El juez rechaza otra ZAS en el Casco Antiguo pero obliga a consultar a las fincas para autorizar pubs
El juez rechaza otra ZAS en el Casco Antiguo pero obliga a consultar a las fincas para autorizar pubs
ALICANTE. El conflicto del ruido asociado a la actividad de la hostelería y a la concentración de público se vuelve a reproducir en el Casco Histórico de Alicante. Los problemas de convivencia entre los locales de ocio y el descanso vecinal habrían regresado con especial intensidad a lo largo de este verano, tras el fin de las restricciones de aforo implantadas con el fin de evitar riegos de contagios durante los dos primeros años de la pandemia de la covid. Tanto es así que el colectivo vecinal Laderas del Benacantil ha puesto en marcha las primeras medidas con el fin de abordar soluciones o, cuando menos, promover la adopción de medidas paliativas que reduzcan los niveles de ruido registrados prácticamente durante todas las noches, y no solo durante el fin de semana.
En esta línea, ya se ha acordado el desarrollo de una primera concentración de protesta en la Plaza del Ayuntamiento con motivo de la celebración del pleno ordinario del mes de septiembre, el próximo día 29. Y, además, se pretende acudir a la vía contencioso-administrativa para que sea un juez el que pueda forzar la adopción de medidas restrictivas que faciliten el desarrollo de la actividad económica sin generar molestias entre los residentes como las que se ha llegado a poner de manifiesto a través de cerca de 400 quejas registradas ante el Ayuntamiento, según concretan representantes del colectivo vecinal.
Lo cierto es que no es la primera ocasión en la que se explora la vía de la justicia ante la existencia de ese mismo problema en el mismo ámbito. Como informó este diario, ya existe al menos un primer precedente que se zanjó con una sentencia hasta cierto punto equidistante respecto a los intereses de vecinos y empresarios hosteleros, en respuesta al procedimiento iniciado por un residente a título particular.
En esa resolución, conocida en mayo de 2020, el Juzgado de lo Contencioso número 2 rechazaba la posibilidad de que el Ayuntamiento acordase la declaración de una Zona Acústica Saturada (ZAS) en las calles del Casco Antiguo, al margen de la Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE) que, según alegó la administración local, ya rige en ese ámbito. No obstante, sí instaba al equipo de gobierno (el bipartito compuesto por PP y Cs) a revisar el Plan Especial del barrio (PECA) para que se introdujese la obligación de consulta a las comunidades de vecinos en los casos en los que se registre una solicitud de licencia para abrir un establecimiento hostelero en sus respectivas fincas con el propósito de que pudiesen formular alegaciones.
El juez rechaza otra ZAS en el Casco Antiguo pero obliga a consultar a las fincas para autorizar pubs
Además, todo parece indicar que el nuevo contencioso a iniciar por la asociación vecinal Laderas del Benacantil podría tener que enfrentarse a la hipotética falta de legitimidad para incoar el procedimiento: es decir, el mismo argumento valorado por el Tribunal Superior de Justicia (TSJCV) que acabó tumbando la sentencia favorable obtenida en primera instancia por la asociación de residentes del Centro Tradicional en noviembre de 2019, por la que se conminaba al Ayuntamiento a aprobar la declaración de una ZAS en el entorno de la calle Castaños. Por el momento, esa sentencia del alto tribunal autonómico sigue a la espera de resolución del recurso de casación registrado por el colectivo de residentes del Centro ante el Tribunal Supremo (TS) el pasado mes de enero.
Sea como fuere, las quejas formuladas por los vecinos del Casco Antiguo han propiciado, al menos, las primeras reacciones públicas por parte del equipo de gobierno, el bipartito compuesto por PP y Cs. De hecho, fue el mismo alcalde, Luis Barcala, quien se pronunció al respecto este viernes, en la comparecencia pública posterior a la presentación de los diseños de las Hogueras Oficiales de 2023, al asegurar que se pretende incrementar la presencia policial con el fin de conjugar intereses de hosteleros y vecinos. Así, señaló que "hemos reforzado la plantilla de la Policía" y apuntó que "se van a realizar controles tanto de los locales como de la actividad que se desarrolla, como ya hicimos el año pasado, sobre todo por el tema del consumo de alcohol por menores, con sanciones muy graves, y volveremos a incidir en ello".
Además, admitió que "hay días en los que se genera mucho lío y que, desafortunadamente, la gente no se comporta como debería, y por eso sacamos la Ordenanza de Convivencia, porque nadie tiene que soportar que orinen en sus portales, que rompan sus puertas o que pinten sus fachadas". Por ello, señaló que "aplicaremos esa ordenanza".
Al tiempo, el bipartito continúa trabajando en la tramitación de la nueva Ordenanza de Ocupación de Vía Pública con la pretensión de poder aprobar la propuesta inicial entre los meses de octubre y noviembre en la que se prevé revisar los horarios de funcionamiento de los veladores de la hostelería con un recorte respecto a las límites actuales. Hasta ahora, la propuesta de borrador de esa revisión de la ordenanza formulada por los técnicos municipales plantea una reducción de hora y media de esos horarios de autorización tanto en verano como en invierno, aunque se trata todavía de una propuesta sujeta a modificaciones, a la espera de que pueda negociarse con el conjunto de fuerzas políticas representadas en el Ayuntamiento. En esta línea, se contempla la posibilidad de establecer planes de ordenación sectorial en los que se definan horarios concretos para cada zona en función de sus características y condiciones concretas.