Los vecinos del Casco Antiguo de Alicante exigen medidas inmediatas ante el ruido: "Es insostenible"

ALICANTE. Las denuncias por ruido asociadas a la actividad del ocio y la hostelería no cesan en el Casco Antiguo de Alicante pese a la puesta en marcha del plan de vigilancia contra el botellón y los comportamientos incívicos anunciado por el equipo de gobierno, el bipartito compuesto por Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs). La Asociación de Vecinos Laderas del Benacantil volvió a manifestar este domingo su hartazgo tras los últimos episodios registrados a lo largo de la última semana y, en especial, durante las noches del viernes y el sábado.

Sus portavoces apuntan, a través de un comunicado, que "la situación en el Casco Antiguo cada vez se degrada más y más, no se duerme; se abre entre semana hasta las 3.30; hay pubs con irregularidades de todo tipo que siguen abiertos; botellón y menores borrachos en pubs que les sirven alcohol". Y prosiguen: "Hay más degradación e inseguridad que nunca; es insostenible, de verdad, necesitamos que esto que ocurre en nuestra ciudad se solucione, se tomen medidas.. .pero si el alcalde tras más de 400 denuncias por registro, solicitar una reunión cada mes desde enero y sin que nos atienda o nos responda hasta la fecha...", señalan.

En este sentido, el colectivo -que ya protagonizó una concentración de protesta a las puertas del Ayuntamiento con motivo de la celebración del pleno ordinario de septiembre- lamenta que el bipartito rechace la adopción de acuerdos "en contra de la reducción de horarios, sin escucharnos y sin conocer la realidad; eso nos desespera y frustra aún más, la desidia y las excusas municipales...", según señalan, en alusión a la declaración institucional promovida por el PSOE y Compromís para que se incrementase el control sobre la actividad hostelera para que fuese compatible con el descanso vecinal.

Entre tanto, sigue en trámite la elaboración de la nueva ordenanza de ocupación de vía pública en la que, según fuentes del equipo de gobierno, se incluirá una reorganización de los horarios de funcionamiento de los locales hosteleros, así como planes sectoriales adaptados a la realidad de cada barrio, con el fin de anticipar su cierre y evitar la generación de molestias a los residentes.