventud, cuando uno se plantaba allí recién estrenado el carné de conducir, con el auto de su padre, acompañado de amigos o pareja, para disfrutar con lo que echasen, sin más, y a veces, en sesión doble. 

Y ante todo, el concierto de Belako fue un reencuentro, un reencuentro de amigos, y de fieles de la música en directo, de la comarca de la Marina Alta, o de más allá, da igual; la ocasión lo valía. También para los fans de la banda, por supuesto, con atuendos específicos y luciendo el satírico Uelakos en el dorso. Más de un centenar vehículos, varias caravanas y campers, y algo más de 350 personas. Lo previsto por la organización.

Esta vez, lo de ir bien puesto era lo de menos. En todo caso, había que acudir preparado: mesa de camping, sillas y, sobre todo, la nevera llena. Todos bien posicionados, en su parcela, guardando las distancias, siguiendo las directrices de los regente del Drive-in, para ver una película especial. Una vez ubicados, la gente saludaba a amigos y conocidos, no sólo porque no se veían desde el inicio de la pandemia, pues para muchos era un reencuentro de otra citas musicales a los que ahora Belako y el autocine les había dado una nueva oportunidad. Hay quién prefirió ir con los chiquillos, a sabiendas de que el recinto estaba cerrado, y por lo tanto, nadie escaparía; los padres podrían cenar tranquilamente y disfrutar del espectáculo, y de conversaciones pendientes, y los niños, jugar por el ondulado piso sin más norma que mantener los 1,5 metros de separación reglamentarios.

Conforme el sol se escondía y el respetable daba bocados al pan, o devoraba papas entre tragos de cerveza, todos aguardaban en su acomodo. La mayoría, en las parcelas, delante de su coche; otros en las mesas y sillas de una especie de zona VIP, a los pies del escenario, y los más dispersos, frente al bar, con los suministros a mano, y una buena perspectiva de la disposición del espacio: coches, escenario y pantalla. 

Porque si una cosa concebió Belako para esta minigira ha sido la de compatibilizar la perfecta ejecución de sus canciones, sobre un escenario que no tenía nada que envidiar al de cualquier festival, con la retransmisión en directo del show en la gran pantalla. Un buen grupo técnicos se encargó de que aquello fuera funcionara a la perfección, sonido y realización, y que nadie echara de menos la otra normalidad. Se pudo hacer de todo, pero en la posición elegida

¿Y el concierto? Josu Billelabeitia (guitarrista) y su hermana Lore (bajista), así como por Lander Zalakain (batería) y Cris Lizarraga (teclado) optaron por dar lo mejor de Belako para la ocasión. Alternaron los cinco singles del nuevo disco Plastic Drama, Tie Me Up, The Craft, marinela2017, Truce  y All Nerve con los grandes temas que identifican a la banda, e incluso que se atrevieron a deconstruir a alguno de ellos, como Mum. Del disco Hamen, interpretaron, por su puesto, Sinnerman, Key, Fire Alarma, Track Sei y la deformada Mum; del primerizo Eurie, Sea of Confusión o Molly & Pete; y del más reciente Render Me Numb, Trivial Violence, Lungs o Mankenfreiheit, entre otras. 

Entre canción y canción, la banda no escatimó, con insistencia, en dar las gracias a todo el público, tanto a aquellos que compraron la entrada sin saber si el concierto acabaría haciéndose (con cada debate en el avance de las fases), como a los que se sumaron en los últimos días. Pese a las distancias, hubo interacción con los asistentes; eso sí, fue una feedback específico, amoldado al contexto del autocine: el bis se pidió con los claxones después de que los propios integrantes de la banda hubieran invitado a los allí presentes a poner las luces largas del coche para que se  vieran las caras, o que reclamaran el saludo a los que seguían el show desde las últimas (muy alejadas) filas. Pero con una hora y 20 minutos de concierto, y casi todos los asistentes en pie (eso sí, la mayoría pegado a su coche), se dio por acabada la experiencia. Se encendieron la luches, lucía una luminosa luna, olía a mar y sonó el Everlasting Love de Love Affair. Todos felices. 

La experiencia ha resultado ser una oportunidad: la música en directo es posible en estos tiempos y se puede disfrutar de ella de una manera cómoda (sólo distrae si tu vecino acciona el mando de apertura de las puertas y se iluminan los cuatro intermitentes; el resto, son pequeñeces). Además, siguiendo las instrucciones sanitarias. Bienvenidos al autocine.

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