ALICANTE. La visita institucional girada por el Ayuntamiento de Alicante a la Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes) este viernes se cierra con un principio de acuerdo para la ampliación del polígono de Las Atalayas. Como mínimo, así lo anunció el edil de Empleo y Desarrollo Local, Carlos Giménez (PSOE), al término del encuentro mantenido finalmente con la propia directora general de la sociedad pública, Lucía Molares (pese a que en un primer momento, portavoces de la propia concejalía habían manifestado que Molares había excusado su presencia en la cita al tener un compromiso previo). Sea como fuere, Giménez precisó que la responsable de la entidad, adscrita al Ministerio de Fomento, confirmó su predisposición a firmar un convenio de colaboración en el que se plasmen los compromisos recíprocos ya adelantados por Alicante Plaza: el Ayuntamiento impulsará la recalificación de suelo propiedad de Sepes en el entorno del recinto industrial actual a cambio de que Sepes promueva su urbanización y asuma sus costes.
Tras ese principio de acuerdo, técnicos municipales y técnicos de Sepes deberán perfilar la redacción concreta de ese convenio y su alcance. Por lo pronto, el planteamiento de partida es el defendido en la propuesta municipal. Se trataría de ampliar el polígono de Las Atalayas sobre una bolsa de suelo de titularidad pública (en manos del propio Sepes) situada al este del recinto actual. En concreto, esa actuación podría generar hasta 166.000 metros cuadrados de suelo industrial (ahora suelo no urbanizable) que Sepes se encargaría de comercializar en pública subasta.
Según han precisado fuentes municipales, existía una segunda propuesta alternativa para orientar esa posible ampliación de Las Atalayas hacia su zona sur, también sobre terrenos de Sepes. En ese caso, se ganarían algo más de 124.000 metros, si bien esta opción "podría presentar una mayor dificultad técnica debido a la orografía del terreno y la presencia de dos cauces próximos, lo que exige el desarrollo de estudios previos, así como unos costes y plazos de ejecución más elevados".
Hasta el momento, se había especulado con la posibilidad de que los trámites administrativos requeridos para la recalificación de ese suelo pudiesen prolongarse durante un plazo de cerca de dos años, ya que la propuesta debe superar el trámite de evaluación ambiental y, además, tiene que ser aprobada por el Consell. Sin embargo, Molares ha apuntado que esos plazos podrían acortarse a partir de la experiencia de Sepes en el desarrollo de otros suelos industriales.
Como también ha contado este diario, el alcalde, Gabriel Echávarri, ya mantuvo una primera reunión el pasado 23 de enero con la directora general del Sepes para trasladarle la necesidad de aumentar el suelo industrial en el polígono de las Atalayas para poder cubrir las necesidades manifestadas por varias empresas. En ese encuentro, Molares mostró su predisposición a implicarse en el desarrollo de esa expansión siempre que se acreditase que existía demanda empresarial de parcelas.
Según las fuentes consultadas, esa condición habría quedado certificada este mismo viernes a través de un documento en el que la entidad de conservación del polígono concreta que existen doce compañías ya asentadas en el recinto que están interesadas en adquirir nuevas parcelas. Entre ellas, como también ha contado este diario, figuraría Jimten, fabricante de materiales para saneamientos. Seur, por su parte, seguiría apostando por crecer en otro emplazamiento de la provincia (se ha interesado en suelo de Monforte) para instalar su nueva división logística. En su conjunto, la demanda de esas doce empresas permitiría cubrir hasta 140.000 metros cuadrados.
La propuesta de ampliación de Las Atalayas cuenta con el respaldo unánime de todos los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento: PP, Ciudadanos, Guanyar y Compromís, además del PSOE. El pasado 1 de marzo, sus representantes firmaron una declaración conjunta dirigida a Sepes en la que se daba cuenta de la unidad política en torno a esa expansión industrial. De hecho, en un principio se preveía que la delegación institucional de este viernes estuviese formada al menos por los ediles de Guanyar y Compromís, Daniel Simón y Sonia Tirado. Sin embargo, finalmente la Concejalía de Desarrollo Económico comunicó que la cita iba a limitarse a una reunión técnica, ya que la directora general del Sepes no iba a poder estar presente al tener concertada otra entrevista previa.
De ahí que, este viernes, cundiese cierto malestar entre los exsocios de gobierno del PSOE a cuenta de la visita, al conocer que finalmente Molares sí estuvo presente. En declaraciones a este diario, Tirado confió en que todo haya sido fruto de las circunstancias y que no se hubiese tratado de engañar a nadie, ya que "lo que no es leal es solicitar la colaboración política de la oposición y después no tener la deferencia ni de comunicar el progreso de la reunión y que finalmente sí se había contado con la presencia de la directora general de Sepes".
En este sentido, insistió en que la ampliación de suelo industrial ha sido una prioridad de Compromís en este mandato, durante los dos años y medio en los que la coalición ostentó responsabilidades de Gobierno, y reprochó la falta de delicadeza política de sus exsocios del PSOE. Pese a todo, remarcó su satisfacción "si finalmente se ha conseguido la impliación del Sepes para ampliar el polígono".
El recinto industrial de Las Atalayas se sitúa junto a la autovía A-31 Madrid-Alicante y cuenta con una superficie total de 121 hectáreas. Comenzó a urbanizarse en 1973 y en la actualidad da cabida a 166 empresas, la mayor parte dedicadas al comercio, la construcción y los servicios.